Colombo era una serie de televisión creada por Richard Levinson y William Link. En Estados Unidos se emitió regularmente entre 1971 y 1978, y esporádicamente entre 1989 y 2003. Estaba protagonizada por Peter Falk como el teniente Columbo, un detective de homicidios del Departamento de Policía de Los Ángeles.Vestido con una gabardina vieja y conduciendo un Peugeot 403 cochambroso, a veces acompañado con su perro, llamado el Perro, un basset hound, con un sempiterno cigarro en los labios y cuya mujer frecuentemente mencionada pero nunca mostrada, resolvóa con su peculiar estilo todo tipo de crímenes.Su plato preferido era el chili con carne.
La serie se caracterizaba porque al inicio de cada episodio ya se nos mostraba al criminal, lo que en inglés se conoce popularmente como howcatchem, es decir, la llamada historia de detectives invertida. Y también sabíamos que al final Colombo lo descubriría, casi siempre gracias a un detalle insospechado que pasaba inadvertido, así que lo interesante era saber como llegaría a condeguirlo cada vez. Colombo jugaba al despiste con los asesinos fingiéndo ser más despistado de lo que realmente era, apareciendo siempre ante los ojos del sofisticado homicida como un tipo peculiar de lo más desorientado,
Columbo no llevaba pistola y jamás tenía que recurrir a la violencia física. Sus crímenes siempre ocurrían en el ámbito de la alta sociedad, lo que le hacía aún más chocante, contrastando abiertamente el agente de la ley con el futuro convicto, quien le despreciabe y menospreciaba.
Este fué el personaje más popular de Peter Falk, actor neoyorkino nacido el 16 de septiembre de 1927de madre rusa y padre polaco, y que falleció el pasado 23 de Junio de 2011 en Beverly Hills.
Fué nominado al Oscar por sus papeles en "El sindicato del Crímen" (Stuart Rosenberg, 1960) y "Un ganster para un milagro" (Frank Capra, 1961). También recordaremos siempre sus papeles en "La carrera del siglo" de Blake Edwards (1965), "La fortaleza" de Sydney Pollack (1969), "Un cadáver a los postres" de Robert Moore (1975) o "La princesa prometida" de Rob Reiner (1987).
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