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Ya se ha estrenado la de los piratas que una vez fueron de Tim Powers, y ahora, a saber.

PIRATAS DEL CARIBE: EN MAREAS MISTERIOSAS es la continuación de las tres anteriores películas, éxitos en taquilla PIRATAS DEL CARIBE: LA MALDICIÓN DE LA PERLA NEGRA (2003), EL COFRE DEL HOMBRE MUERTO (2005) y EN EL FIN DEL MUNDO (2007). Así que de trilogía nada, ya hablamos de saga.
Producida por  Jerry Bruckheimer y Johnny Depp , dirige  EN MAREAS MISTE­RIOSAS  Rob Marshall, realizador de Chicago, ganador del premio Oscar a la Mejor Película por dicho film y director también de las ambiciosas Memorias de una geisha y Nine: una vida de pasión. El estilo de Rob Marshall ha sido descripto como ‘un hierro envuelto en terciopelo’. El caballeroso pero contundente primer film de Marshall, Chicago, fue nominado a 13 premios de la Academia de Hollywood y se hizo acreedor de seis, incluido el de Mejor Película, en 2002. Sus dos siguientes trabajos, Memorias de una geisha y Nine: una vida de película fueron nominados a 10 premios Oscar en conjunto, y se convirtieron en receptores de tres de ellos. 




 
Ted Elliot y Terry Rossio, los guionistas  que antes de la pri­mera PIRATAS DEL CARIBE ya ha­bían escrito Aladdín o Shrek, se encontraron con una estupenda historia de piratas ya escrita, con todos los ingredientes necesarios para adaptarlos a una aventura de Jack Sparrow; la novela de Tim Powers “En costas Extrañas”. Con las historias de Will Turner y Elizabeth Swann resueltas en EN EL FIN DEL MUNDO, Elliot y Rossio buscaron crear nuevos personajes, reteniendo a la vez algunos de los personajes favoritos de la saga, en particular el Capitán Héctor Barbossa (Geoffrey Rush), Joshamee Gibbs (Kevin R. McNally) y, por supuesto, el Capitán Jack Sparrow. La novela de Tim Powers incluía al legendario Barbanegra como uno de los personajes centrales. Completa el reparto Penélope Cruz como Angélica, “Angélica tuvo una relación en el pasado con Jack Sparrow, pero él la traicionó y le rompió el corazón”, explica Cruz. “Ahora ella disfruta buscando su venganza. Angélica tiene la mente de un pirata y es una gran manipuladora, muy mentirosa y una genial actriz. Realmente sabe cómo engañar a la gente, aunque en el fondo es un alma bastante pura y tiene un buen corazón. Para llegar a la Fuente de la Juventud necesita a Jack Sparrow tanto como Jack la necesita a ella”. Ian McShane encarna a Barbanegra, Sam Claflin al misionero Philip Swift y Astrid Bergès-Frisbey a Syrenia, que es… una sirena.






 
El resto del elenco se completó con un grupo de actores  internacionales que incluye a Stephen Graham, de Gran Bretaña, quien ya había trabajado con Depp en Enemigo público; Richard Griffiths, Roger Allam, Greg Ellis y Damian O’Hare (los dos últimos repitiendo sus personajes de Groves y Gillette). También está Robbie Kay, de 13 años de edad, el primer niño que interpreta a un pirata en la saga; los españoles Oscar Jaenada y Juan Carlos Vellido; Yuki Matsuzaki, de Japón; la supermodelo australiana Gemma Ward (como la sirena Tamara) y la belleza argentina Jorgelina Airaldi, también como una de las sirenas.

Además, nuevamente de regreso luciendo el sombrero pirata está Keith Richards, el legendario guitarrista de The Rolling Stones, en su rol del Capitán Teague.








En cuanto me enteré de que se había cogido el libro de Powers, el temblequeo que me entró fue de aúpa, pues me confieso seguidor del escritor, siendo En Costas Extrañas, para mi gusto, su segunda mejor novela tras Las Puertas de Anubis. Como a todo, aún así, le daré una oportunidad, pues los años me han desencabalgado de ese jumento llamado intransigencia, y enseñado a no prejuzgar. Pero se hace difícil.

 
Si en Las puertas de Anubis trasladaba al lector a un Londres plagado de magia y misterio, en esta ocasión lo hace al aún más enigmático Caribe de la época dorada de los piratas y bucaneros con toda la emoción del saqueo de barcos bañada con la intriga de un mundo mágico que no responde a las leyes conocidas, pero en el que la magia es el medio de satisfacer profundas ambiciones y deseos ocultos. El libro narra las aventuras de John “Jack Shandy” Chandagnac, quien viaja al nuevo continente después de la muerte de su padre, un titiritero, para hablar con su tío, quien aparentemente se ha hecho con la herencia de la familia. En el camino conoce a una joven llamada Beth Hurwood y su padre, un profesor de Oxford. Su barco es abordado por piratas, y con la ayuda del profesor y su asistente el capitán es asesinado, y Chandagnac es forzado a unirse a la tripulación pirata. A medida que avanza la trama, el lector descubre las siniestras intenciones del profesor, que implican a su mujer muerta, a su joven hija y al pirata más famoso de todos los tiempos, Barbanegra. Chandagnac, ahora pirata y conocido como “Jack Shandy”, debe parar el malévolo plan y salvar a la bella Beth Hurwood. De poco prometedor marinero a capitán de barco, tal y como manda el canon de aventura náutica con bebedores de ron y luchadores de taberna. Y aparte de eso, loas vudú, zombies, doctores brujos y La fuente de La Eterna Juventud. Cuando la vida de Jack se cruza con la de Edward Teach, más conocido como Barbanegra, se inicia una de las mejores aventuras salidas de la pluma de Powers, un exótico viaje por un Caribe oscuro y misterioso en el que el héroe se enfrentará a un montón de peligros, conseguirá rescatar a la damisela de sus sueños y destruirá a los malos. Bueno, más o menos, porque la vida de un héroe de Powers no es precisamente un camino de rosas. Powers siempre hace sufrir al protagonista de sus historias las más variadas trampas y celadas, de las cuales ver cómo escapa es parte del proceso de disfrute de la novela. 

Lo mejor de esta novela es la soberbia síntesis que se hace entre el mundo de la piratería en el Caribe de comienzos del siglo XVIII y la trama fantástica, rasgo que también refulge en el resto de la producción del autor. Para enhebrar ambos elementos Powers suele utilizar un recurso, en su caso nada gratuito, que siempre le ha dado un resultado inmejorable. Introduce personajes históricos conocidos en sus argumentos para aumentar la verosimilitud de lo que está contando y acercar lo extraño hacia el lector. El resto de los ingredientes Powers están también presentes, como puede ser el endurecimiento del personaje principal a base de recibir palos y sufrir todo tipo de castigos físicos (lo opuesto a lo que suele ser normal en las novelas de fantasía al uso), la búsqueda de la vida eterna, los cambios de cuerpo, la corrupción que tiene el poder absoluto, y el uso de una magia primigenia lejos de los vulgaridad con la que se suele utilizar.

Aunque Ron Gilbert había dicho con anterioridad y numerosas veces que Monkey Island (toda la serie) de videojuegos estaban inspirados en la atracción de Disneyland Piratas del Caribe, en su blog personal afirmó que la verdadera inspiración fue este libro.

Volviendo a la película, este es el argumento “oficial”En esta historia llena de acción, donde se encuentran la verdad, la traición, la juventud y la muerte, el Capitán Jack Sparrow se cruza con una mujer de su pasado (Penélope Cruz) y no está seguro de si lo que ocurre ahora entre ellos es amor… o si ella es una despiadada impostora que lo está usando para hallar la famosa Fuente de la Juventud. Cuando esta mujer lo obliga a abordar el Queen Anne’s Revenge, el barco del terrible pirata Barbanegra (Ian McShane), Jack se encuentra en una inesperada aventura en la que no sabe a quién temerle más: si a Barbanegra o a la mujer de su pasado.



 
De momento las críticas oídas y leídas no son demasiado buenas. Supongo que habrá que esperar lo mismo que de la otras películas anteriores: cine palomitero para pasar el rato. Pero en alguna ocasión he manifestado que me gusta esa clase de cine, pues aparte de ver películas con recado, de vez en cuando hay que dejarse ir. Así que cuando la vea, ya sabréis que mi crítica igual no es muy crítica. O si. O yo que sé.
Y en 3D, claro.









Varios Concept art de la película

Las puertas de Anubis

Voy a hablar de uno de mis libros favoritos, de esos cuya lectura me dejó enganchado sin poder soltarlo en ningún momento. Se trata de la novela más conocida y famosa de Tim Powers. De hecho, Powers tuvo la "mala suerte" de realizar su obra maestra muy temprano, cosa que ha propiciado que el resto de sus obras sean comparadas con esta.
Las Puertas de Anubis mezcla temas clásicos de la novela histórica, la fantasía, la ciencia ficción y la novela de intriga. De esta mezcla ecléctica algunos lo han llamado Stream-punk, o sea, fantasía en un espacio histórico concreto (normalmente entre finales de la revolución industrial y comienzos del siglo XX).



Brendan Doyle, un profesor universitario cuarentón especializado en poesía romántica inglesa de finales del XVIII y principios del XIX, es llamado por un excéntrico millonario que ha descubierto una manera de viajar por el tiempo. Quiere que participe en una expedición al Londres de 1810 para escuchar una conferencia de Samuel Taylor Coleridge, uno de los célebres poetas del lago. Aunque en principio se muestra reticente, acaba aceptando ya que no tiene nada que perder. Todo sale a pedir de boca, viajan al pasado y escuchan al poeta. Pero cuando están a punto de regresar alguien secuestra a Doyle. Desde ese momento todo cambia en su vida: además de verse atrapado en 1810 sin posibilidad de regresar al presente, se verá envuelto en una compleja trama llena de intrigas en la que toman parte viejos magos procedentes de Egipto, bandas organizadas de mendigos y una especie de hombre lobo capaz de cambiar de cuerpo.





Una de las cosas que más me cautivaron es que Powers se inventa a William Assbless, un supuesto poeta romántico de segunda fila coetáneo de Byron, Shelley y Keats, y le proporciona tanta verosimilitud que llegas a pensar que dicho personaje existió. Y, en realidad, es el pseudónimo que utilizan tanto Powers como James P. Blaylock (un escritor californiano, compinche de Powers) para dar salida a sus versos.
Personajes memorables como Horrabin, el macabro payaso que gobierna el bajomundo de un Londres de comienzos del XIX, que acostumbra a caminar con unos zancos para evitar en lo posible el contacto con el suelo; o Amenofis Fikee, condenado a padecer hipertricosis por los siglos de los siglos.

Tim Powers utiliza un lenguaje ameno y un ritmo narrativo intenso. Es del tipo de novela que te proporciona la información lentamente, que engancha y que de cuando en cuando te sorprende cuando menos te los esperas. A destacar la variedad de personajes y situaciones: Experimentos genéticos facasados, viajes en el tiempo, licantropía, Dioses egipcios, clones, magia negra, cargas de caballería… Hay que leerse la obra con atención, pues el argumento mantiene muchas tramas y sub-tramas paralelas.
Para mí, imprescindible para el amante de la literatura fantástica.