Gurtel,
Bárcenas, sobres, desahucios, crisis, banco malo, corrupción, ERE, Ana
Mato, rescate, Arturo Fernández, paro, BCE, recortes, austeridad…
Todos
sabemos lo que significan estas palabras y algunas más.
Desgraciadamente han pasado a formar parte del vocabulario usado
diariamente. Como parte positiva, el vocabulario del español
medio se ha visto enriquecido. Como parte negativa, en ese mismo
supuesto, del vocabulario de todos van desapareciendo conceptos
representados por palabras más esperanzadoras y positivas. Antes de ir
al grano, permitidme:
¿Cómo se puede pedir austeridad y ganar tanta pasta? Miradlo así,
ellos pueden ser austeros, se lo pueden permitir. La mayoría de
nosotros no podemos ser austeros por definición, pues tenemos que
dedicar todos nuestros escasos recursos a sobrevivir!!!
Nos piden ser austeros.
Ser austero se define como:
Severo,
rigurosamente ajustado a las normas de la moral. Moral no es que haya
mucha, cada vez cunde más la desmoralización. ¿Entonces nos están
pidiendo que nos animemos, como haría cualquier
amigo? Ah, que no se está hablando de la moral como estado de ánimo,
sino al conjunto de normas no escritas (por tanto no sometidas a
jurisprudencia, como aquello que
ellos han hecho con los sobres y demás escándalos, que no será
ilegal, pero si amoral. La manipulación del lenguaje: hasta que no se
legisle, las descargas ilegales no son ilegales según la legislación
vigente, así que dejen de una vez de utilizar este
adjetivo, corcho!!!) Conjunto de normas no escritas, decía, que
conciernen al fuero interno, a las acciones humanas en orden a su bondad
o malicia… Entonces peor me lo pones.
Algo austero es también algo agrio, astringente y áspero al gusto. No es aplicable a no ser que de repente
ellos se hayan convertido en caníbales, cosa que no sería de
extrañar, pues bastantes cosas se nos están comiendo, pero no tendría
sentido; están tan acostumbrados a prebendas y favores, a la buena vida
a fin de cuentas, que al menos tendrán el paladar
desarrollado y nos pedirán, en todo caso, que vayamos adecuadamente
sazonados y tengamos buen sabor. Lo de astringente ya dependerá del
estado del aparato digestivo de cada uno; si van sueltecillos, vamos.
Austero
significa también retirado, mortificado y penitente. No está mal, nos
piden lo que nosotros les estamos pidiendo, exigiendo fútilmente, casi
rogando, a
ellos. Ojo por ojo, quien a hierro mata..., etc.
Aunque seguramente se refieren al carácter de austero como
sobrio, morigerado, sencillo, sin ninguna clase de alardes.
Pues a eso íbamos.
Sobrio, no hace falta pedirlo porque no queda dinero para darse a la bebida, y para el que se de a ella para olvidar, que no
coja el coche; en su sentido de templado, moderado, para que no nos salgamos del tiesto y
les demos su merecido, y en la acepción de que el austero carece
de adornos superfluos, es aplicable la falta de dinero para adquirir
complementos.
Morigerado (Bien criado, de buenas costumbres),
serán capaz de dudarlo los muy…
¿Sencillo? Que no tiene artificio ni composición. Sin comentarios.
¿Sencillo? Que tiene menos cuerpo que otras de su especie. Cuestión de genética, eso no estamos capacitados para modificarlo
una vez estamos nacidos, ni ellos, los malnacidos tienen derecho a pedirlo.
¿Sencillo? Que carece de ostentación y adornos. Ya hemos hablado de los complementos y la falta de posibles.
¿Sencillo? Dicho del estilo: Que carece de exornación y artificio, y expresa ingenua y naturalmente los conceptos. Expresémoslos
con claridad, entonces, pero luego ellos se quejarán y nos llamarán indignados perroflauta…
¿Sencillo? Que no ofrece dificultad. Este está claro. Eso quieren
ellos, por supuesto.
¿Sencillo?
Dicho de una persona: Natural, espontánea, que obra con llaneza. Si
piden espontaneidad, que luego no nos echen
a los perros ¿no? Naturalidad, más de uno tendrá ya que practicar el
naturalismo. Y la llaneza nos viene impuesta, no hace falta pedirla.
¿Sencillo? Incauto, fácil de engañar. EL COLMO de lo obvio.
¿Sencillo? Ingenuo en el trato, sin doblez ni engaño, y que dice lo que siente. Para mí que
ellos quieren lo primero, rechazan lo tercero y esperan que nos creamos lo segundo en lo que a
ellos se refiere.
¿Sencillo? Dicho de una moneda: Pequeña, respecto de otra del mismo nombre, de más valor. Real de plata sencillo. ¿Está aquí
implícito el regreso a la peseta?
¿Sencillo? Disco fonográfico de corta duración con una o dos grabaciones en cada cara. Esto no tiene sentido, mas desde que
estamos sobrepasando ya la era del mp3.
¿Sencillo? Calderilla, dinero suelto. Esto SI tiene sentido. También nos piden aún más dinero.
Sin ninguna clase de alardes… y muchos en la cuerda floja, alardeando de equilibrio (presupuestario). Encima querrán que se
caiga.
Por cierto,
ellos son el gobierno (si, con minúsculas, para qué molestarse),
siendo tanto los que están en el él como los que lo estuvieron y algún
día volverán a estar.
Ellos como terrible palabra, como concepto a extirpar para curar el mal, o al menos cambiar o medicar.
La
cuestión es que hace nada ha salido un vídeo en You tube que se ha ido
extendiendo como la pólvora por las redes sociales, acerca de la
intervención de una joven en un congreso socialista
que se está celebrando en Portugal, y ha sido acogido con parabienes,
con albricias ante el atrevimiento de una joven que dice lo que todos
pensamos a los políticos, aunque no estén en el poder sino en su año
sabático (aunque cobrando y con gollerías). Las
reacciones no se han hecho esperar, claro, y mientras algunos, el
pueblo, están encantados con el mensaje de la muchacha, otros, los
políticos, no tanto. Aparentemente.
Está
claro que creemos lo que queremos creer, más bien lo que deseamos
creer, y otras cosas ya no nos las creemos ni queriendo… o eso creemos.
Veamos;
dependiendo del lado de la raya en la que nos encontremos, sacaremos
una lectura no solo a este discurso, sino a cualquier cosa que se nos
quiera hacer pasar por cierta. ¿Quién no
ha pensado que esta persona, con toda su crítica, también ha dormido en
ese hotel y posiblemente ha llegado allí en otro coche de lujo? ¿Por
qué no ha renunciado a aquello que critica y optado o solicitado algo
más humilde? ¿Y si lo que tenía era más humilde,
llegaba en un coche más cutre y se alojaba en un hotelucho peor por ser
de las juventudes, y lo que ha dicho lo ha dicho por despecho? ¿Y si ha
aprovechado los lujos como medio para conseguir un fin, el poder decir
lo que ha dicho sin injerencias por ser sospechosa
de sedición? ¿Y si todo no es más que una maniobra política de un PSOE
que hace aguas? ¿Y si todo es verdad?
Nos
quedamos con el hecho, el mismo vídeo crudo y duro y así con todas las
informaciones que nos llegan. ¿Hasta qué punto filtramos? Si nuestra
ideología es afín al medio tendemos a creerle
y a disentir del medio antagónico, lo cual es lógico, pero hasta cierto
punto.
Tomando
como ejemplo el famoso vídeo, las primeras reacciones observadas fueron
las de la gente como yo, los de la calle o de su casa, que están entre
medianamente hartos hasta brutalmente
hastiados. Y todo el mundo compartió en las redes sociales el vídeo, yo
incluido, congratulándose con el mensaje. Las segundas reacciones no
las he observado hasta hoy mismo, y ya veían de analistas más o menos
vinculados con la política, y me ha llamado la
atención el casi unánime uso por una parte de ellos, los más
vinculados, de un término: demagogia.
He
pensado inmediatamente en qué es la demagogia, y he llegado a la
conclusión de que es la palaba que los políticos usan para desprestigiar
una opinión que cuenta con el apoyo palpable de
la mayoría del pueblo, pero que no se pueden permitir el lujo de echar
por tierra porque produciría una furibunda reacción por parte de quienes
les van a votar, con el consiguiente desplome en las encuestas, ni
tener el descaro de negar, porque parece evidente.
Así que la estrategia a seguir será el desprestigio de la idea
denominada ya como demagógica como primer paso, el calificarla de
idealista porque hay mucha cosa complicada detrás que nosotros, pobres
ignorantes, no comprendemos, pero que no tenemos que preocuparnos
porque ya están ellos para explicarnos todo.
Ante
todo, ¿Qué es la demagogia? Pues una palabra de origen griego que
comparte raíz etimológica con democracia. Demos es pueblo. Y –cracia
procede de cratos, que es gobierno. Democracia,
gobierno del pueblo, pero también gobernar al pueblo... Gogia procede
de agein, que es dirigir. Demagogia sería por tanto “dirigir al pueblo”.
Sacad vuestras conclusiones, porque el mero hecho de utilizar la
palabra demagogia implica el calificar a aquella
persona contra la que se lanza el término de querer dirigirnos con sus
palabras. Lo que pasa es que al manifestar esto, a su vez, están
haciendo también demagogia.
La
demagogia es el uso del discurso para dirigir a favor del demagogo la
opinión popular, para lo que se utilizan múltiples recursos, apelando a
las emociones, a la problemática más a flor
de piel, en resumidas cuentas, a recursos retóricos y propagandísticos.
La propaganda es el uso que la política hace de la publicidad, y la
publicidad ha de transmitir un mensaje simple pero efectivo, por lo que
el demagogo usa argumentos superficiales y fácilmente
comprensibles que agitan la conciencia del que los recibe.. Serían las
típicas promesas de las campañas electorales, cuanto más irrealizables
(no por imposibles, sino porque se quedan en donde dije digo, digo
Diego) mejor acogidas. Se utilizan mensajes claros
con palabras que son conceptos amplios a los que se otorga un valor
positivo, contraponiéndolos con otros negativos. Por ejemplo,
paz-terrorismo. Son estrategias de marketing suficientemente estudiadas y
llevadas a la práctica en las que seguimos cayendo o
picando como besugos, porque a la hora de comer el cebo veremos (tarde)
que siempre, al final, está el anzuelo, y este se clava dolorosamente.
Una vez clavado vamos a tardar al menos cuatro años en desclavárnoslo, y
antes de que nos hayamos desenganchado,
ya nos están lanzando más cebos para los próximos cuatro años. Lo malo
es que una vez desclavado, la herida puede tardar en curar, sobre todo
si hay otro anzuelo que hay que volver a quitarse.
El
demagogo utiliza estos medios con beneficio propio, sea este extensible a
más o menos personas. Si no es extensible a nosotros, estamos oyendo a
un demagogo. Si creemos que lo es (o realmente
lo es) estamos escuchando a nuestro candidato, o al menos a la chica
que decía lo que todos queríamos oír. Así, el demagogo arrastra a los
convencidos a las urnas, o a la revolución, o a aceptar la justificación
de un golpe de estado para acabar con la otra
demagogia… En realidad con lo que se acaba en todos los caso es con la
democracia, pues solo el pueblo podría acabar con la demagogia, pues
hacia nosotros va dirigida. Utópico.
Tenemos
que estar atentos a las falacias que tratan de colarnos como ciertas.
En un anuncio de yogur o de crema regeneradora se utiliza mucho la
figura del doctor Grimoler o los estudios
de la Universidad de Pensacola, los supuestos avales científicos.
También los nombres fantasiosos que suenan a ciencia y no son más que
literatura fantástica sin base científica real. Es una manipulación del
lenguaje a todos los niveles; se sabe de sobra qué
palabras son positivas para utilizar en el discurso a favor del
demagogo, y cuales son negativas y hay que evitar o dirigir contra la
oposición. En un servicio técnico de ADSL se nos hablará, cuando
preguntemos por qué no tenemos internet, de
Incidencia, pues es una palabra menos negativa de lo que
realmente estará ocurriendo, que será avería, marronazo o espérate que
esto está imposiblemente jodido, y aparte se nos hablará de
solución y brevedad + posible, palabras positivas.
Para eso tienen unos argumentarios que los responsables de marketing y
comunicación de la compañía de ADSL ha facilitado a la compañía que les
presta el servicio de atención telefónica.
Pues lo mismo ocurre con los partidos políticos. Recurrid a hemerotecas
y revisad todas las grabaciones, vídeos etc. si os apetece, en las
fechas inmediatamente posteriores a algún tipo de escándalo que afecte
al partido que sea, y comprobad como absolutamente
todos dicen lo mismo con las mismas palabras salvo algún ligero cambio
en su ordenación en los políticos más audaces.
Esto
también incluye manipulaciones del tipo “pretendida ignorancia” y jugar
al despiste, así como el “anda que tu”. En entrevistas y ruedas de
prensa que cada vez tienen menos de eso (se
llaman Ruedas porque incluyen una ronda de preguntas tras las
declaraciones, si no es una comparecencia como mucho) se da bastante un
fenómeno según el cual al interpelado se le hace una cuestión sobre una
situación engorrosa que ha salido publicada en periódicos,
emitida por la radio e incluso por alguna televisiones. Partimos del
supuesto, más bien cierto, que los medios tienen sus afinidades y habrán
tratado la noticia dependiendo de por donde les sople el viento. Da
igual. El compareciente, lo primero que dirá sobre
la noticia que se le presenta en el cuerpo de la pregunta es que “se la
han comentado”. Jamás la habrá leído, visto o escuchado en los medios
de comunicación. Si tan alejados están de los medios, incluidos los
afines que, en mayor o menor medida, se habrán
hecho eco del asunto, aunque sea solo para quitarle hierro, imaginaos
en qué mundo vivirán con respecto a los intereses y cuitas del pueblo,
que de soberano, como mucho, alguno tendrá en su casa una botella de esa
marca de brandy a medio terminar… entonces
se juega al despiste, mediante una serie de circunloquios que desviarán
el verdadero interés de la pregunta, que no es más que la respuesta a
lo cuestionado, hacia otros derroteros mediante anuncio de supuestos
logros, de pseudo-lucha contra casos similares,
preferentemente de los contrarios, con lo que, de un tiro se habrán
matado dos pájaros: la pregunta queda huérfana de contestación (nunca se
contesta directamente) y se ha hecho apología de uno mismo denostando a
la oposición. Anda que tu… si esto se da en
un debate, el andequetuísmo es ya exacerbado. Tú eres un corrupto. Pues anda que tu.
No, yo he construido un colegio. Pero fraudulentamente y recibiendo un sobre del constructor, y encima tiene grietas y pésimos materiales. ¿Ah sí?, pues no hablemos entonces del hospital que hicisteis vosotros. Ah, admites que hacemos hospitales.
Si, bajo cuerda y con más sobres que en Gallina Blanca. Ad
infinitum. Con palabras menos coloquiales y con mucha demagogia, claro.
Se utilizan casos fuera de contexto que nada tienen que ver tratando de
ocultar debajo de los mismos lo que no quieren
que se vea. Y ya, si se recurre a la estadística, estamos acabados. No
hay nada más manipulable que la más exacta de las ciencias exactas, las
matemáticas. El secreto está en seleccionar los datos, de manera que los
resultados son los que se quieren mostrar,
ya que se han ocultado deliberadamente los indeseados. Un dato queda
transformado a gusto del demagogo y justificado en forma de gráficos y
porcentajes que además tienen el respaldo de que son números, y los
números son la verdad. Y si por si esto fuera poco,
siempre se puede recurrir a la demonización del contrario. Recordad a
los indignados. Seguramente más de uno se mire al espejo. Se ha ido
transformando esta palabra hasta hacerla despectiva, sinónimo de
antisistema (otra palabra demonizada, pues es bueno ser
antisistema si este es malo; uno puede ser pro Linux y anti Windows
¿Por qué el anti Windows ha de ser malo?), se les califica de
perroflauta, sinónimo de vagabundo SIN rumbo, desnortado… Lo peor es que
ellos mismos se creen esta tergiversación, pues cada
uno, visto desde nuestro punto de vista propio, somos los buenos, pues
para eso vivimos dentro de nuestro propio cuerpo. Somos los
protagonistas de nuestra propia película, los demás están fuera. Así,
habiendo hecho que lo que no le gusta al demagogo sea
visto como malo, se nos pone en una dicotomía, o se utiliza esto para
demonizar lo que quiere desprestigiar, que también sirve. Es algo tan
simple como presentarnos como cierto una cuestión de elección en la que
solo va a caber el blanco o el negro, el sí
o el no, y no se va a dar opción para el gris o el quizás. ¿Queréis ser
libres? Venid conmigo. ¿Queréis salir de la crisis? Hacedme caso. En
todo.
Por
cierto, los grandes dictadores del siglo XX fueron grandes demagogos y
utilizaron todas estas tácticas. Hitler fue un espléndido demagogo.
Aunque
parece mentira, esto no es un secreto, está al alcance de todos. Las
técnicas de manipulación ya hace tiempo que fueron descifradas, solo se
van puliendo dependiendo del interés.
Las
resumió el lingüista, filósofo, historiador, crítico político y
activista estadounidense Noam Chomsky en este compendio que copi-pego,
(de
revistacomunicar.com)
entre otras muchísimas cosas, pero estas son especialmente accesibles y
extrapolables a multitud de campos. El profundizar en esto ya es cosa
de cada uno, así como el ser capaz de filtrar adecuadamente la
información. Si no tenemos
acceso a los medios, podemos defendernos de lo perjudicial de ellos.
Antes fueron los púlpitos de las iglesias, asambleas de ciudadanos al
aire libre, el profeta en porretas que anunciaba el fin del mundo, el
tipo de la tómbola con el perrito piloto, cualquier
megáfono sirve. Hoy está claro que la verdad ha de ser anunciada por
los mensajeros de la verdad, aquellos que alcanzan a todo el mundo para
difundirla. Los mass media que les da voz, y les da la voz que quieren.
Aún no se han hecho del todo con Internet los
blogs, las redes sociales; por eso se afanan en legislar…
Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación
1.
La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control
social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la
atención del público de los problemas importantes
y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas,
mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y
de informaciones insignificantes.
La
estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al
público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la
ciencia, la economía, la psicología, la
neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público
distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por
temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado,
ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja
como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras
tranquilas)”.
2.
Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es
llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una
“situación” prevista para causar cierta reacción en
el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se
desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se
intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a
fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad
y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis
económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los
derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3.
La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida
inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años
consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas
radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las
décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad,
flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos
decentes, tantos cambios que hubieran provocado una
revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4.
La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión
impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo
la aceptación pública, en el momento, para una
aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un
sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado
inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la
tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar
mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más
tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla
con resignación cuando llegue el momento.
5.
Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la
publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos,
personajes y entonación particularmente infantiles,
muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una
criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente
buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono
infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona
como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de
la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una
respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la
de una persona de 12 años o menos de edad (ver
“Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6.
Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del
aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito
en el análisis racional, y finalmente al
sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del
registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente
para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones,
o inducir comportamientos…
7.
Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el
público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos
utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad
de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más
pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que
planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea
y permanezca imposible de alcanzar para las
clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8.
Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al
público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9.
Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente
él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de
su inteligencia, de sus capacidades, o
de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema
económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un
estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y,
sin acción, no hay revolución!
10.
Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el
transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia
han generado una creciente brecha entre
los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las
élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la
psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento
avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente.
El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él
se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el
sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos,
mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
Una
vez dicho esto, por si acaso, Chomsky describe su punto de vista como
el de "los anarquistas tradicionales, con orígenes en la Ilustración y
el liberalismo clásico”, y a menudo se identifica
con el anarco-sindicalismo y el socialismo libertario. Advertidos
quedáis, que incluso el que muestra la manera de manipular nos puede
manipular.
En
el momento de escribir estas líneas, Mario Draghi comparece en sesión
informativa del Congreso de los Diputados a puerta cerrada. La
información que se nos ofrezca, por tanto, no podrá
ser contrastada. Según La Vanguardia, un portavoz del BCE ha declarado
que el formato a puerta cerrada no es fruto de una imposición de la
Institución comunitaria, sino de un acuerdo con el Congreso de los
Diputados de España para favorecer el dialogo. Al
mismo tiempo el BCE rechaza por completo su responsabilidad en la
decisión de poner inhibidores para evitar la retransmisión de la
comparecencia de Mario Draghi. Por cierto, que esto mismo pasó en el
Bundestag. Según ABC, Fuentes parlamentarias han asegurado
que el tipo de comparecencia ha sido impuesto por el propio banco
central, que deseaba un formato similar al empleado por Draghi cuando
acudió al Parlamento alemán.
No
obstante, el grupo Iniciativa per Catalunya-Els Verds ha publicado en su
página web una serie de vídeos sobre la parte inicial de la
comparecencia de Draghi, un discurso cuyo texto el
BCE ha publicado también en su página web. El presidente del Congreso,
Jesús Posada, ha lamentado esta actuación pero ha avanzado que no tomará
medidas disciplinarias contra los diputados de esta formación que han
publicado los vídeos. (El Pais). Los diputados
del grupo de la Izquierda Plural Alberto Garzón y Joan Coscubiela ya
han anunciado que contarán en Twitter y en tiempo real la comparecencia
del presidente del BCE, lo que podría acarrearles alguna sanción por
parte del Congreso (ABC)
Otra
cosa que se decidía hoy es si se admite a trámite la recogida de más de
un millón de firmas para reformar la ley anti desahucios. Todo parece
indicar que el PP aprovechará su mayoría absoluta
para impedirlo, lo que parece en principio desoír a más de un millón de
personas que han hablado ahora aduciendo que representan a mucha más
gente que hablaron en las urnas votándoles. Posiblemente un porcentaje
indeterminado de esos votantes se están dando
cabezazos contra la pared de la que en breve, en virtud de una
ejecución hipotecaria, dejará de ser su casa. Posiblemente, entre esas
firmas haya más de un votante del PP. El PSOE pedirá que se admita a
trámite. Si por algún milagro esto ocurre, quedarán como
los buenos de la película. Pero aquí está en juego el poder bancario.
Así que el PSOE no votará a favor de una reforma hipotecaria, como el
PP.
O eso se decía.
¿Ha podido al final la presión popular? (Del pueblo no de los populares) Seguiremos viéndolo. De momento parece que, al menos, se va a admitir a trámite para su votación.
En fin.
¿No me habrá salido algo demagógico este articulillo?
En breve, más tebeos, películas y miajillísticas aficiones.
Promesas...
Ahora eres tu quien ha de decidir si tengo razón o este artículo ha salido… demagógico.
Me honras Enric, molter gracies. He visto tu blog y está muy maco, que siga la lucha.
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