Reproduzco su vida en sus palabras, publicadas en ABC con motivo de su 90 cumpleaños, y la imprescindible y miajillística recopilación de dibujos, que siempre hablan mas del artista de lo que el mismo autor piensa.
Antonio Mingote Barrachina, nacido en Sitges hace algo más de 93 años, ha muerto hoy, 3 de Abril de 2012 en Madrid. A ver si va a ser verdad lo del fin del mundo...
No es que comulgara demasiado con muchas de sus cosas, con otras si, de eso va el mundo, de acuerdos y desacuerdos, pero parecía un hombre como poco cabal, y desde luego, un enorme dibujante. Cuando un artista de este calibre se va, el mundo se queda desdibujado.
1. Mi llegada al mundanal ruido: «Mi madre, que vive
con mi padre en Daroca, va a nacerme a Sitges, en casa de los abuelos. Nazco
puntualmente el 17 de enero del año 1919, día de san Antonio Abad, mientras por
la calle de Jesús pasan los animales que llevan a la parroquia a recibir la
bendición tradicional. Alguien sugiere que es un buen augurio, ¿no cree?».
2. Calatayud, Daroca: «Vivimos en Calatayud un tiempo
corto, porque mis primeros recuerdos son de Daroca. ¿Sabe?, recuerdo aquella
nieve en la montaña, el castillo, las murallas, el paisaje que veo desde el
balcón de nuestra casa de la calle Mayor...»
3. Los pinos: «Siempre que veo un pino me trae a la
memoria el paisaje y los pinares de Daroca. También mi primer colegio, el de
los Escolapios en la Puerta Alta, con el escaso entusiasmo, le confieso, que
siempre ha despertado en mí el trance de estudiar. En uno de los primeros días,
al salir precipitadamente para volver corriendo a casa, doy con la cabeza en
una piedra del quicio. Aquí está, mire, mire, la pequeña cicatriz».
4. Teruel: «Fui tiple solista en el coro del Colegio
de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, donde alcanzo algún éxito como
dibujante. Me rompo la nariz contra un árbol del patio, lo que escachifolla irreparablemente
su natural belleza».
5. 1931: «Se proclama la República. En una primera
reacción los frailes emprenden la desbandada y se cierra el colegio. Volverán
en seguida, pero entre tanto, ya en el Instituto, he pasado de alumno libre a
alumno (lo que me hace más libre)».
6. 17 de julio de 1932: «Soy un niño que dibujo en
Teruel a “Roenueces” y lo envío al suplemento infantil “Gente Menuda”, de
Blanco y Negro, ¡una revista preciosa que añoro y lloro con lágrimas cuando
pienso que desapareció! Le aseguro que me puso muy contento que lo publicaran
este día. “Roenueces” era un conejo creado por Paco López Rubio, hermano del
cineasta y escritor José. Mi primer dibujo para ABC».
7. 1931-36, primeras lecturas: «Oiga usted, eran
tiempos maravillosos. Mi madre me enseña a admirar con humildad a los
admirables, y mi padre me descubre el 98. Ildefonso-Manuel Gil, pariente y
amigo muy querido, me revela a los del 27 y a tantos otros».
8. Teoría de los tres «Ramones»: «No anda
desencaminado usted con su “teoría de los Ramones”. Sí, sí, yo, por mi cuenta,
voy descubriendo a dibujantes y humoristas, y guardo desde entonces devoción a
tres Ramones: don Ramón del Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y Ramón Gómez de
la Serna».
9. Mi primera novia: «En el Instituto descubro en la
casa de enfrente a la chica que será mi primera novia. Cuando no nos veían
hasta hacíamos manitas. ¡Pero estaba terminantemente prohibido! Nos íbamos al
infierno de cabeza. En aquellos tiempos los curas nos hicieron mucho daño.
¿Cómo vas a hacer caso al Infierno cuando eres joven y tienes a tu lado a una
preciosidad de mujer, no cree? ¡Además...! que eso del Infierno no es más que
un invento perverso. Así lo recuerdo en el «Retrato» que de mí publicó Círculo
de Lectores».
«Mi madre me enseñó a admirar con humildad a los admirables,
y mi padre me descubre el 98. Y el 27, Ildefonso-Manuel Gil»
10. 1936-39: «Nieto por parte de padre y de madre de
dos veteranos carlistas, e hijo de un difuso derechista, derivo en requeté. Me
alisto para lo que va a ser la Guerra Civil. Pocos días después del 18 de
julio, presencio desde el balcón de una barbería de la Plaza del Torico, donde
he ido a cortarme el pelo, la ejecución por tiro en la nuca de trece personas a
cargo de unos falangistas. Llegan noticias de fusilamientos de curas y monjas y
derechistas varios en la parte que permanece fiel a la República. Me pregunto
perplejo en qué mundo me han metido, pregunta a la que muy difícilmente le
puedo contestar aún hoy».
11. Sierra de Albarracín: «Estoy destacado en el
Tercio de Santiago en la Sierra de Albarracín (Orihuela del Tremedal). Teruel
es ocupada por el ejército entonces llamado rojo. Reconquistada la ciudad,
acudo con la esperanza de poder encontrar noticias de mis padres y mi hermana.
Teruel es un montón de escombros y sólo tres o cuatro personas deambulamos
entre las ruinas. Meses después recibo noticias a través de Cruz Roja. Al menos
están vivos los tres».
12. Alférez: «Me hago alférez provisional en la
Academia de Ávila. Ya oficial, me incorporo a la 5ª División de Navarra, que va
a hacer la campaña de Cataluña, rompiendo el frente por Lérida. Tengo noticias
de que mi madre y mi hermana están en Barcelona, en el piso de mi tío Samuel
Barrachina en la calle Muntaner (mi padre sigue en la cárcel en Valencia)».
13. La «conquista de Barcelona»: «Cuando mi batallón
(el 4º del Regimiento de Zamora n. 29) llega al Tibidabo, con Barcelona en sus
faldas, pido permiso al Comandante Trapero para ir a ver a mi madre. Me lo
niega, porque según los planes del Estado Mayor no entraremos en Barcelona
hasta el día siguiente. Insisto en mi petición y el comandante me acusa de
estar loco. Sigo insistiendo y me autoriza a hacer lo que quiera siempre que él
no se entere. Acompañado de mi asistente, Miguel Flores, emprendo decididamente
la “conquista de Barcelona”. Bajo marcialmente por la calle Muntaner. La gente
me mira extrañada, pero en silencio por mi uniforme e insignias que no le son
familiares. Llego a la casa, y una mujer me dice que la familia Barrachina se
trasladó a Sitges hace dos días. Sólo queda regresar a las bases. Así que,
después de tomar Barcelona, la devuelvo, generosamente. (Cuento esto detalladamente
porque esta fue «mi guerra»).
14. Filosofía y Letras: «Con la paz me traslado a
Zaragoza y me incorporo a la familia, que ya está viviendo allí. Los tiempos
son difíciles y mi pequeño sueldo de oficial me ayuda. Me matriculo en la
Facultad de Filosofía y Letras, donde hago dos cursos. Todavía no comprendo
cómo pasé al segundo cuando no miré un libro en el primero. Tampoco, claro, en
el segundo».
15. Academia de Infantería: «Interrumpo mi brillante
carrera universitaria para ingresar en la Academia de Transformación de
Infantería, en Guadalajara, donde se me transforma en militar profesional».
16. Anthony Mask: «Es el pseudónimo con el que
firmaba mis novelas policiacas. Durante el tiempo en la Academia de Infantería,
de la que conservo muy buenos recuerdos y me trajo la amistad del inolvidable
Ángel Palomino, quitándole tiempo al estudio de la Táctica y las Ordenanzas,
escribo “Ojos de esmeralda”, que sitúo en Nueva York, y me la publica Calleja
en la colección El elefante blanco. En aquellos tiempos, una novela policiaca
que llevara en la cubierta el nombre de un autor español se vendía mal. Se
vendía peor, desde luego, que si el autor era anglosajón, o, por lo menos, lo
aparentaba. También escribí alguna del Oeste, como “Los revólveres hablan de sus
cosas”.
«Cuando en el fragor de la batalla me hirieron, pensé que
era el final, pero no tenía miedo; sabía que me esperaba algo mejor»
17. La Codorniz: «Hacia final del año 1946 un
compañero de la pensión donde vivo, amigo también de Álvaro de Laiglesia, me
lleva a su redacción a presentarme junto a mis dibujos. Soy aceptado. Fue la
revista “La Codorniz” uno de los cuatro o cinco acontecimientos culturales más
importantes del siglo XX en España. Por su significado, por su categoría, por
su trascendencia y por lo que trajo consigo. Lo que hacía «La Codorniz» era
poner en ridículo y en evidencia todas las cursilerías, la ranciedad y todo lo
viejo que en aquel momento quería ponerse otra vez de moda. O quería imponerse.
De alguna manera, fue la otra generación del 27. Hago dibujos y escribo cuentos
para la revista mientras velo junto a mi madre, inmovilizada por una embolia.
Ella muere en abril de 1947».
18. Adiós al Ejército: «Con los dibujos para
publicidad en la agencia “Clarín” y las colaboraciones en “La Codorniz” decido
que mi economía se puede calificar de floreciente y solicito mi separación del
Ejército».
19. Las tertulias de café: «Largas horas allí,
primero en el Varela, luego en el Comercial y en Maraca, un pequeño bar ya
desaparecido. Proyectos y charlas interminables con Carlos Clarimón y Rafael
Azcona, que se revela como novelista auténtico: “El pisito”, “El cochecito”, “Los
ilusos”... Y en el Gijón, ¿recuerda?».
20. Mi incorporación a ABC: «Paco Muñoz, que con
Josechu Gardoqui y Juan Manuel García de Vinuesa dirige “Clarín”, lleva algunos
de mis dibujos al director de ABC, Torcuato Luca de Tena, el primero de los
Luca de Tena, a quien debo tanto agradecimiento. El segundo en mi cronología
sentimental será el padre, Juan Ignacio; el tercero, Guillermo. Soy aceptado y
empiezo a publicar un chiste diario».
21. 19 de junio de 1953, mi primer dibujo en ABC: «Un
caballero desayuna. En la mano izquierda sostiene el café; en la derecha
despliega la sábana del periódico y detrás una bomba a punto de estallar. El
buen señor dice: “Veo que ya no protestas de que lea el periódico en la mesa,
querida. Celebro que te vuelvas tan razonable”... Yo hubiera preferido que el
primer dibujo mío que se publicó en ABC fuera el que salió en segundo lugar. En
la viñeta aparecía un tipo delante del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
y otro mirando un encendedor, que dice: “Este encendedor está hecho en España.
Parece que están empezando a hacer algunas cosas”. Fíjese, ¡Delante del Monasterio
de El Escorial!»
22. Las palmeras de cartón: «Tomás Seral y Casas me
pide editar una novela que empecé a escribir hace varios años, “Las palmeras de
cartón”. La termino afanosamente y se publica en 1948 con ilustraciones de
Goñi, lo que me llena de orgullo».
23. El jamón de los comerciantes: «Publico un
artículo, reforzado con algunos chistes en la revista “Don José”, y también en
ABC, que hiere la sensibilidad de unos comerciantes de comestibles, vigilados y
sancionados por la Administración. Me denuncian por injurias y me siento en el
banquillo de los acusados. Me piden un millón de pesetas y destierro. Una
periodista asturiana, Nieves Peón, sugiere que mis admiradores contribuyan con
una peseta. Recibe un total de 12 pesetas, con lo que se derrumban mis
esperanzas de riqueza y mi optimismo respecto al ejército de admiradores. En el
juicio quedo absuelto, los comerciantes apelan al Supremo, pero llegamos a un
entendimiento. Me retracto, declaro que no tuve intención de injuriar y los
comerciantes me regalan un jamón. En 1955 me caso por primera vez y el 29 de
noviembre nace mi hijo Carlos».
24. 1966, matrimonio con Isabel Vigiola: «Me caso por
segunda vez. Ahora con Isabel, lo que va a resultar muy gratificante. La conocí
en casa de Edgar Neville, de quien era secretaria. Lo ha sido todo. Lo es. No
sé qué habría sido de mí sin Isabel».
25. El cine: «Mi amigo José Luis Dibildos me propone
colaborar, en 1969, en un guión para una película, “Soltera y madre en la
vida”, que protagoniza la estupenda Lina Morgan. Seguirán “Pierna creciente,
falda menguante” y “Españolas en París”, ambas para la querida Laura
Valenzuela, “Vota a Gundisalvo”, un personaje político de mis chistes, que es
declarado “popular” del año 1971 por el diario Pueblo».
26. La amistad: «Los amigos son la mayor riqueza del
hombre. Puedo presumir de amigos extraordinarios, tanto los pasados como los
actuales, incluidos, espero, algunos que no conozco».
27. Manolo Summers: «En este oficio estrafalario de
dibujar en los periódicos, Manolo Summers, compañero también en ABC, es el
autor de chistes, el humorista gráfico que todos los que nos dedicamos a esta
cosa quisiéramos ser».
28. Chumy Chúmez: «Empezamos juntos en “La Codorniz”,
que dirigía Álvaro de la Iglesia, aunque yo comencé en esto dos o tres meses
antes. Me acuerdo que Álvaro me decía: “Mira, aquí tengo unos dibujos de un
loco de San Sebastián que te pinta los ojos en la punta de la nariz...” Y nos
reíamos. Era muy bueno. Siempre fue estupendo, desde el principio, y ya
dibujaba muy bien, desde el principio».
29. Tono, Alfonso Ussía: «He tenido la suerte de
contar siempre con amigos extraordinarios. Al principio yo era el más joven. La
dirección de la revista “Don José” me reportó la amistad de Tono, dibujante
fabuloso, humorista rompedor no apreciado en lo que tuvo de innovador (junto
con Mihura) en el dibujo y en los textos que desconcertaban e indignaban a los
sesudos caballeros de la época. Tono, que tenía treinta años más que yo, fue mi
amigo hasta su muerte.
Tan amigo como lo es ahora Alfonso Ussía, a quien le llevo
treinta años también. Alfonso me convenció para que pronunciara una conferencia
en el Club Financiero. Lo hice con algún éxito, por cierto. Fue la primera y
última conferencia de mi vida, y, a pesar de haberme arrastrado a un ejercicio
tan penoso y conflictivo, Alfonso sigue siendo mi amigo entrañable».
30. El inolvidable Tip: «Se han ido todos. Primero
fueron los fundadores de “La Codorniz”, aquella generación irrepetible,
prodigiosa, que eran Mihura, Tono, López Rubio, Perdiguero, Neville, Herreros,
Alfonso Sánchez, todos aquellos tipos extraordinarios, a los que admiro y
quiero. Y luego se van yendo los que le seguimos. Estoy en la cola».
31. Ángel Novella: «Él veía mis dibujos, y me aconsejaba
de vez en cuando, porque era un pintor muy amigo de mi padre, y yo le ayudaba a
recopilar datos para unas oposiciones a profesor de instituto. Más que maestro
era mi amigo y consejero».
32. Mi humor: «Si como usted dice no era apto para
pelmazos ni bienpensantes hace cincuenta años tampoco lo es ahora. Es un humor
anticursi y contra la intransigencia, contra la intolerancia. Por eso a mí me
molesta el hecho de que algunos humoristas sean intransigentes e intolerantes.
Cuando las ideas políticas de alguien se manifiestan de una manera violenta, ya
pierden autoridad, valor, vigencia y no tienen ningún sentido. Y el humor no
tiene por qué ser así. El humor tiene la obligación de ser imparcial y
tolerante con el que no está de acuerdo con uno. Hay que ser tolerantes. Hay
algunos humoristas que no son tolerantes. Y eso está mal. Eso es malo. Malo
para ellos».
33. El humor (en general): «No es más que explicar
las cosas como son. El humor consiste en quitar todo lo que es lugar común,
frase hecha, costumbre, rutina. El humor escudriña y cuando explicas las cosas
como son entonces te das cuenta de que la mayoría de las cosas son
estrafalarias, absurdas, ridículas».
34. El humor (en rigor): «No se puede crear humor
frívolamente, como en broma, eso es una gilipollez. El chiste es una broma y
una gracia oportuna, porque si no es oportuna, es un coñazo».
35. Jardiel Poncela: «Fui a visitarle al café de La
Elipa, y de repente va y me espeta: “Yo te admiro, hijo”. Aquello me dejó
patidifuso. ¡Que Jardiel me admirara por unas chorradas que hacía en “La
Codorniz”!... Él era muy amable. Nuestra generación le debe todo a Ramón y a
Picasso. Esos son nuestros padres, los
padres de esta generación de Jardiel, ante la cual nosotros
somos los nietos. O los residuos, o los hierbajos...»
36. El humor (imparcial): «Y tolerante hasta cierto
punto. Hay cosas que no se pueden tolerar: el fanatismo, la cursilería... El
fanatismo, sobre todo, es nuestra peste. Hay mucho fanatismo: en la derecha y
en la izquierda. La gente está muy fanatizada. Hay fanáticos del deporte, de la
religión, de la política, de todo».
37. La ternura: «Supongo que en mí se cumple aquella
máxima de “Nada de lo humano me es ajeno”, pero con perdón y modestia».
38. La política: «Es eventual. Los políticos pasan.
Chistes políticos de hace uno, dos o tres años ya no tienen ningún sentido. En
cambio, si tú hablas de la naturaleza, de los árboles, eso es permanente y
valioso siempre. Por eso digo que a mí la política como motivo de mis chistes
no me interesa mucho.. La política siempre es conflictiva para quien se mete a
hacerla, comentarla o a lo que sea. Los políticos me aburren. Hay otros temas
que me parecen más propios, aptos, adecuados y divertidos para hacer chistes:
la ecología, la educación, la sanidad, la circulación, los automóviles, los
árboles...»
39. Hombre solo: «El hombre de hoy no es
fundamentalmente diferente al hombre de hace quinientos años. El hombre ha
estado radicalmente solo siempre. Solo e indefenso. Lo que pasa es que ahora se
ve inmerso en situaciones nuevas que no logran precisamente mejorar las cosas.
El hombre de hoy asiste a la contaminación de los mares y las costas, está
invadido por la prisa, por la sociedad de consumo, por atascos de tráfico, por
la masificación en todos los campos, por la crisis...»
40. Hombre libre: «Sin libertad no hay nada que
hacer. Bueno, sin libertad hicimos muchas cosas. Esta es una cuestión que me
gustaría recalcar. Es mentira que durante el franquismo no se hiciera nada. Se
hizo lo que se pudo y se pudo algo. Y bastantes cosas se pudieron hacer. Y se
hicieron. Y surgió gente nueva. Surgieron valores, se publicaron libros, se
estrenaron comedias. Luego se ha querido ningunear lo anterior; como si no
hubiera pasado nada. Hombre, ¿hubieran podido pasar otras o las mismas cosas
con más significación? ¡Yo qué sé! Sí, seguro, claro, pero la gente valiosa produjo,
se significó, se manifestó de una manera o de otra. Sin duda».
41. La Radio: «Yo fui presidente del “Debate sobre el
Estado de la Nación”, bajo la dirección de Luis del Olmo. Allí estaban Luis
Sánchez-Polack “Tip”, Alfonso Ussía, Miguel Gila, Antonio Fraguas Forges —que
como usted sabe nació el mismo día que yo, pero bastantes años después—, José
Luis Coll, Chumy Chúmez, Antonio Ozores... todos amigos extraordinarios».
42. El Quijote: «Ilustrarlo con 600 dibujos ha sido
el sueño de mi vida. Todavía me emociono al releer ese prodigio literario.
Cervantes, padrastro de Don Quijote, es el padre de todo el humor español,
aunque en aquellos tiempos le negaran el pan y la sal por ser humorista. Lo
crucificaron... Y en España el humor es despreciado. Si los cursis que se hacen
los trascendentes pudieran hacerlo prohibirían el humor. Sería como prohibir el
amor. La vida es libertad, humor y amor».
43. Los premios: «Me haría ilusión obtener el
Pichichi. El fútbol fue una afición de joven, ahora ya me tiene un poco sin
cuidado; no despierta mi entusiasmo, porque no tiene que ver con el deporte. Ya
no es una afición, es una devoción, y a mí las devociones ya no me van...»
44. El premio Mingote: «Lo instituye Juan Ignacio
Luca de Tena en ABC, hombre generoso y cordial, inolvidable. Es para dibujos de
humor, alternando con fotografías en prensa, que se une a los ya clásicos Cavia
y Luca de Tena».
45. El premio Luca de Tena: «Un honor, un orgullo,
una gran satisfacción haberlo recibido. Estaba en Rodas el día que me lo
concedieron. Me sentí, y me siento, muy orgulloso y perplejo».
46. El teatro: «Con los figurines para “Los
caciques”, de Arniches, consigo el premio Larra. Hice más decorados, para “Ni
pobre ni rico sino todo lo contrario”, “Usted tiene ojos de mujer fatal”,
etc...»
47. La Real Academia: «Lo paso muy bien, disfruto en
los debates. Estoy rodeado de sabios cordiales y amistosos, mi vecino de silla
es Luis María Anson, a quien tanto debo profesionalmente. Desde mi ingreso se
han ido ya muchos. Los echo de menos».
48. La letra «r»: «Rindo homenaje en mi letra del
sillón académico a las mujeres que conozco y amo, sirviéndoles la palabra, conmovedora,
“rebajas”: Aunque entre sus súbditos más abyectos está la palabra “rencor”».
49. Dios: «El Misterio. Todo está en el Misterio.
Pero a Dios lo lleva cada uno a su manera. Y la gente, con Dios de por medio,
es muy susceptible».
50. La gente: «Es que yo a la gente la quiero de
verdad».
51. La memoria histórica: «Aquel conflicto
fratricida... —¡estúpida Guerra Civil!— fue un ¡disparate! Lo que deberíamos
hacer es avergonzarnos, olvidarla y procurar que no se repita».
52. Los nacionalismos: «Nacer en Cataluña, ser
aragonés, vivir y trabajar en Madrid, estar casado con la hija de un vasco con
todas las virtudes de los vascos, tener casa en Andalucía me ha librado del
estúpido fervor pueblerino y aldeano de los nacionalismos. El nacionalista, en
el fondo, no es otra cosa que un paleto. El problema es el fanatismo. El
fanatismo es la lepra. Es lo peor. Cualquier fanatismo, pero no digamos el
fanatismo patriótico».
53. El pensamiento: «Ahora que dicen que soy un
dibujante de humor, debo confesar que empecé por casualidad, porque yo no
pensaba ser un dibujante, sino escritor, periodista, como usted».
54. La nación: «Yo creo que el obstáculo principal
para que España no sea una nación cómoda, simpática, alegre y cordial es el
nacionalismo. La ETA es una excrecencia nacionalista. Nuestro problema nacional
es el nacionalismo. Y la ETA —a la que se le han cedido estúpidamente unos años
durante los que se ha rearmado y que nosotros hemos perdido de paz y
tranquilidad— es una rama nacionalista».
55. Las guerras de nuestros antepasados: «Hace
noventa años había guerras. Hoy siguen. Ahora lo malo es que parece que
habíamos llegado a un consenso, a una convivencia civilizada y se están
recrudeciendo las enemistades, la violencia. La controversia se sustituye por
el insulto. Eso es muy malo. A mí me asusta porque yo tengo memoria de los años
anteriores a 1936 y sé lo que pasaba. Me da mucho miedo este recrudecimiento de
la hostilidad de unos contra otros. Esto es muy malo. Si los políticos no
consiguen que sus seguidores se comporten civilizadamente, vamos al desastre.
Esta violencia, estos insultos, estas banderas inoportunas, no sé, a mí me
preocupan mucho».
56. Las dictaduras: «Son paraísos de los mediocres.
De derechas y de izquierdas. Vulgaridad absoluta. Los mediocres que son adictos
pues prosperan, los mediocres que son adictos tienen privilegios y ventajas.
Pero por otro lado también en las dictaduras surgen y se manifiestan los
verdaderos valores a pesar de la dictadura. Y el que tiene un valor se
manifiesta, haya dictadura o no haya; da igual. Ahora, como es natural no es
deseable la dictadura; es indeseable; por supuesto, malogra muchas cosas, pero
no tantas. Es indeseable porque no hay libertad y sin libertad no se puede
vivir. Ya decía Azaña que la libertad no hace mejores a los hombres; los hace
simplemente hombres. Seres humanos».
57. La honestidad: «Con la libertad por ideología y
el sentido común como programa nos enfrentamos al mundo y sus pesadumbres... ¡y
la política! (¿no es política todo?). Así me he esforzado yo, como tantos
otros, en ejercer honestamente mi oficio».
58. El respeto: «En esta modesta brega del comentario
de humor, faltar al respeto no es ofender, es sólo eludir esa cosa ambigua,
meliflua, evanescente y problemática que es el respeto. Se puede faltarle al
respeto, tomar a broma a quien se ama. Lo ofensivo es el desprecio, el
silencio».
59. Las tonterías: «No hay tonterías de derechas o de
izquierdas. Hay tonterías. O mendacidades, vilezas, falacias, inconveniencias».
60. El «meterse con»: «Aparte de que esta expresión
parece más adecuada para un provocador tabernario que para un aceptablemente
educado comentarista, yo no me meto con nadie. Cuento, hasta donde yo puedo
entenderlo, lo que pasa, lo que veo».
61. El perdón: «Nos equivocamos, por supuesto, pero
estamos siempre dispuestos a aceptar nuestro error, a rectificar si es preciso
y, si a mano viene, pedir perdón».
62. El ideario: «No tenemos ideología, tenemos
ideas».
63. La mente: «Todos tenemos la semilla. Hacerla
producir depende de cada uno».
64. El mal: «Asombra la fertilidad de la gente en la
invención de vilezas y tonterías».
65. La sabiduría: «He convivido con personas
intelectual y humanamente admirables».
66. El amor: «Quiero incluso a quienes ridiculizo. He
sido afortunado haciendo lo que me gustaba y de la manera que a mí me ha
parecido mejor, siempre con la comprensión y el afecto de mis sucesivos
directores y compañeros. No sé cuánto tiempo más podré seguir en esta tarea,
que tampoco es tan importante, oiga usted. Procuraré ser siempre libre y lo que
yo entiendo por verdadero, imparcial, comprensivo y justo».
67. El mal humor: «Del mal humor no se puede hacer
humor. La irritación es mala inspiradora».
68. La barbarie: «El hombre del siglo XX ha superado
en barbarie y violencia a sus antecesores».
69. La moral: «¿Yo dar lecciones? Nunca se me ha
ocurrido. No soy quién, no tengo el menor interés en demostrar nada ni en
convencer a nadie».
70. La educación: «Habría que inventar una educación
nueva desde la escuela hasta la Universidad. Yo no soy un técnico en Educación,
pero veo los resultados de la que hay y no me gustan. España está llena de
analfabetos con título, con diplomas, con autoridad».
71. La soledad: «Es un sentimiento y no una circunstancia.
No me siento solo en absoluto».
72. El mus: «La primera característica del jugador de
mus es la fanfarronería aunque limitada al juego. Es un juego de gente que
quiere pasarlo bien honestamente».
73. El lápiz de dibujante: «Cuando pienso que con
sólo mi lápiz de dibujante puedo provocar el levantamiento de millones de
piadosos creyentes, musulmanes, fervorosos, adversos al cerdo y abstemios declarados
me siento tan ridículamente poderoso que inmediatamente me pongo a llorar,
abrumado».
74. Los científicos: «Eran unos locos geniales. Y
fantásticos, y todos han contribuido a que nosotros estemos aquí tomando café
con leche, porque si no, hoy estaríamos en las cavernas, usted y yo, con una
porra».
75. Émulo de Don Quijote: «Me subí a una mula, me
armé con un taco de billar, e irrumpí en el Casino de Peralejo, donden jugaban
a las cartas y al dominó unos lugareños, y al grito de “¡Atrás, follones!” los
desalojé del recinto. Me dio quijotesca, qué quiere que le diga. No he vuelto a
probar el anís».
«En ABC he encontrado siempre comprensión, amistad y lo que
es muy importante: libertad. Soy afortunado»
76. Madrid: «Es como una mujer no demasiado guapa,
pero que no puedes vivir sin ella».
77. El Parque del Retiro (del que es alcalde honorario):
«Cada árbol es un dios».
78. Ribadesella: «Es un honor haber creado un museo
al aire libre en una Ribadesella, que parece esculpida por un diseñador de
pueblos. Tiene la playa, la ría, la bahía y el monte. Es una perfección».
79. La censura: «En 1980 empecé a publicar en el
suplemento dominical de ABC una segunda versión de la “Historia de la gente”,
con el propósito de decir las cosas que antes, con la censura, no pude decir, y
hacer dibujos que seguramente no se hubieran tolerado. La “Historia” es
publicada en 1984 como libro por Círculo de Lectores y Prensa Española a un
tiempo. En 1981 recibo, con honor, el premio Nacional de Periodismo».
80. La poesía (de la experiencia): «Soy tan poeta
como el que canta debajo de la ducha. Soy un vate de domingo».
81. El patriarca: «Ja, ja, eso de patriarca es
demasiado, pero... es un privilegio y me gusta mucho ser el más viejo, porque
si no fuera el más viejo no sería nada».
82. El dibujante, ¿un tipo estrafalario?: «No, los
dibujantes somos como los notarios, los zapateros o los albañiles. Hay de todo:
hay estrafalarios, hay sensatos, tristes, alegres, graciosos...»
83. El dibujo diario en ABC: «Ha constituido mi
trabajo constante y, en definitiva, el más satisfactorio para mí. En el
recuadro de ABC, ese pequeño huerto que cultivo desde hace más de 55 años, es
donde pongo lo mejor de mí, mi diaria inquietud, mi desfallecimiento a veces,
el fruto —no siempre madurado— de mi afán por hacerlo cada día un poco mejor.
Es con los chistes de ABC con los que he conseguido el aprecio y la amistad de
muchas personas, y de otras que no por desconocidas dejan de contar con mi
reconocimiento y mi dedicación».
84. Mi otro gran sueño: «Ser folletinista. Hacer un
folletín diario en ABC basado en obras de Enrique Jardiel Poncela, Wenceslao
Fernández Flórez... y otros grandes genios».
85. Honoris causa en la cuna de Cervantes: «Sigo
perplejo desde que me llamara el rector de la Universidad de Alcalá de Henares
y me dijera: «El Claustro de esta Universidad se siente muy honrado nombrándole
doctor “ honoris causa ”». Porque ya me contará usted qué tengo que ver yo...
Fue el primer doctorado que me han concedido, y estoy muy orgulloso de él».
86. Mis padres: «Mi padre era músico, un artista en
toda la extensión de la palabra. Para él no existía nada en el mundo más que el
arte de su música, literatura, poesía. Y mi madre, Carmen, era también una gran
lectora, y escribía. Pero yo nunca agradeceré bastante a mis padres que me
hicieran nacer en una casa con muchos libros. A los 17 años, que tenía yo
cuando empezó la Guerra Civil, ya había leído no todo lo que tiene que leer un
hombre culto, pero sí gran parte de lo que un español culto tenía que leer. Y
sigo».
87. Mi familia: «Se ha ido acabando la rama
aragonesa. Queda la catalana de primos y sobrinos muy queridos. Me parece que
yo soy el más viejo de todos, ¡qué barbaridad!».
88. Carlos: «Estoy orgulloso de mi hijo Carlos, con
cuya ayuda y la de su mujer cuento para todo. (Me ayuda y aconseja en el
conflictivo ordenador). Y de mis nietos, uno de ellos, el mayor, ya periodista
en ejercicio».
89. Los noventa (que cumplo hoy): «No tiene ningún
mérito tener noventa años. ¿El secreto? La paciencia. Con paciencia llegas a
los noventa. Y además, llegas mucho antes de lo que tú te crees. Pero aún no
puedo creer que haya llegado a los noventa, porque no me ha dado tiempo.
¿Cuándo he vivido yo noventa años? ¿En qué sitios? Me faltan cosas por
hacer...».
90. ABC: «Entrar en ABC fue para mí una emocionante
peripecia. Llegaba con la pretensión de ocupar el puesto que desde la muerte
del mítico, inolvidable Xaudaró no había ocupado nadie de modo permanente. Fui
aceptado y en estos cincuenta y cinco años se ha establecido entre ABC y yo una
ligazón sentimental más que laboral. Aquí he encontrado siempre comprensión,
amistad y lo que es muy importante: libertad. Soy afortunado.
Que tanta paz lleve como caspa deja...
ResponderEliminar¡Pero qué requetebien dibujaba este hombre!
MARAVILLOSO HOMENAJE.
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