Voy a hablar de uno de mis libros favoritos, de esos cuya lectura me dejó enganchado sin poder soltarlo en ningún momento. Se trata de la novela más conocida y famosa de Tim Powers. De hecho, Powers tuvo la "mala suerte" de realizar su obra maestra muy temprano, cosa que ha propiciado que el resto de sus obras sean comparadas con esta.
Las Puertas de Anubis mezcla temas clásicos de la novela histórica, la fantasía, la ciencia ficción y la novela de intriga. De esta mezcla ecléctica algunos lo han llamado Stream-punk, o sea, fantasía en un espacio histórico concreto (normalmente entre finales de la revolución industrial y comienzos del siglo XX).
Brendan Doyle, un profesor universitario cuarentón especializado en poesía romántica inglesa de finales del XVIII y principios del XIX, es llamado por un excéntrico millonario que ha descubierto una manera de viajar por el tiempo. Quiere que participe en una expedición al Londres de 1810 para escuchar una conferencia de Samuel Taylor Coleridge, uno de los célebres poetas del lago. Aunque en principio se muestra reticente, acaba aceptando ya que no tiene nada que perder. Todo sale a pedir de boca, viajan al pasado y escuchan al poeta. Pero cuando están a punto de regresar alguien secuestra a Doyle. Desde ese momento todo cambia en su vida: además de verse atrapado en 1810 sin posibilidad de regresar al presente, se verá envuelto en una compleja trama llena de intrigas en la que toman parte viejos magos procedentes de Egipto, bandas organizadas de mendigos y una especie de hombre lobo capaz de cambiar de cuerpo.
Una de las cosas que más me cautivaron es que Powers se inventa a William Assbless, un supuesto poeta romántico de segunda fila coetáneo de Byron, Shelley y Keats, y le proporciona tanta verosimilitud que llegas a pensar que dicho personaje existió. Y, en realidad, es el pseudónimo que utilizan tanto Powers como James P. Blaylock (un escritor californiano, compinche de Powers) para dar salida a sus versos.
Personajes memorables como Horrabin, el macabro payaso que gobierna el bajomundo de un Londres de comienzos del XIX, que acostumbra a caminar con unos zancos para evitar en lo posible el contacto con el suelo; o Amenofis Fikee, condenado a padecer hipertricosis por los siglos de los siglos.
Tim Powers utiliza un lenguaje ameno y un ritmo narrativo intenso. Es del tipo de novela que te proporciona la información lentamente, que engancha y que de cuando en cuando te sorprende cuando menos te los esperas. A destacar la variedad de personajes y situaciones: Experimentos genéticos facasados, viajes en el tiempo, licantropía, Dioses egipcios, clones, magia negra, cargas de caballería… Hay que leerse la obra con atención, pues el argumento mantiene muchas tramas y sub-tramas paralelas.
Para mí, imprescindible para el amante de la literatura fantástica.
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