Desde siempre Ibáñez ha padecido esa especie de horror vacui que le hacía llenar sus portadas de un montón de detallitos. Supongo que la edad se lo ha hecho más acentuado. Ibáñez y el barroco... Lo de las colillas de cigarrillo también es un clásico (como la berenjena, el ratón o cualquier otro personajillo diminuto). De hecho, los que lo imitábamos en nuestras primeras historietas cuando niños nos cuidábamos mucho de ir poniendo colillas de cigarrillo por ahí tiradas!
En casi todas la portadas se ven colillas de cigarro jejejeje
ResponderEliminarEn las portadas más modernas, la acumulación de «detallitos» y chistes secundarios las llega a hacer farragosas y hasta algo confusas.
ResponderEliminarDesde siempre Ibáñez ha padecido esa especie de horror vacui que le hacía llenar sus portadas de un montón de detallitos. Supongo que la edad se lo ha hecho más acentuado. Ibáñez y el barroco... Lo de las colillas de cigarrillo también es un clásico (como la berenjena, el ratón o cualquier otro personajillo diminuto). De hecho, los que lo imitábamos en nuestras primeras historietas cuando niños nos cuidábamos mucho de ir poniendo colillas de cigarrillo por ahí tiradas!
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