¡Qué forma de pervertir el espíritu de Çipi y Çape en las dos primeras portadas así como en la del almanaque 1965 de Pulgarcito! Ni que fueran dos diablos, ¿es que nunca leyó una historieta suya?
De todos modos, no me imagino a Zipi y Zape en ninguna de sus encarnaciones cometiendo tropelías como:
·Hacer estallar 97 kilos de trilita junto a un probo trabajador que se encuentra ganándose honradamente la vida.
·Perforar con un berbiquí la superficie de una embarcación hinchable atestada de viajeros.
·Cortar una cuerda de la que pende sobre el vacío un débil ancianito (otra cosa sería si el que se aferrase a ella fuese el Manitas de Uranio).
Que no, muxhaxho, pese a tu afán por defender a Peñarroya a todo trance hasta creando microentradas ex profeso, en estas ocasiones el castellonense se equivocaba y, lo que es peor, se dejaba arrastrar por los tópicos.
Es la fama que tenían, o igual Peña hacía lo que el prudente Escobar no se atrevió. Recuerda lo temendamente violenta que era Doña Benita. Aún así, creo que hay mucho Zipi y Zape de antes de la férrea censura por descubrir.
¡Qué forma de pervertir el espíritu de Çipi y Çape en las dos primeras portadas así como en la del almanaque 1965 de Pulgarcito! Ni que fueran dos diablos, ¿es que nunca leyó una historieta suya?
ResponderEliminarMuxhaxho, he creado una microentrada solo para responderte...
ResponderEliminarDe todos modos, no me imagino a Zipi y Zape en ninguna de sus encarnaciones cometiendo tropelías como:
ResponderEliminar·Hacer estallar 97 kilos de trilita junto a un probo trabajador que se encuentra ganándose honradamente la vida.
·Perforar con un berbiquí la superficie de una embarcación hinchable atestada de viajeros.
·Cortar una cuerda de la que pende sobre el vacío un débil ancianito (otra cosa sería si el que se aferrase a ella fuese el Manitas de Uranio).
Que no, muxhaxho, pese a tu afán por defender a Peñarroya a todo trance hasta creando microentradas ex profeso, en estas ocasiones el castellonense se equivocaba y, lo que es peor, se dejaba arrastrar por los tópicos.
Es la fama que tenían, o igual Peña hacía lo que el prudente Escobar no se atrevió. Recuerda lo temendamente violenta que era Doña Benita. Aún así, creo que hay mucho Zipi y Zape de antes de la férrea censura por descubrir.
ResponderEliminarSí, eso sí, al menos por mi parte.
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