Pero ¿A qué
viene empezar a hablar de series de TV a estas alturas, si hasta estos momentos
en el miajilla no se ha acometido este tema? Primero, porque nunca es tarde si
la dicha es buena, y hay suficientes
productos de calidad como para detenerse a mirarlos y comentarlos, pero
la razón principal está expuesta en el título de este articulillo. Es que la
película de la semana es Super 8, y
JJ Abrams es su director. Así que sigamos, a ver dónde nos lleva todo esto.
El primer
trabajo de Abrams en la industria del cine lo realizó cuando tenía 16 años,
componiendo la música para la película de Don Dohler Nightbeast. Durante su último año en la universidad, escribió junto
a Jill Mazursky un primer borrador para un guión, que fue comprado por
Touchstone Pictures, Este tratamiento fue la base de Taking Care of Business (Millonario al instante), la primera
película producida por Abrams, protagonizada por Charles Grodin y Jim Belushi y
dirigida por Arthur Hiller en 1990. Después siguió como productor con Regarding Henry (A propósito de Henry), dirigida
por Mike Nichols y protagonizada por
Harrison Ford y Annette Bening, y Forever
Young, protagonizada por Mel Gibson, Jamie Lee Curtis y Elijah Wood en 1992.
Abrams
colaboró con el productor
Jerry Bruckheimer y el
director Michael Bay, en la película de 1998 Armageddon, protagonizada por Bruce Willis, Billy Bob Thornton, Ben
Affleck, Liv Tyler, Owen Wilson y Steve Buscemi, esa de los perforadores de
plataformas petrolíferas que son enviados por la NASA a un enorme asteroide que
amenaza La Tierra para taladrar su superficie y poder destruirlo con una bomba…
Ese mismo año, hizo su primera incursión en la televisión con Felicity, que se emitió durante cuatro
temporadas en la cadena WB. Fue co creador junto a Matt Reeves y productor
ejecutivo. También compuso la música de la cabecera. Trataba sobre los años
universitarios de Felicity Porter (Keri Russell) y su grupo de amigos, durante
su estancia en la Universidad de Nueva York. Se narran los cambios que van
experimentando los personajes en su camino hacia la vida adulta, dejando atrás
la adolescencia, y personalmente la recuerdo muy publicitada durante su estreno
en Telecinco en España, con mucho prestigio y demás zarandajas, pero ni me
llamó la atención ni la seguí, y si en algún momento permanecí frente al
televisor durante su emisión, me pareció demasiado cursi como para poder
soportarla demasiado tiempo.
En 2001 funda
la productora Bad Robot junto a Bryan Burk, desde donde Abrams creó y fue
productor ejecutivo de la serie Alias
de ABC (también compuso el tema principal), una
serie de espionaje y acción protagonizada por Jennifer Garner. En esta serie se
empiezan a ver los giros argumentales inesperados que más tarde caracterizaría
a su producción televisiva de más éxito hasta el momento, Lost, creada en 2004 junto a Damon Lindelof y Jeffrey Lieber y de la que también fue productor
ejecutivo. Huelga comentar nada sobre esta serie, de la que se han escrito
billones de palabras. Decir que… también compuso el tema principal. Ese que
salía en aquella cabecera que revolucionó las cabeceras de las series de TV,
omitiendo la sintonía pegadiza y presentando a los actores de la serie mediante
recortes de escenas o mirando a cámara con amplias sonrisas.
Como director
de cine Abrams toma la alternativa en
2006 con la tercera película de Misión
Imposible. A este respecto comentar dos cosas. Lo curioso que resulta que
la primera película dirigida por este señor resulte ser una versión
cinematográfica de una mítica serie de televisión, y lo insufribles que, desde
mi punto de vista, resulta cualquiera de las películas de esta saga.
Inicialmente, poco o nada tienen que ver con la serie original, si exceptuamos
el título. Y todas y cada una de estas películas, exceptuando la cuarta,
actualmente en pantalla y también dirigida por Abrams, no son más que
cascarones vacíos que sirven de inexistente soporte a una serie de secuencias
de acción espectacular para gloria de Tom Cruise. Como cine palomitero sirve
para devorar con fruición y sin darse cuenta un cubo de los grandes de este
aperitivo de maíz también conocido como rositas, rosas, rosetas, flores,
palomas, pajaretas, crispetes, chivitas, pochoclo, pororó , pipoca, pop corn, crispetas,
cotufa, maíz tote, maíz pira, canguil, tostones o gallitos. El simple aperitivo
tiene muchos más nombres que cualidades positivas la saga de Ethan Hunt. Eso
sí, las películas contienen secuencias de acción espectaculares, que suelen ser
motivo de noticia de relleno en los telediarios cada vez que se estrena una de
estas cintas, lo que suena a promoción pagada disfrazada de noticia, claro. El
conjunto se olvida con la misma facilidad con la que se sale del cine, y a la
primera cerveza post película ya se está hablando de otro tema. En 2011 ha
reincidido produciendo y escribiendo Mission:
Impossible - Ghost Protocol, pero como no la he visto, aquí acabamos de
comentar esto.
En 2008,
Abrams produjo la película de monstruos, Cloverfield,
dirigida por Matt Reeves. En una fiesta de despedida de un amigo, uno de los
asistentes se encuentra grabando todo con una videocámara cuando
repentinamente, tras una sacudida, la ciudad comienza a ser atacada por un
monstruo de dimensiones bíblicas. La película en sí es la grabación que hace
ese tipo. O sea, que al estilo de The Blair Witch Project, salvo que en este
caos tenemos que creer que existe gente que es capaz de grabar lo que ocurre a
su alrededor escapando de monstruos más grandes que rascacielos, que mientras
tanto están cayendo en un apocalipsis que ríase usté de cualquier terremoto,
tsunami o erupción volcánica real. Estamos en la era de You Tube, así que habrá
que creerlo. Quitando esta pega, mínima y algo pejiguera, tiene un look de film
independiente y de bajo presupuesto, sin serlo, Los efectos especiales son
impresionantes y la historia es entretenida y está bien contada, pero los
personajes, aun teniendo en cuenta la presión emocional a la que son sometidos
(pues ha de ser angustioso escapar de algo que te puede comer, o pisar o
tirarte un edificio encima) resultan algo insípidos, rayanos en la estupidez,
lo que ocasiona que el espectador no se identifique con ellos y que el momento
en el que alguno de ellos pueda morir nos resulte indiferente. El ritmo es
trepidante y encima, la película dura sólo 85 minutos, algo que si que resulta
totalmente inusual.
Ese mismo
año Abrams, fue co-creador, productor ejecutivo y co-escritor (junto a Roberto
Orci y Alex Kurtzman) de la serie de ciencia
ficción Fringe, para la que también compuso el tema de inicio. En esta
serie, que inevitablemente recuerda a Expediente
X (con capítulos auto conclusivos y otros que desarrollan una trama
continuada), se narra cómo Olivia Dunham (Anna Torv), una agente del FBI, solicita la ayuda de un científico que lleva
encerrado en un psiquiátrico 17 años, llamado Walter Bishop (John Noble), descrito
como un "Doctor Frankenstein mezclado con Albert Einstein", para investigar una serie de sucesos extraños
que se dan alrededor del mundo, a los que denominan El patrón, y que parecen tener
conexión con una multinacional llamada Massive Dynamics. Para permitir salir a
Walter del psiquiátrico, han de recurrir a un pariente cercano, que resulta ser
su hijo Peter (Joshua Jackson), que se une al grupo de investigación. Reitero
desde aquí mi inconmovible recomendación de esta serie, o de lo emitido hasta
la temporada pasada, pues de la presente no he visto aún nada.
En 2009, dirigió una nueva película de la serie de ciencia ficción Star Trek, que produjo junto al co-creador de Perdidos Damon Lindelof, en forma de precuela, o sea, las historias de la tripulación del Enterprise original antes de la serie de TV, con un capitán Kirk recién salido del cascarón. Abrams actualmente dirige una secuela sin título de Star Trek, que tiene previsto su lanzamiento en mayo de 2013. Sobre esta película no haré comentarios, y no quiero que se me malinterprete; es porque mi opinión respecto a todo lo que rodea a Star Trek no es para nada fiable (y modestamente, ninguna de mis opiniones, ya que como dijo Harry Callahan, son como el culo, todo el mundo tiene uno); Star Trek, bajo cualquiera de sus manifestaciones audiovisuales, siempre me va a gustar, y aunque poseo capacidad de discernimiento, solo podré expresar mi opinión valorándola entre un me gusta y un me gusta mucho.
En 2009, dirigió una nueva película de la serie de ciencia ficción Star Trek, que produjo junto al co-creador de Perdidos Damon Lindelof, en forma de precuela, o sea, las historias de la tripulación del Enterprise original antes de la serie de TV, con un capitán Kirk recién salido del cascarón. Abrams actualmente dirige una secuela sin título de Star Trek, que tiene previsto su lanzamiento en mayo de 2013. Sobre esta película no haré comentarios, y no quiero que se me malinterprete; es porque mi opinión respecto a todo lo que rodea a Star Trek no es para nada fiable (y modestamente, ninguna de mis opiniones, ya que como dijo Harry Callahan, son como el culo, todo el mundo tiene uno); Star Trek, bajo cualquiera de sus manifestaciones audiovisuales, siempre me va a gustar, y aunque poseo capacidad de discernimiento, solo podré expresar mi opinión valorándola entre un me gusta y un me gusta mucho.
Y así
llegamos al 2011, en que Abrams escribe y dirige para Paramount Super 8, que coproduce con Steven
Spielberg y Bryan Burk. Y aquí ya aparece un nombre clave: Spielberg.
Steven
Spielberg y George Lucas son los responsables de un hecho que cambió la
industria cinematográfica; desde su irrupción, el cine dejó de estar dirigido a
un público medianamente adulto para pasar a ser un producto para todos los
públicos, especialmente los niños y jóvenes menores de edad. Nos estamos
refiriendo al cine comercial y generalizando, bastante, pero este es un hecho
innegable.
En la década
de los 80 floreció un tipo de cine auspiciado por Lucas y Spielberg, pero
especialmente por este último, con una temática y estéticas particulares, y
varios elementos comunes. De entonces son, por ejemplo, E.T., el extraterrestre,
Regreso al futuro, Cuenta Conmigo, Poltergeist, Los Goonies, Gremlins (que
daría luego origen a todo tipo de criaturillas malignas como los Ghoulies o los
Critters)… y estas serían las más taquilleras. No podemos olvidar películas
como La aventura de los Ewoks, Exploradores, Los bicivoladores, D.A.R.Y.L., Mi
amigo Mac (burda copia de ET), Karate Kid, Dentro del Laberinto, Jóvenes
ocultos, Noche de Miedo, El secreto de la Pirámide, La Historia Interminable… Y
extra spielbergianamente surgieron películas también protagonizadas por adolescentes
que nos legaron una generación de actores que en su mayoría han desaparecido,
se han diluído en el marasmo de una fama temprana (y un buen dinero aún más
temprano), o sencillamente se han muerto, salvo excepciones que siguen más o
menos dignamente ejerciendo esa profesión.
Esos Will Wheaton, Ralph Machio, Fred Savage, Kirk Cameron, Corey Feldman, Matthew Broderick, Martha Plimpton, Macaulay Culkin, Molly Ringwald, que a saber donde se habrán metido, muy buscados en las páginas y secciones tipo “Qué fue de…? O Qué pasó con…?.
Los fallecidos más eminentes serían Heather O´Rourke, la niña de Poltergeist en torno a cuya premature muerte corren leyendas de todo tipo, aunque la verdad es que murió de una paro cardiaco asociado a una enfermedad congénita; River Phoenix o Corey Haim (el otro Corey).
Christian Slater, Matt Dillon, Ethan Hawke, Robert Sean Leonard, Henry Thomas, Drew Barrymore, Josh Brolin, Jenifer Conelly, con mayor o menor éxito, siguen en la brecha, sobre todo Tom Cruise y Leonardo Di Caprio, que tienen status de súper estrellas.
Esos Will Wheaton, Ralph Machio, Fred Savage, Kirk Cameron, Corey Feldman, Matthew Broderick, Martha Plimpton, Macaulay Culkin, Molly Ringwald, que a saber donde se habrán metido, muy buscados en las páginas y secciones tipo “Qué fue de…? O Qué pasó con…?.
Los fallecidos más eminentes serían Heather O´Rourke, la niña de Poltergeist en torno a cuya premature muerte corren leyendas de todo tipo, aunque la verdad es que murió de una paro cardiaco asociado a una enfermedad congénita; River Phoenix o Corey Haim (el otro Corey).
Christian Slater, Matt Dillon, Ethan Hawke, Robert Sean Leonard, Henry Thomas, Drew Barrymore, Josh Brolin, Jenifer Conelly, con mayor o menor éxito, siguen en la brecha, sobre todo Tom Cruise y Leonardo Di Caprio, que tienen status de súper estrellas.
Mención
aparte merecen las decenas de adolescentes que murieron de las más variadas
maneras, a cual más imaginativa o simplemente retorcida pero siempre sangrienta
del alud de películas slasher que caracterizaron la década de los 80, que crearon
iconos del horror como Jason Voorhees, Michael Myers y Freddy Krueger, cuya
primera víctima fue nada menos que Johnny Deep, pero que ya son harina de otro
costal al igual que las musicales a la sombra de Grease (y las de Break
Dance!!)o las de pandillas desquiciadas tipo Porky´s o Los Albóndigas.
El esquema
de película tipo spielbergiano de entonces venía a ser el siguiente: La acción
transcurre en el medio oeste americano, en una pequeña población con algún tipo
de industria a la que la crisis ha diezmado. Los protagonistas, o parte
importante de ellos, son chavales de edades no superiores a los 15 años, aunque
cuando alguno de ellos supera ese límite de edad suele desempeñar un papel de
matón, hermano mayor abusón o post adolescente con alguna adicción a las drogas
tratada de manera humorística (o sea, el típico “colgado”). Estos niños suelen
ser hijos de padres que están afectados por la crisis de la industria local,
por lo que habrá algún parado. Alguno de estos parados tendrá problemas con la
bebida, y su hijo será preferentemente hija. Otro niño, casi siempre el
protagonista, será hijo del sheriff del pueblo. También estará el huérfano o
hijo de padres separados. Si es la madre que convive con el niño,
inevitablemente tendrá montones de trabajos para poder llegar a fin de mes, o
uno solo que apenas le dejará tiempo para dedicarlo a su prole. Si es el padre,
habitualmente será por fallecimiento de la madre y la comunicación padre hijo
será escasa. Estos niños pertenecen habitualmente al grupo de inadaptados del
instituto (inadaptados como contraposición a los populares, que son siempre los
futbolistas y las animadoras), y el grupo suele llevar en su composición varios
estereotipos. Así, estará el gafitas empollón, el gordito y un tercer
inadaptado que ha de pertenecer a una minoría étnica o cultural. Si el grupo
lleva chica incorporada, esta será una preciosidad escondida detrás de algún
adminículo o artificio que lo disimula, o una chica cuyo deseo será ser chico y
actuar com tal, menos en el aspecto sexual, ya que se verá atraída inicial e
inconfesablemente por algún adonis de la facción popular de la muchachada local.
En cuanto al líder del grupo, no tendrá por lo general ninguna de estas
características, y de hecho lo único que le separa del grupo privilegiado
socialmente de los populares es, por una parte, su amistad con los inadaptados
y, posiblemente, alguna afición impopular entre los populares, como pueden ser
las películas de terror de serie B, los comics, la ciencia, los clásicos de la
literatura universal… o en resumidas cuentas, cualquier actividad que requiera
al menos un mínimo de inteligencia. Los adultos tratarán a los niños como niños
y ceros a la izquierda, lo que quiere decir que no creerán nada de lo que estos
hayan visto, así que los chavales tendrán que desempeñarse por sí mismos. El
único adulto que puede llegar a creerlos es también un inadaptado o excluido
social, sea por vejez, raza, problema con alguna sustancia, hándicap de tipo
mental o simplemente su estatus social. El resto de los adultos responden
igualmente a estereotipos. Están los tipos agradables, pero que también harán
caso omiso de los niños (y si alguno de ellos les hace caso al verse envuelto
en la experiencia, inevitablemente morirá, a no ser que estemos cerca de algún
tipo de clímax final y esté ya todo el mundo enterado). Suelen ser algún
tendero, o repartidor de algún tipo de género o propietario de una tienda destartalada
y poco visitada, casi siempre de edad avanzada y que podría ser abuelo de cualquiera
de los niños. Los adultos menos agradables serán siempre personas de mediana
edad sin tiempo que perder con mocosos. En cuanto a las autoridades de la
ciudad, el alcalde de la localidad o es corrupto o es simplemente un inepto; la
policía está comandada por un jefe incapaz que morirá o desaparecerá misteriosamente
en un momento dado, teniendo que asumir la responsabilidad el policía que sea
padre de alguno de los niños o, en caso que el padre sea el jefe de policía
desde el principio, alguno de sus subalternos será un completo cretino.
Los niños se
verán envueltos en algún tipo de lío de carácter frecuentemente sobrenatural o
ultraterrestre. Si el asunto es muy gordo, al estallar provocará la presencia
de alguna autoridad gubernamental que socavará la local tomando su lugar, en
forma de ejército, Guardia Nacional o alguna agencia tipo FBI u “Hombres de
negro”.
La música
será siempre sinfónica y contendrá una pegadiza fanfarria, estando compuesta
principalmente por John Williams, Jerry Goldsmith o Alan Silvestri. Y aunque la
acción transcurra entre finales de los 70 y mediados de los 80, alguna emisora
de radio local con cuatro consonantes por nombre emitirá siempre alguna pieza
de rock´n´roll clásico, algo muy americano, así como el snack bar con camarera
pelirroja, veterana y con un fuerte instinto maternal hacia todo el mundo,
independientemente de su edad, a los que siempre llamará “encanto”. Veremos
también camisas de franela a cuadros, sombreros de leñador con orejeras,
rancheras con la carrocería imitación madera, algún Ford clásico, aserraderos,
máquinas quitanieves, camionetas de helados con música de campanillas, auto
cines, casas unifamiliares mas o menos destartaladas con su jardín con cerca
blanca o por pintar de blanco, cortacéspedes, barbacoas, emisión de películas
de ciencia ficción de los años 50 en la televisión, desayunos familiares mas o
menos desordenados, cajas de cereales, sudaderas con capucha, bicis con cesta,
guantes, pelotas y gorras de beisbol, bailes de graduación, alguna fiesta tipo
Halloween o Acción de Gracias, neumáticos colgados de árboles para servir de
columpio…
Pues bien, todo esto es la esencia de Super 8. Hasta el poster de la película es uno de esos dibujos hiperrealistas particularmente iluminados de Drew Struzan. Abrams ha querido hacer una película, llamémosle homenaje o ganas de recrear aquellos filmes, y encima ha sido producida por Spielberg. La película recrea aquellos filmes de los 80 totalmente, y eso hay que reconocerlo. Tenemos a un grupo de niños; uno de ellos, el gordito, quiere hacer una película de Zombies con una cámara Súper 8 y el resto de los chavales le secundan, incluido el protagonista (hijo del sheriff y huérfano de madre) y la chica (guapa, con padre separado y problemático). Vamos viendo todos los tópicos hasta que de repente, rodando una escena en exteriores, por la noche, ocurre un terrible, y por cierto espectacular, accidente de tren. Este tren transporta algo que lleva al ejército al pueblo, y el accidente no es tal accidente. Comienzan a desaparecer personas y…
La película
empieza lentamente y va adquiriendo ritmo progresivamente. Está bien rodada y
mejor contada, aunque se aprecian algunos errores de guión. La actuación de los
niños es correcta, y la de la niña, Elle Fanning, fascinante, pero hay una pega
a mi parecer, y es que los niños no son enteramente niños, sino que tienen
rasgos de personalidad demasiado adultos. Se ve que Abrams es menos niño de lo
que lo era Spielberg a su edad (45 años). Abrams no solo homenajea aquella
manera de hacer cine, también se homenajea a sí mismo, lo cual está bien, y hay
numerosos guiños a la cultura popular derivada tanto de sus propias
producciones como de las de su maestro Spielberg. Lo curioso de la película es
que, con todo lo que tiene de ya visto, pues se ha hecho así a propósito,
parece que estemos viendo algo novedoso, cuando no es así. Todo lo que ocurre
que parece existir para dar forma y trama a la película, todo el asunto
fantástico y extraterreno, no es más que un macguffin hitchcockiano, pues el
verdadero interés es el estar ante una película “como las de antes” que además
está muy bien hecha y es muy entretenida. Nada original salvo en lo que se pretende
como recreación. Ya hemos visto antes lo que se nos cuenta, pero hacía tiempo
que no se nos contaba eso ni se nos contaba así. Abrams consigue con esta
película recrear una atmósfera y una manera de hacer cine hasta ser casi más
spielbergiano que Spielberg, pero a un nivel visual y técnico. No sé explicar
que es, pero le falta parte de aquel alma que Spielberg tenía antes de trocarla
y convertirse en un narrador adulto; pero adulto a la manera de los adultos de
sus antiguas películas, como aquel Peter coyote de E.T. del que solo veíamos el
llavero. Y quizás sea el complejo de Peter Pan que tenía el (desgraciadamente)
director de Hook antes de hacerse mayor, y que Abrams no tiene y no logra
llenar con toda su admiración y veneración hacia su sensei. Pero bastante ha
hecho, y mucho.
Aunque
quisiera añadir, como observación personal, que el esquema de las películas de
Spielberg y alrededores antes esbozado, con tintes más dentro del ámbito de lo
terrorífico que de lo fantástico, se pueden aplicar a muchas de las novelas de
Stephen King escritas durante los mismos años. It sería un claro ejemplo y, desde luego, Cuenta conmigo, que también es una de las películas nombradas en la
relación de antes.
Y atentos a
los títulos de crédito finales. No os levantéis de la butaca/apaguéis el
dvd-Blu Ray, etc. Se nos muestra en todo su esplendor la película acabada de
los protagonistas, la de zombies, y es toda una delicia.
Y ahora sí,
cuidadín con los espoilers (palabra procedente del verbo transitivo inglés To
Spoil, que significa echar a perder, estropear o arruinar).
Y es que
hablábamos antes de determinados detalles y guiños. Vamos a detallar algunos.
La gasolinera
en las afueras del pueblo donde transcurre Super 8 se llama Kelvin Gas. Kelvin era el nombre del
abuelo de J.J. Abrams (Jacob Kelvin se llamaba el hombre). Abrams utiliza
comúnmente este nombre en su trabajo, como en la serie Lost, donde había un
personaje llamado Kelvin Joe Inman, interpretado por Clancy Brown (el que hizo
de El Kurgan en Los Inmortales), que ocupó la estación El Cisne, junto a Stuart
Radzinsky, después en solitario, y al final junto a Desmond. El USS Kelvin era
también el nombre de la nave estelar que es destruida al comienzo del Star Trek
dirigido por Abrams. En Fringe aparece la empresa farmacéutica Kelvin Genetics.
En cuanto al nombre del pueblo donde transcurre la acción, es Lilian, y así se
llamaba la abuela de Abrams.
En la escena
de la gasolinera, en el plano general que muestra cuando el sheriff Pruitt se está
marchando, se puede ver por encima de la cabina del empleado de la gasolinera un
poster publicitario de Slusho. Slusho es
una marca ficticia de bebida que apareció por primera vez en Alias, siendo
bebida por Jenifer Garner. Desde entonces ha ido apareciendo en diversas
produciones en las que abrams ha estado involucrado y tiene web propia y hasta
campaña publicitaria ficticia. En Fringe aparecen posters de Slusho de vez en
cuando y lo bebe Walter Bishop (salió bebiendolo en un poster promocional de la
segunda temporada) y algún ejecutivo de Massive Dynamics. En Star Trek lo pide
Uhura en el bar mientras Kirk trata infructuosamente de llevársela al huerto. Asimismo,
Slusho era parte de una campaña de marketing viral para Cloverfield, donde en
una escena se puede ver a un personaje con una camiseta de la marca
inexistente. Y sin salir de la gasolinera, en ella podemos ver un expositor de
caramelos Rocket Poppeters, muy habituales en Fringe. Estos caramelos formaron
parte de una campaña viral para Super 8 mediante unos anuncios falsos en los
periódicos en que se anunciaba la oportunidad de unirse al club de fans de
dichas golosinas.
Antes del
estreno de Super 8, Abrams anunció que Leonard Nimoy, el legendario intérprete
del Señor Spock en Star Trek (que
también se interpreta a sí mismo de mayor en la versión de Abrams) tendría una
aparición en la película. Por cierto, que en la serie de TV Mission Impossible
tuvo un papel principal cuando Martin Landau dejó la serie. Y en Fringe
interpreta el papel del doctor William Bell, antiguo compañero del Dr. Walter
Bishop en los experimentos que llevaban a cabo con drogas experimentales en
niños de menos de tres años para aumentar sus capacidades, aparte de ser el
presidente y fundador de Massive Dynamic. En super 8 no hay rastro del actor,
pero al parecer, en la tienda de revelado de fotos donde trabaja el fumeta
colgado del pueblo, hay un sobre donde se puede ver el nombre de un cliente:
Leonard Nimoy.
Los niños
están rodando una película de zombies, y en la película en sí hay alguna que
otra referencia al padre del subgénero, George A. Romero. La empresa de
productos químicos que aparece como “mala” de la película se llama Romero
Chemicals, y el protagonista tiene un poster de una película de del director de
La noche de los muertos vivientes en su habitación.
En la escena
final, justo antes del comienzo de los títulos de crédito, se puede ver el
cartel de una taberna llamada "James Locke." En Lost, uno de los
personajes principales era John Locke. En cuanto a James, igual es demasiado
pretencioso afirmar que, si de Lost se tratara, el personaje principal con ese
nombre de pila es James Ford, más conocido como “Sawyer”.
En la escena
donde se va amontonado metal en la torre de agua, uno de los trastos que forman
parte del amontonamiento es un bicicleta clavadita a la de ET. Claro, que es
todo un clásico y una tentación irresistible la unión de una bicicleta con
cesta cerca de un gran foco de luz o la misma luna.
En una
conversación con su hijo, el sheriff Lamb dice: "No tengo nada en contra
de tus amigos, me gustan tus amigos. Con excepción de Cary, que parece que no
puede impedir hacer arder las cosas”. Esta es una clara referencia a Carrie, la
novela de Stephen King sobre una chica con poderes telequinéticos, que
finalmente incendia la escuela y una gasolinera. Curiosamente,
"Carrie" es el libro favorito de Juliet Burke, uno de los personajes
principales de Lost.
Por
insistencia de JJ Abrams, la escena nocturna en la estación donde ocurre el
accidente está rodada realmente por la noche en exterior. La estación es un
decorado y el tren está totalmente generado por ordenador. El accidente de tren
es mucho más espectacular y aparatoso que uno real, y está hecho a propósito.
Por una parte, por inequívocos motivos relacionados con el espectáculo, claro.
Por otro, según declaran los responsables del film, el objetivo era rendir homenaje a las películas
de ciencia-ficción y catástrofes de los años 70. Pues eso.
En cuanto al
alienígena, inevitable es verlo y no acordarse del monstruo de Cloverfield
(aunque hay una manera de evitarlo, y es si no has visto Cloverfield…). Ambas
criaturas han sido diseñadas por Neville Page y, o bien se auto-homenajea o
“tiene un estilo propio recurrente” (o sea, que se repite más que las canciones
de Jarabe de Palo). El parecido es tan evidente que el propio Abrams ha tenido que
desmentir la idea de que ambas películas tengan lugar en un universo
compartido.
Te voy a dar a ti Mcguffin...Es una peli entretenida y mola hasta que sale el bicho y ya la cosa se desmadra (ridícula me parece la escena que van los niños paseando entre explosiones por el pueblo)...aun así se agradece un film con niños como protas ¡vivan los Parchís!.
ResponderEliminarPues si, Un Macguffin, también MacGuffin, McGuffin o Maguffin. Lo del bicho no es mas que la excusa para hacer la peli...
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