En 1960, John Sturges dirigía un clásico del western, con
una banda sonora de Elmer Bernstein muy reconocible e imitada posteriormente,
basado en la película de Akira Kurosawa Los
7 Samurais. Esta película era, claro está, Los 7 magníficos. En el momento de su estreno no fue un gran
éxito, pero con el tiempo, sobre todo gracias a la banda sonora, se fue
convirtiendo en un western de referencia que tuvo secuelas posteriores, a cual
peor, e incluso una serie de TV.
En Los 7 magníficos se nos contaba la historia de un pueblo
mexicano cuyos humildes habitantes vivían modestamente de la agricultura. Este
pueblo se hallaba a merced de una despiadada banda de forajidos liderada por el
malvado Calvera (Eli Wallach), que
constantemente les extorsionaban y hacían la vida imposible robando sus
cosechas y saqueando sus hogares. Los habitantes del pueblecito, campesinos que
no saben defenderse, deciden contratar los servicios de siete implacables
mercenarios cada uno con una habilidad especial en el manejo de las armas para
defenderles. Son sólo siete debido a lo reducido de la paga, siete personajes
arquetípicos liderados por Chris Adams
y su amigo Vin, interpretados
respectivamente por Yul Brynner y Steve McQueen. Completarían el septeto un
hombre fuerte con feeling con los niños del pueblo, Bernardo O´Reilly (Charles Bronson), un experto lanzador de
cuchillos llamado Britt (James
Coburn), una extraña especie de tahúr que está en el ajo por curiosidad llamado
Lee (Robert Vaughn), Harry Luck, un tipo sin ninguna
habilidad especial con ningún arma pero gran fuerza de voluntad y ganas de
ayudar (Brad Dexter) y un impulsivo muchacho con ganas de aprender al que todos
llaman Chico (Horst Buchholz).
En 1966, Burt Kennedy dirigió la secuela titulada El regreso de los 7 magníficos, en la
que el único que repetía en el reparto era Yul Brynner en su rol de Chris. Este personaje volvería a
aparecer en las dos siguientes secuelas, La
furia de los siete magníficos (Paul Wendkos, 1969) y El desafío de los 7 magníficos (George McCowan, 1972), pero estaba
interpretado por George Kennedy y Lee
Van Cleef respectivamente.
En la serie de TV, Robert Vaughn interpretaba al juez Oren Travis, que era el encargado de
volver a reunir a los 7 magníficos; Chris era interpretado por Michael Biehn,
actor al que conocimos por interpretar a Kyle
Reese, el tipo que viaja al pasado (nuestro presente de entonces) para
proteger a Sarah Connor en Terminator y que termina siendo el padre
de John Connor.
Así que tenemos que el personaje de Chris Adams (que dicho
sea de paso, en la serie se llamaba Chris
Larrabee) es interpretado al final por un tipo que lucha contra robots, los
peligrosos e despiadados Terminator. E irónicamente, el actor que interpretó
originalmente a Chris Adams, Yul Brynner, interpretó a un implacable robot, que
por su actitud podemos considerar como un precedente de los Terminator… y
vestido de igual manera que en Los 7 magníficos. Este robot es conocido como:
En 1973, el escritor, médico, antropólogo y cineasta Michael Crichton dirigía el clásico de
la ciencia ficción Westworld, en la
que una vez más se toma como leit motiv la temida rebelión de las máquinas
contra sus creadores, o sea, nosotros, aunque nunca hayamos montado nada más
complejo que un rudimentario Meccano. También supone la primera incursión de
Crichton en un tema que le haría mundialmente famoso: El lugar de diversión que
se convierte en una trampa mortal. Quizás no sea ese el tema, pues lo que le
hizo mundialmente famoso (aunque ya lo era, pues más aun) fue el tema de la
clonación en Parque Jurásico, los
dinosaurios y todo eso, controversia incluida por el tono pseudo científico del
libro, pero también Julio Verne envió a unos tipos a la Luna de un cañonazo y
nade le dijo nada (simplificando mucho, eso mismo hizo, si). Ya dijo Crichton
en su momento que el no era un científico, que se limitaba a exponer teorías
sin más ánimo que dar cierto aire de verosimilitud a lo que escribía, que era
ficción pura y dura.
Volviendo a Westworld, nos encontramos en un futuro próximo,
en un parque de atracciones llamado Delos,
en el que los visitantes pueden interactuar con robots humanoides que están
integrados en tres escenarios diferenciados que representan tres épocas
históricas a la manera Hollywoodiense, y que coinciden con las épocas
históricas más “visitadas” por las producciones más exitosas del cine de época,
o sea, La Antigua Roma, La Edad Media y el Lejano Oeste. Aparte de los decorados y la ambientación,
estas tres partes de Delos están habitadas por sus personajes habituales, con
la particularidad de que estos no son actores, sino que se trata de androides,
perfectas reproducciones de seres humanos, en cuya programación está el ser
aquellos personajes a los que representan.
Así que semejante lugar es el ideal para representar las
fantasías relacionadas con estos mundos que tenga cualquiera… que se lo pueda
permitir, claro (Los clientes pagan 1000$ diarios por su estancia en Delos).
Esto les ocurre a dos amigos, Peter
Martin (Richard Benjamín, el Capitán
Adam Quark de La Escoba espacial)
y John Blane (James Brolin, el
Director del Hotel Saint Gregory, Peter
McDermott en Hotel), ambos entusiastas
de las películas del Oeste, quienes aparte de la recreación de su ambiente
predilecto pueden interactuar con personajes que son de la época en espíritu,
no meros intérpretes. Y pueden jugar a que son auténticos habitantes de la
década de 1880, pidiendo Whiskey en el Saloon o relacionándose con prostitutas
robot , cosa que en el caso de los actores (o actrices) no hubiera sido (tan)
posible.
Los dos amigos camino de Delos. Las etiquetas de colores identifican el mundo al que se dirigen; en su caso, el azul representa al oeste. |
La sala de mantenimiento |
Además, Peter se bate en duelo en repetidas ocasiones con un
androide pistolero, al que derrota siempre, siendo “el más rápido”, pues tal es
la programación del pistolero robot.
Pero poco a poco, los técnicos de Delos comienzan a
descubrir pequeños fallos en las programaciones de los robots (uno de los
robots serpiente de cascabel pica a John, por ejemplo), multiplicándose hasta
que uno de los androides de El Mundo Medieval, El Caballero Negro, mata a uno
de los visitantes. Se decide entonces cortar la energía, pero lo único que se consigue es que
todo el mundo se quede encerrado en el parque mientras los robots,
descontrolados, campan a sus anchas. Y uno de los primeros en notar que algo no
va bien es Blane, al que El Pistolero reta y mata. A partir de ese momento todo
será huída desesperada y persecución implacable por parte del antecedente de
Terminator, un hierático y escalofriante Yul Brynner, vestido como ya lo hizo
para interpretar a Chris Adams.
El guión de la película que también dirige es del propio
Michael Crichton, y parece un borrador muy bien elaborado de lo que sería su
mayor éxito internacional, esta vez bajo la batuta de Spielberg en Parque
Jurásico. Con esta película se inició la revolución de los personajes (en este
caso los dinosaurios) y efectos especiales generados por ordenador, junto a
Terminator 2, que han ido copando cada vez más el cine actual, impensable ya
casi el hacer una película de gran éxito (o pretensión de tenerlo) sin dedicar
una importante parte del presupuesto para este fin. Si unimos Michael Crichon
por Parque Jurásico y Terminator, volvemos a Westworld. Y Westworld fue la
primera película de la historia en incorporar imágenes generadas por ordenador
en dos dimensiones. En concreto en las escenas en que la acción se muestra desde
el punto de vista del Pistolero. Curiosamente, la primera película en emplear
imágenes generadas por ordenador en tres dimensiones fue la secuela de
Westworld, Futureworld, estrenada sólo tres años más tarde, en 1976.
Queda para el recuerdo ese Yul Brynner que no cambia el
gesto (aunque de vez en cuando se le escape alguna sonrisilla diabólica),
provocando la angustia de ser perseguido por algo que quiere matarte y del que
no cabe esperar piedad, pues su actitud persiste cuando Martin le arroja ácido
y es perseguido por un Pistolero desfigurado, sin rostro, sin compasión.
Este robot tan malo... |
... hay que conocer su interior |
La cosa empieza a complicarse |
Así veía el pistolero en las primeras imágenes por ordenador en una película |
Por cierto, que el efecto de la espumosa corrosión del ácido
sobre el rostro de Yul Brynner/El Pistolero fue conseguido… con Alka Seltzer.
También aparecen en la película Majel Barrett, más conocida por ser la mujer
del creador de Star Trek, Gene Roddenberry, e intérprete en la creación de su
esposo de los papeles de la enfermera
Chapel en la Serie Original y Lawxana
Troy en La Nueva Generación; e interpretando a unos de los clientes, en el
Delos del Far West, un banquero apocado y con gafas que desea ser sheriff (y
que no pronuncia palabra alguna en toda la película), a Dick Van Patten, el
entrañable Señor Bradford de Con 8 Basta.
El señor Bradford camino de Delos |
Majel Barrett |
TÍTULO ORIGINAL Westworld
AÑO 1973
DIRECTOR Michael Crichton
GUIÓN Michael
Crichton
MÚSICA Fred Karlin
FOTOGRAFÍA Gene Polito
REPARTO Yul
Brynner, Richard Benjamin, James Brolin, Norman Bartold,
Alan Oppenheimer,
Victoria Shaw
PRODUCTORA Metro-Goldwyn-Mayer
SINOPSIS En un futuro próximo existe un
gigantesco parque de vacaciones dividido en tres zonas: la Roma Imperial, el
Oeste americano y la Europa Medieval. Cada una de ellas reproduce con total
fidelidad las características de cada época. Existe, además, la posibilidad de
que quien pueda permitírse el lujo viva sus propias aventuras en la época
elegida. Al parque han ido de vacaciones un par de amigos, Peter Martin (Richard
Benjamin) y John Blane (James Brolin). Todo está perfectamente controlado hasta
que los robots que hacen de figurantes empiezan a fallar, en concreto un
implacable pistolero (Yul Brynner) diseñado para perseguir sin descanso a sus
víctimas. (Datos de FILMAFFINITY)
Efectivamente esta peli de "Westworld" la vi hace poco en la TDT y me redordó a Terminator, o mejor dicho, Terminator recuerda a ésta...ese final que el robot persigue al prota una y otra vez...
ResponderEliminarClaro que habla el señor Bradford en "Almas de metal"... de hecho lo dobla aquí el mismísimo Doctor Infierno (Joan Borràs).
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