Los Pitufos y Peyo; Cuando sonó la flauta


Con el estreno y posterior exhibición con enorme recaudación de la película de los Pitufos, creo que ha llegado el momento en este blojjj de aclarar que estos personajes tienen autor, y que este señor era europeo. Más que nada porque estos personajes, que se han convertido en icónicos a nivel mundial, son reconocidos universalmente, pero… ¿De dónde salen?
 Los Pitufos son los protagonistas de una serie de comics de origen belga homónima creada por Peyo (Pierre Culliford; nacido el 25 de junio de 1928 en Bruselas, falleció el 24 de diciembre 1992 en la misma ciudad) que cuenta la historia de una aldea imaginaria, con casas construidas en hongos en el interior de un gran bosque, poblada por pequeñas criaturas azules a los que les encanta la zarzaparrilla. Los primeros dieciséis álbumes fueron creados por el autor original, y desde su muerte, su hijo, Thierry Culliford, participó en la creación de nuevos álbumes (en los guiones).
Pierre Culliford, Peyo
El apodo de "Peyo", que Culliford que comenzó a usar en 1945 para firmar sus obras, proviene de uno de sus primos, que era incapaz de pronunciar correctamente la palabra "Pierrot", apelativo cariñoso  con que llamaban de pequeño a Pierre Culliford, muy común en los países francófonos. (Como lo de llamar Paco a los Franciscos). Era hijo de madre belga y padre inglés naturalizado belga, corredor de bolsa, que murió cuando Peyo tenía 8 años. De niño trabajó en una cabina de proyeccionista en un pequeño cine, y recibió sus primeras influencias comiqueras de los álbumes de Hergé y el comic americano. Tras estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas, al acabar la 2ª Guerra Mundial, Culliford trabajó en un estudio de animación que quebró al poco tiempo, pero Peyo  había tenido tiempo de conocer a colegas y amigos como Franquin, Morris y Eddy Paape. Estaba trabajando en una agencia de publicidad cuando publicó su primera historieta en La Dernière Heure, un periódico generalista de la prensa belga francófona: Johan, en 1946. Johan era un paje de la Edad Media, rubio y con bucles, que en un principio protagonizaba tiras mudas de unas 4 viñetas. En el tercer chiste, en el que ya se utilizaban bocadillos para los diálogos, apareció por primera vez el personaje de El Rey, que en estos primeros tiempos se llamaba "Señor de Hauvon". Posteriormente, Johan protagonizó sus dos primeras aventuras de "continuará", en las que se narraba cómo el joven paje salvaba el castillo de ser invadido por las tropas enemigas y liberaba a la hija del Señor de Hauvon, la princesa Isabelle. Las características más destacadas de Johan, el joven héroe, eran el valor, la fidelidad a su señor, la honestidad y la astucia, lo que le convertía en el exponente perfecto de los valores tradicionales.

Dos tiras con "continuará" de Johan


L´Inspecteur Pik...

...y una historia de Piratas, las primeras historietas de Peyo
Johan en Le Dernière heure (1947)
Los personajes principales de Johan en Le Dernière heure
Peyo comienza  a publicar en Le Soir una segunda serie, POUSSY, las aventuras de un pequeño gato blanco y negro, travieso, en su mayoría mudas, que no habla ni produce pensamientos; es un gato-gato. A partir de 1950 también publica Johan en Le Soir. Johan aparece aún rubio, pero ya no peina bucles, y en sus primeras historietas repite la narración del rescate de la princesa, esta vez con el título Johan, le petit page. El segundo relato retomaba el tema del complot nocturno para conquistar el castillo, y llevaba por título L'attaque du château. En ambos casos, el dibujo y el ritmo del relato habían mejorado mucho.





 En 1952, gracias a una recomendación de Franquin, Johan comienza a publicarse en la revista Spirou. Es entonces cuando la serie encuentra su forma definitiva: el cabello del héroe pasó de rubio a moreno, y sus historias se convirtieron en relatos largos de 44 planchas (60 planchas a partir de 1958), y en 1954 se realizará la contribución más importante de la serie: el héroe por sí solo es bastante aburrido, por lo que se le añade un compañero divertido para dar el contrapunto cómico: Pirluit. Creado en un primer momento como secundario y para aparecer solo en aquella historia, Pirluit, junto con su cabra Biquette (que también aparece en este episodio) conquistó pronto la simpatía de los lectores, que reclamaron su permanencia en la serie. De esta forma, la saga pasó a llamarse Johan et Pirlouit, convirtiéndose en una de las series más populares de la prensa belga. Johan y Pirluit se publicaron por primera vez en el Spirou del 11 de septiembre 1952. Su primer álbum, recopilando historietas de los no 752 al no 794 en Le Châtiment de Basenhau se publica en enero de 1954 por Dupuis. El álbum en que aparece Pirluit por primera vez se titula Le Lutin du Bois aux Roches. Después de la muerte del autor, se reanudó  su publicación en 1994 por Yvan Delporte y por Alain Maury, en forma de álbum directamente.


Páginas (Edición de Dupuis y de Grijalbo en Español) de Le Châtiment de Basenhau. En el álbum de Grijalbo se llamaban Juan y Guillermo (En este caso, sólo Juan, pues aún no existía Gulliermo, o Pirluit)
La primera aparición de Pirluit, en Le Lutin du Bois aux Roches

Versión Bruguera (en la colección Ole!), titulada La verdadera historia de Johan y Pirluit
En 1958, Pirluit encontraba una flauta mágica pero el malvado Torchesac logra robarla y su mal uso va a ocasionar una guerra civil en el país. Johan debe salir en busca de los creadores de la flauta para que le digan como quitarle los poderes. Ante esta necesidad, el mago Homnibus envía a los dos amigos a una tierra desconocida, el País Maldito, en donde viven los Pitufos. La aventura se llamaba La Flûte à Six Trous (La flauta de los seis agujeros). Estos personajes azules, que aparecen en este álbum como secundarios,  se harían tan populares que no solo conquistarían su propia serie, sino que provocarían la desaparición casi total de "Johan y Pirluit", ante la falta de tiempo de su creador para dedicarse a ella por entero. De hecho, este álbum pasó a llamarse La Flûte à Six Schtroumpfs (La Flauta de los Seis Pitufos).



Pirluit encuentra la flauta mágica


Torchesac roba la flauta.

El mago Homnibus envía a los dos amigos al País Maldito


... y se encuentran por primera vez con los Pitufos.

En 1975, la productora Belvision estrenó la película de dibujos animados La Flûte à six Schtroumpfs, de 70 minutos de duración, adaptando el álbum. En ella, a pesar de que Johan y Pirluit tienen un papel destacado, el protagonismo recae sobre Los Pitufos, y su fisonomía y el aspecto de su aldea se ha modificado convenientemente al estilo que tenían en aquel año con respecto a la publicación original. Previamente a esta película se estrenó en 1965 Las Aventuras de los Pitufos, una película en blanco y negro que recopilaba 5 cortos realizados con guiones de Delporte y Peyo. Dupuis acababa de crear un estudio de animación, cuya dirección se había confiado Eddy Ryssack. En ese estudio se realizaron una decena de cortos de los Pitufos, pero se trataba semianimación y la adaptación se había realizado la participación de Peyo. 

Fotogramas de la primera película. Debajo, el único y lamentable vídeo conseguido.

Sí que participó en la supervisión del largometraje de Belvision. La película contribuyó a ampliar el renombre de los Pitufos e interesar a las agencias de publicidad y los fabricantes de juguetes. Faltaba la conquista del mercado norteamericano, pero no adelantemos acontecimientos…

Afiches publicitarios de la película

Carátula de la Banda sonora. Debajo, extractos.
El bautismo de los Pitufos en español ya fue narrado en otro post. El nombre original, Les Schtroumpfs, y según cuenta la “leyenda”, fue creado mientras Peyo y Franquin cenaban en un restaurante. Peyo le pidió a Franquin que le pasara la sal y en lugar de “Passe-moi le sel “dijo “Passe-moi le palabra impronunciable”, siendo esta tras una serie de risas y chascarrillos identificada como schtroumpf. O sea, “Passe-moi le schtroumpf”. Posiblemente se refiriera al salero, no a la sal, pero parece que la conversación que siguió al equívoco se desarrolló enteramente, entre risas, en idioma schtroumpf. A Franquin le encantó la palabra y continuó utilizándola en conversaciones posteriores, y cuando Peyo tuvo que bautizar a los pequeños duendes azules que aparecían en aquella historieta, Schtroumpf fue la primera palabra que le vino a la cabeza. Más tarde se enteró que Strumpf en alemán, cuya pronunciación es prácticamente idéntica,  significa calcetín.




Fotogramas y dibujos de la película
Tras el éxito de los Pitufos en el álbum de la flauta, el editor de Spirou, Yvan Delporte, convenció a Peyo  de dedicarles una serie paralela. Sus primeras aventuras se presentaron en forma de mini-álbumes, (mini-récit) como suplementos ofrecidos en Le Journal de Spirou nº 1107 del 2 de Julio de 1959. El éxito es tal que Peyo tuvo que redibujar estas aventuras en el formato clásico, y con este se incluyeron ya en el interior de la revista como una serie más. Los Pitufos aparecieron también en los álbumes de Johan y Pirluit La guerre des 7 fontaines, Le sortilège de Maltrochu, La horde du corbeau, Le Pais Maudit y La Nuit des Sorciers. El primer álbum “en solitario” de los Pitufos fue Los Pitufos Negros, en 1959.
Primeros diseños de los Pitufos
La Guerre des 7 Fontaines, en español, versión Bruguera, La guerra de tomoylomo
El pais maldito y su correspondiente versión Bruguera


Le Sortilege de Maltrochu, El sortilegio de Malasombra en español.
La Horde du Corbeau, en Español La Horda del Cuervo,dibujado por Alain Maury ya fallecido Peyo.


La noche de los Brujos, La nuit des Sorciers en el original





Extractos de Los Pitufos Negros, primera historieta en solitario de Los Pitufos

El idioma Pitufo fue fuente de polémica, pues los niños se dedicaban a hablar de esa manera, lo que hacía pensar a los padres y educadores que haciendo aquello desaprendían lo aprendido y se les dificultaba aprender nuevas nociones. Este idioma se deduce por una transformación simple desde la lengua del lector: basta con sustituir a los sustantivos por la palabra “Pitufo”; los verbos son sustituidos por el verbo “Pitufar” y los adverbios por “pitufamente”. Generalmente los adjetivos siguen siendo conformes a la lengua de edición del álbum. No obstante, las palabras demasiado largas raramente son sustituidas de esta manera. En general, la norma implícita es sustituir exactamente las palabras suficientes como para dar un carácter cómico a la frase, dejándolo al mismo tiempo comprensible para el lector. Pero el guionista puede también escribir frases voluntariamente incomprensibles para enriquecer la intriga o simplemente para conseguir un efecto cómico, tanto más que en francés la palabra “schtroumpf” es casi impronunciable (es algo menos verdadero en inglés, donde pasa a ser “smurf”, y aún menos en español, donde pasa a ser “Pitufo”). Así pues, Johan y Pirlouit, en el álbum Le Pays maudit, intentan ser  prevenidos de que el enemigo dispone “de un schtroumpf que schtroumpfe schtroumpf”;  el Pitufo superviviente del ataque es totalmente incapaz de expresarlo  más claramente; sólo después llegan a la conclusión que se trataba de un dragón que escupe fuego.
Pirluit se vuelve majareta intentando comprender el lenguaje Schtroumpf
Notas sobre el lenguaje Pitufo






Extractos de El Pais Maldito y "El pitufo que pitufa pitufo"

En la versión de dibujos animados de La flauta de los seis Pitufos, el Gran Pitufo es capaz de traducir al lenguaje humano una frase en la que todas las palabras clave se sustituyen por "schtroumpf”. En los primeros encuentros  de Johan y Pirluit con los Pitufos, estos reemplazaban casi todas las palabras. En cambio, en las ilustraciones del libro de gramática pitufa al final del álbum de La flauta, se indica que ellos mismos crean malentendidos, si ellos dicen “un schtroumpf de schtroumpf". En resumen, las reglas del lenguaje Pitufo son completamente libres según el efecto que el autor quiera producir. Un falso debate dividió a los lingüistas en los años setenta para determinar si era correcto decir un pitufacorchos o un sacaPitufos (schtroumpfe-bouchon o un tire-bouschtroumpf). Este problema que divide a los Pitufos es el centro de la intriga del álbum Schtroumpf vert et vert Schtroumpf (que es también una sátira sobre los debates entre francófonos y neerlandófonos en Bélgica). Es solucionado por el Gran Pitufo, que les pide finalmente que no se utilicen palabras compuestas. Ambas versiones son, pues, incorrectas: se debe simplemente decir un schtroumpf (Pitufo), o en todo caso un schtroumpfe-schtroumpf (Pitufa-Pitufos). El Pitufo Gafitas propuso por su parte decir “el objeto que abre las botellas”.




Extractos de Pitufo verde y verde pitufo...






... y en español, pera quien no sepa francés (como quien pitufa esto).

El éxito de los Pitufos fue tal que finalmente Peyo se dedicó casi exclusivamente a ellos, dejando de lado a Johan y Pirluit. Reconocía que le divertía hacer a los Pitufos, y que el día que dejara de disfrutar los dejaría, pero que también echaba de menos a sus otros personajes. Según una entrevista que le hizo Thierry Groensteen en septiembre de 1982 para Les Cahiers de la BD”,…sé que esta serie dejó un buen recuerdo en la memoria de mis lectores, y tengo un poco miedo de decepcionarlos. Cuanto más popular  es un personaje, más peligroso es intentar su “come-back” después de una ausencia de algunos años. El mismo Hergé tuvo la experiencia con Tintín.”
 En principio no hay nada que diferencie a los Pitufos entre sí, y únicamente el Gran Pitufo es distinto por su barba blanca y el color rojo de su gorro y pantalones. El carácter que les va haciendo personajes independientes y distinguibles va apareciendo con el tiempo, conforme los Pitufos van teniendo sus propias historias protagonizadas por las distintas personalidades.  







Varias historietas cortas protagonizadas por diversos Pitufos (Incluído El Gran Pitufo)
El universo de los Pitufos pertenece a uno de esos mundos mágicos que están “en ninguna parte”, fuera de la Historia, con una referencia inicial a la idealizada Edad Media de Johan y Pirluit. El color azul de su piel y su peculiar idioma acentúan una sensación de irrealidad, remarcada por los suaves y redondeados trazos del dibujo de Peyo. Cogen prestado de la mitología tradicional su condición de pequeñas criaturas silvestres; son una especie de gnomos que viven en casas-hongo, que encima poseen una pequeña cola cual fauno o cualquiera de las criaturas con esa característica tan pagana. Son todos idénticos entre sí (salvo las gafas del Pitufo Gafitas o Filósofo y por elementos diferenciadores de personalidad que se van manifestando en sus sucesivas historietas) y asexuales en principio, pero no hermafroditas, sino un trasunto de un pueblo amazonas en masculino. La organización de la aldea responde a una forma de utopía política; están regidos por un soberano de tipo feudal, un rey por naturaleza aunque sea por la naturaleza que le ha proporcionado la barba blanca, lo que le dota automáticamente de gran sabiduría y conocimientos, así como su más larga edad. Para terminar de diferenciarle y distanciarle, su indumentaria también es distinta, caracterizándose por ser de color rojo frente al blanco del resto de la población pitufa. La organización de la aldea, en la que la responsabilidad de la toma de decisiones importantes y el conocimiento corresponden al rey, El Gran Pitufo será seguido ciegamente y sin poner sus decisiones en entredicho;  puede recordar también a una colmena u hormiguero. La organización es perfectamente utópica e irreal, y los peligros proceden siempre del exterior. Si uno de los Pitufos piensa distinto o se comporta de manera no pitufa es porque ha sido mordido y contagiado por un Pitufo negro, por ejemplo; si deja correr su imaginación y sueña más allá de la frontera de lo Pitufo,  encuentra consuelo en algo que resulta ser simulado, como en el Cosmopitufo. 










Extractos de El Cosmotitufo, como tomar el pelo a un Pitufo soñador que quiere salir del redil.

Cuando el Gran Pitufo se tiene que ausentar, el caos se adueña de la aldea, como gallina descabezada, y se produce un simulacro de democracia que termina en la elección del Pitufísimo, que arrogándose las funciones del Gran Pitufo, y dado que su granpitufismo no es natural, se ve obligado a reafirmarlo militarizándolo; todo volverá al orden con el regreso del Gran Pitufo. En este álbum, el Pitufo tirano responde “Schtroumpf!” cuando se le obliga a rendirse. Obviamente no podemos más que conjeturar el sentido que pudiera tener la exclamación, aunque algunos eruditos señalan que puede tratarse de un guiño al “Merde!” de Pierre Cambronne. Según una leyenda popular,  Cambronne estaba al mando de la última plaza de la Vieja Guardia en Waterloo, y fue llamado a entregarse por el general británico Colville, a lo que Cambronne respondió.
"¡La Guardia muere, pero no se rinde!”
Entonces, ante la insistencia de Gran Bretaña, respondió con una palabra concisa, ahora conocida como la "palabra de Cambronne". No obstante, Cambronne negó toda su vida haber dicho aquello:
“Merde!”

El Pitufísimo y ¿la palabra de Cambronne?













Extractos de El Pitufísimo, donde se pierde el sentido del Schtroumpf con la traducción (¿?)
La intrusión de un elemento tan ajeno a la andrógina y asexuada sociedad pitufa como es la Pitufina (Pitufina según el doblaje de los dibujos de Hanna-Barbera, Pitufita en las publicaciones del cómic en español) causa un caos desconocido, incluso en el Gran Pitufo que ve amenazada su autoridad. De la Pitufina, en la entrevista ya mencionada, Peyo dijo lo siguiente: El episodio de la Pitufina,  apenas fue publicado, gran parte de la prensa me llamó misógino, machista, etc. Honradamente, no creo ser misógino, al contrario. La Pitufina es una caricatura sin maldad de la naturaleza femenina, con sus cualidades y sus defectos. En especial me he esforzado en demostrar que la mujer nos tiene por los sentimientos y que, voluntariamente o no, ejerce por este medio una verdadera autoridad sobre el hombre. Jacques Brel, al que siempre he tenido una gran admiración, ha expresado muy bien expresado en su canción "Les biches". Y mira a tu alrededor: constatarán como yo que, en la mayoría de los hogares, es la mujer que lleva los pantalones.”

A Gárgamel se le ocure crear a La Pitufita para vengarse de los Pitufos














Extractos de La Pitufita.

No es la única polémica que ha despertado la serie, pues a lo largo de su existencia se la ha calificado de fascista, de comunista e incluso de xenófoba (A Los Pitufos Negros de las tres cosas, vivir para ver…), a tenor de timoratas interpretaciones que no caen en la cuenta de que Peyo dibujaba unas fábulas con elementos fantásticos que quizás sí que pudieran contener un mensaje didáctico para los niños, e incluso mensajes para los mayores sin ir más allá de guiños humorísticos. Fueron calificados de nazis debido a su uniformidad y lucha contra un Gárgamel que debido a su aspecto representaba a un judío, acentuado por el hecho de que Azrael, el gato, es la palabra con la que se denomina al Ángel de la Muerte entre los hebreos (y los árabes y demás culturas del medio oriente), entre otras lindezas. Aunque hay discusiones etimológicas al respecto, según la tradición hebraica, Azrael (Azra-el: ayuda de Dios) designa al ángel de la muerte y del juicio. Ha sido también asimilado al culto del vampirismo y el satanismo por lo que representa, y es uno de los ángeles más respetados. Azrael (en árabe عزرائيل) es uno de los nombres que recibe el ángel de la muerte. También llamado Abou-Jaria (أبو جارية) por los musulmanes y Mordad (مورداد) entre los persas, tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas. Es conocido como el Ángel de la Muerte entre los judíos, y es la derivación del nombre árabe Izrail, el cual aparece en el Corán y significa "Quien a Dios ayuda". También aparece en el Corán como Malaikat Al-Maut (مليكة الموت) (que es una traducción literal de ángel de la muerte). 

¿Los Pitufos Nazis?
Desde luego, en este cell de los dibujos, al menos parece endemoniado
Esta figurita de pvc no se si estará poseída, pero es fea de narices
De estos peluches, mejor no hablamos. Como toda franquicia de éxito, los Pitufos son pasto de imitaciones baratas

También fueron calificados de marxistas por su organización político-económica  comunitaria, tomando Gárgamel en esta teoría el lugar de un sacerdote cristiano debido a su indumentaria de aspecto monacal y a que su residencia recuerda a una iglesia. También se dijo que eran racistas por utilizar el color negro de los Pitufos de ese color para representar la enfermedad y el caos, y sus gorros blancos estarían basados en los del Ku Klux Klan y el de su líder, El Gran Pitufo, rojo, igual que el del Gran Dragón de esa organización.
Los Pitufos Comunistas????






Gárgamel, pobre víctima.
¿Son los Pitufos del KKK?

Comentarios sospechosos

En los Pitufos estarían representados los siete pecados capitales: Pitufo Fortachón, avaricia; Pitufo Goloso, gula; Pitufo Gruñón, ira; Pitufo Vanidoso, vanidad; Pitufo Dormilón, pereza; Pitufo Filósofo, que ansiaba el puesto y el poder del  Gran Pitufo, envidia,  y en Pitufina recaería la lujuria.  






Los Pitufos y los 7 Pecados Capitales

Se dijo que el Gran Pitufo era la evocación del mal, al practicar la hechicería, que por la religión está visto como un pecado; no obstante, era el líder y el único que vestía con ropa roja, que es el color con que se representa al Diablo. En muchas historias, los Pitufos practican una danza alrededor del fuego, elemento común a muchos ritos paganos. Algunos hablan que las plantas de zarzaparrilla eran una droga para los Pitufos y que no podían vivir sin ellas, por lo que sortean cualquier peligro con tal de conseguirlas. Por otro lado, hay quienes dicen que las casas de la aldea pitufa son “Amanitas Muscaria”. Gárgamel sería un drogadicto que se alimenta de estos hongos, y que al consumir la amanita o al hacer un brebaje vería a estos seres azulados en sus alucinaciones. Algunos hablan que las pitufresas eran una droga para los pitufos y que no podían vivir sin ellas, por eso en todos los capítulos hacen sortean cualquier peligro con tal de conseguirlas.
El malvado Hechicero Diabólico
Danzas paganas
¿Por qué están tan felices?
Algunos hablan que las pitufresas eran una droga para los pitufos y que no podían vivir sin ellas, por eso en todos los capítulos hacen sortean cualquier peligro con tal de conseguirlas.
Por otro lado, hay quienes dicen que las casas de la aldea pitufa son “Amanitas Muscaria” (hongo alucinogeno), y Gárgamel es un drogadicto que se alimenta de estos hongos, y que al comer la amanita o al hacer un brevaje con amanita ve estos seres como motivo de sus alucinaciones. Repite una y otra vez “Los atrapare, los atrapare, juro que los atrapare aunque sea lo último que haga, lo último que haga” Algunos hablan que las pitufresas eran una droga para los pitufos y que no podían vivir sin ellas, por eso en todos los capítulos hacen sortean cualquier peligro con tal de conseguirlas.
Por otro lado, hay quienes dicen que las casas de la aldea pitufa son “Amanitas Muscaria” (hongo alucinogeno), y Gárgamel es un drogadicto que se alimenta de estos hongos, y que al comer la amanita o al hacer un brevaje con amanita ve estos seres como motivo de sus alucinaciones. Repite una y otra vez “Los atrapare, los atrapare, juro que los atrapare aunque sea lo último que haga, lo último que haga” Algunos hablan que las pitufresas eran una droga para los pitufos y que no podían vivir sin ellas, por eso en todos los capítulos hacen sortean cualquier peligro con tal de conseguirlas. Por otro lado, hay quienes dicen que las casas de la aldea pitufa son “Amanitas Muscaria” (hongo alucinogeno), y Gárgamel es un drogadicto que se alimenta de estos hongos, y que al comer la amanita o al hacer un brevaje con amanita ve estos seres como motivo de sus alucinaciones. Repite una y otra vez “Los atrapare, los atrapare, juro que los atrapare aunque sea lo último que haga, lo último que haga” Algunos hablan que las pitufresas eran una droga para los pitufos y que no podían vivir sin ellas, por eso en todos los capítulos hacen sortean cualquier peligro con tal de conseguirlasPor otro lado, hay quienes dicen que las casas de la aldea pitufa son “Amanitas Muscaria” (hongo alucinogeno), y Gárgamel es un drogadicto que se alimenta de estos hongos, y que al comer la amanita o al hacer un brevaje con amanita ve estos seres como motivo de sus alucinaciones. Repite una y otra vez “Los atrapare, los atrapare, juro que los atrapare aunque sea lo último que haga, lo último que haga” Durante los años 80, en México, corrió el rumor que algunos de los productos de Los Pitufos cobraban vida por las noches. Asimismo, los seres azules que decoraban cortinas o tapices salían y danzaban en las habitaciones de los niños. Una de las historias sobre estos casos hablaba de un niño cuyo cuarto fue decorado con un tapiz de los Pitufos, y a la mañana siguiente despertó con el cuerpo repleto de manchas rojas asegurando que los Pitufos habían sido los culpables…  En fin, podríamos seguir, pero no acabaríamos jamás.

Estos Pitufos falsos si que son para provocar pesadillas!!!
 
Por otro lado, hay quienes dicen que las casas de la aldea pitufa son “Amanitas Muscaria” (hongo alucinogeno), y Gárgamel es un drogadicto que se alimenta de estos hongos, y que al comer la amanita o al hacer un brevaje con amanita ve estos seres como motivo de sus alucinaciones. Repite una y otra vez “Los atrapare, los atrapare, juro que los atrapare aunque sea lo último que haga, lo último que haga”
El gobierno de la sociedad pitufa es de carácter familiar, es el de un padre educando a sus hijos, se orienta unívocamente a los valores del mundo paternal, a la ideología agradable de una feudalidad natural e inalterable, fuera de la Historia. Asimismo asistimos a una utopía donde todos son iguales; en aspecto, en derechos, e incluso en las principales palabras de su idioma, que resulta ser siempre la misma.
Los álbumes de Los Pitufos tienen ya veintinueve volúmenes. Publicado por primera vez en Dupuis (trece volúmenes), y luego en Cartoon Creation (editorial creada por Peyo, que  transfirió los derechos de sus comics a Lombard en 1992); más tarde en Lombard (volúmenes de dieciséis al veintinueve). Al margen de la serie, Lombard distribuye álbumes paralelos: Schtroumpferies, 120 blagues de Schtroumpfs, 3 histoires de Schtroumpfs y L'Univers des Schtroumpfs.
Los  Pitufos tienen más de cien años de edad, a excepción del Gran Pitufo, que tiene 542 años (en 'El Pitufo Carpintero' se comenta que está a punto de cumplir 542 años y en 'El Pitufador de joyas' se dice que cumple ese año 543), y el Pitufo Bebé, cuya edad no se facilita. Hoy en día hay cien Pitufos, siendo los principales: El Gran Pitufo (Líder y Decano, que es más conocido como Papá Pitufo por culpa de la serie de Hanna-Barbera para la TV), Pitufita (Pitufina por la misma razón), Pitufo Filósofo (o Gafitas, idem), el Pitufo Manitas, Pitufo Codicioso, Pitufo Gruñón, el Pitufo Bromista... A veces  recurren a Homnibus, un viejo mago que ayuda en cuestiones de gran importancia como la salud de Papá Pitufo. Él es uno de los pocos humanos que los Pitufos no temen, junto a Johan, Pirluit y el rey de ambos.
El mago Gárgamel y su gato Azrael son los peores enemigos de los Pitufos, por distintas razones: Gárgamel los necesita para crear la piedra filosofal ya que son un ingrediente esencial para la fórmula (aparte de que numerosos fracasos le hayan hecho desarrollar un deseo de venganza morrocotudo) mientras que Azrael sólo quiere comérselos. Gárgamel apareció por vez primera en El ladrón de Pitufos buscando la fórmula para la creación de la piedra filosofal, y en uno de sus libros encuentra la definición y la ilustración de un Pitufo, que a partir de entonces se convierten en su obsesión: “Pequeño genio que habita en el País de los Pitufos, pero que también se halla algunas veces en nuestras regiones. Los Pitufos poseen una lengua especial: Pitufan. Según se dice, son adictos a una planta llamada Zarzaparrilla’”
No existe ninguna ley entre los Pitufos; sólo valores morales y respeto. En muchas ocasiones, Los Pitufos adoptan una actitud más correspondiente al mundo de los humanos que causa el conflicto para la historieta, que acaba invariablemente con la conclusión de que están mejor con la actitud de ser simplemente un Pitufo. Los Pitufos disfrutan del contacto con la naturaleza y la cercanía con los animales, la cosecha… pero también padecen directamente sus inclemencias.
Los Pitufos son como los duendes, pero mucho menores que en la mayoría de las leyendas. Son descritos "tan altos como tres manzanas" en el grimorio de Gárgamel, pero comparados con el mago, que tiene un tamaño humano medio, los Pitufos parece muy pequeños, casi del tamaño de ratones, cosa que no hace sino aumentar el apetito de Azrael. En comparación con la naturaleza circundante, su tamaño es muy variable, cambiando de acuerdo a los caprichos de Peyo. En el álbum  Schtroumpferies, el nº5, la puerta de la casa de un Pitufo mide 17X10cm, lo que sugiere que no miden más de 15. En la presentación de los personajes se les describió como “pequeños duendes azules de cinco centímetros". En 1991, en el álbum Les Évadés se produce un encuentro entre “Los Hombrecitos” de Seron (les Petits Hommes ) con los Pitufos, apareciendo ambas especies casi del mismo tamaño; los Hombrecitos tienen exactamente un tamaño a escala 1/10 en comparación con los seres humanos. Sin embargo este encuentro plantea algunos problemas de cronología (las series no se sitúan en el mismo siglo).
El encuentro entre Los Hombrecitos y Los Pitufos
Gárgamel y su grimorio en El Ladrón de Pitufos

Los Pitufos son azules y de forma humanoide. Las únicas diferencias notables son una minúscula cola en la parte trasera, y el hecho de que solo tienen tres dedos oponibles al pulgar, y cuatro dedos en los pies. Y sobre todo, todos usan un gorro frigio, esa especie de caperuza, de forma aproximadamente cónica pero con la punta curvada, que es el símbolo internacional de la libertad y el republicanismo. Lo lleva la alegoría de la Libertad que aparece guiando al pueblo en el conocido cuadro de Eugène Delacroix, de 1830 y también Marianne, la personificación de la República Francesa. Recordemos de todas maneras que los personajes son de origen belga, aunque el nombre por el que son conocidos en los países de habla hispana es de origen catalán, por lo que bien podríamos llamar a ese gorro payés o barretina. Es de color blanco para todos los personajes, excepto el Gran Pitufo, que luce un ejemplar de color rojo como ya hemos visto.
Detalle de La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix

Dalí con Barretina

Un Caganer
Una Barretina-frigia
Sello de Marianne
Los Pitufos también salen en sellos
El Gran Barrufet con su barretina Frigia
El episodio del Bebé Pitufo muestra cómo nacen los Pitufos: son traídos por una cigüeña (guiño a la historia que se contaba a los niños que planteaban la cuestión “¿de dónde vienen los bebés?” cuando se deseaba disimularles la verdad sobre la sexualidad), una noche de luna llena azul. La Pitufina es creada mediante brujería por Gárgamel con el objeto de sembrar la discordia entre Los Pitufos. En Les Petits Schtroumpfs aparecen niños Pitufos, pero son realmente adultos rejuvenecidos. Hay que tener en cuenta que,  de alguna manera,  los Pitufos eran criaturas asexuales antes del álbum de La Pitufina.


El Bebé Pitufo













Extractos de Les Petits Schtroumpfs
La aldea de los Pitufos está situada en medio de un bosque, en una región llamada “La Tierra Maldita”, geográficamente difícil de situar, pero definitivamente en algún lugar de Europa. El autor es belgas, así que se puede argumentar que el Pitufo pueblo está situado en algún lugar de las Ardenas (seguramente en el Luxemburgo belga, en una zona boscosa y poco poblada). En sus primeras apariciones, en los álbumes La Flûte à six schtroumpfs y Le Pays maudit de Johan y Pirlouit, el pueblo se encuentra en medio de árboles negros y desnudos, pero desde el primer álbum de los Pitufos (Los Pitufos Negros), el paisaje es bien más acogedor para ir convirtiéndose poco a poco en un pequeño paraíso romántico al en el borde de un bosque.
Paisajes más bien desolados en los primeros álbumes
Bosque paradisíaco posteriormente.
El mapa de La Tierra Maldita (o País Maldito) se encuentra también en el primer álbum de Los Pitufos, donde se ve que el pueblo está bastante alejado del bosque; pero se fue modificando conforme  a los cambios necesarios para las sucesivas aventuras (como el mapa aldea de Asterix). Además, en el mapa se indica que "hay muy pocos seres humanos que hayan llegado", mientras que en los siguientes álbumes que dice que no puede acceder al pueblo Pitufo sin que un Pitufo indique el camino. Sin embargo, en un álbum (La Soupe aux Schtroumpfs), Gárgamel, después de una búsqueda larga e infructuosa, llevado ya a las profundidades de la desesperación, encuentra el pueblo. También lo encuentra en Le Schtroumpf sauvage, pero porque los Pitufos fueron a por provisiones, y en Schtroumpf les Bains, pero los Pitufos están de vacaciones.
En La Tierra Maldita hay un río en el que los Pitufos han construido un dique para evitar inundaciones. El río y la presa han tenido una fuerte presencia en diversas tramas
Mapa del Pais Maldito en Los Pitufos Negros


Gárgamel encuentra la aldea en Sopa de Pitufos

La vuelve a encontrar en El Pitufo Salvaje
En Schtroumpf les Bains la encuentra de nuevo
.
La explosión de fama a nivel mundial de los Pitufos se produjo a raíz de la serie de televisión producida en coproducción entre Hanna-Barbera y los estudios belgas SEPP International que bajo el título (en Inglés) The Smurfs, se comenzaron a emitir en 1981 y duraron hasta 1990 durante 256 episodios. Anteriormente, la conquista del mercado norteamericano había resultado infructuosa, y las tentativas para difundir las películas realizadas en Europa habían fracasado. En un determinado momento, un representante de una empresa americana de animales de felpa, estando en Inglaterra, se percató del éxito que estaba teniendo la venta de figuritas de los Pitufos hechas en PVC. Así que decidió correr el riesgo e importarlas. El riesgo valió la pena, pues pronto cosecharon gran éxito entre los niños. La misma empresa comenzó a fabricar muñecos de felpa de los Pitufos.
Un buen día, Fred Silverman, presidente y CEO (chief executive officer, encargado de máxima autoridad de la gestión y dirección administrativa) de la NBC por aquel entonces, y responsable de habernos legado series tales como Scooby Doo, Raíces o Los ángeles de Charlie, paseaba con su nieta cuando repentinamente toparon con un peluche de un Pitufo sonriéndoles desde un escaparate. La nieta hizo de nieta de abuelo rico y le pidió insistentemente un ejemplar. En el curso de los días que siguieron a la satisfacción del capricho de la pequeña, el señor Silverman no pudo dejar de notar que su nieta no se separaba de su nuevo juguete ni para dormir, por lo que el avispado hombre de negocios y ejecutivo del espectáculo pensó en lo rentable que podría llegar a ser producir una serie de televisión con un personaje que parecía atraer tanto a los niños. Así que se encomendó la realización de la serie a los creadores de Tom y Jerry, El oso Yogi y Los Picapiedra para ser emitida los sábados en horario matinal. 
Cada seis meses, Peyo decía acudir a los estudios de animación en Los Angeles donde casi mil personas se dedicaban a la creación de la serie. “Los medios disponibles en Hanna-Barbera no son comparables con lo que se puede conseguir aquí. Además, soy muy consciente de la oportunidad única que se me ofrece.  Lo único que quería aclarar de inmediato es que los Pitufos no mastican chicle ni beben Coca-Cola. No quería americanizar mis personajes, y gané el caso en este punto. Aunque, de vez en cuando, todavía me sorprenden por uno u otros detalles. Así, en un guión, me escribieron, sin dar más explicaciones: los Pitufos están capacitados para bailar. Bueno, cuando vi la película, me di cuenta de que habían adoptado los movimientos del béisbol! (…) Hago una muy pequeña parte de los guiones, en colaboración con Yvan Delporte, y los americanos nos ofrecen lo demás. Tengo el derecho de rechazar aquellos que no me gustan, pero la selección final de los episodios que se harán parte de la cadena NBC. En este sentido quiero subrayar una cosa. Siempre hablamos de los Estados Unidos como el país de libertad, pero me llamó la atención que todo el mundo vive con el temor de lo que los vecinos piensen o digan. En NBC, la autocensura es llevada muy lejos, porque saben que cualquier signo de mal gusto será inmediatamente denunciado y sacado de quicio por los dos rivales, CBS y ABC. Particularmente prestan atención a todo lo relacionado con la violencia, las drogas, el racismo, la imagen de la mujer, etc. Puedo darles dos ejemplos. Estaba previsto que al Pitufo Gafitas, que agua la fiesta a todo el mundo con su sempiterna moral, se le sacuda regularmente por otro Pitufo con la ayuda de un mazo. Los responsables de NBC encontraron eso demasiado violento. ¡Afirmaron que eso podía dar la idea a un pequeño muchacho americano de tomar un martillo del garaje de su papá y hacer lo mismo! Por el contrario, puedo hacerles caer un yunque sobre la cabeza,  porque es más raro poseer un yunque que un martillo. En segundo lugar: rechazaron que el Gran Pitufo se sirviera de polvos y filtros, por temor a que los espectadores vieran en esto una reminiscencia con las drogas. Por eso, las pociones en la serie ni se comen ni se beben; El Gran Pitufo se limita a lanzar el polvo estrellado”
Monsieur Peyo

Esta serie consiguió varias cosas: que se conociera a nivel mundial a unos personajes que nada tenían que ver con la serie original, creándose un mercadotecnia paralela que, si bien benefició a su creador y adláteres, desvirtuó para siempre lo que Los Pitufos significaban, infantilizándolos en extremo. Se crearon otros personajes para la serie, como Chlorhydris, Balthazar, Dama Naturaleza, Padre Tiempo y Escrúpulo. También consiguió que los Pitufos tuvieran distinto aspecto entre sí, pues la calidad de algunas de las escenas era realmente lamentable. 





























Hojas de modelo de la serie de Hanna-Barbera

Su pegadiza música y pobre adaptación de historietas de Los Pitufos denigró  a mi parecer la obra de Peyo, a la vez que le daba una popularidad inmensa, convirtiendo a los pequeños seres azules en iconos reconocibles en todas las partes del planeta. Hasta tal punto que estoy dispuesto a apostar que mucha gente que desde entonces veía los tebeos de los Pitufos de Peyo pensaba que eran adaptaciones de la serie de TV. También se produjeron por parte de Hanna-Barbera tres largometrajes que no eran sino compilaciones de diversos episodios de la serie remontados para obtener una historia más o menos coherente: Le Bébé schtroumpf, V'la les schtroumpfs y Les Petits Schtroumpfs.

Hubo por aquel entonces un fenómeno algo extravagante, que habrá que reseñar también.
Un tipo de origen holandés, nacido en 1935 en Elst y llamado Pierre Kartner ganó con 8 años su primer festival musical. Más tarde formó el Duo X junto con la cantante Annie de Reuver. En la década de 1960 formó parte de la banda Corry Konings en de Rekels, que llegó a vender más de un millón de álbumes en Holanda. Y durante los años 70 se disfrazó con una barba postiza y un sombrero negro y compuso la canción infantil titulada Vader Abraham had zeven zonen (El padre Abraham tiene siete hijos). Así que adoptó el seudónimo Vader Abraham y se dejó crecer la barba para evitar tener que usar la postiza. En 1977 se imprimieron 1000 copias de una canción basada en la película de La Flauta de los Pitufos, pero como se agotaron en un solo día, la discográfica lanzó una reedición de 400.000 álbumes que se agotó al poco tiempo, convirtiéndose así en número 1. La canción fue interpretada en varias lenguas como el español, alemán, francés o japonés, Kartner llegó a realizar actuaciones en el extranjero, y continuó componiendo canciones relacionadas con la serie de televisión. Aparecía rodeado de marionetas pitufiles que parecían seguirle ciegamente y sin voluntad, acompañándole a los coros con sus voces… pitufadas. Daba la sensación de que este tipo con pinta de rabino perverso era el padre de los Pitufos, y muchos debieron de pensar que este era el creador de los personajes. Más aún cuando la película en la que basó Kartner su primer hit se estrenó en 1976, pero no llegó a España hasta 1979, con el supuesto padre habiendo arrasado con sus discos toda esta geografía ibérica. Hasta cuatro discos más salieron en total de la entente Padre Abraham/Papá Pitufo. Si, Papá Pitufo, pues en 1983 se estrenaría en España la antedicha serie de Hanna-Barbera y ya dejaría marcado con ese nombre al Gran Pitufo.
El Padre Abraham con sus marionetas Pitufas en algún programa tipo Aplauso
Uno de los discos
El pater en solitario, con villancicos

Más discos. Debajo la canción de Los Pitufos, doble ración
De la banda sonora de La Flauta de los Pitufos (compuesta por Michel Legrand, que también puso voz a alguno de los personajes) se editó un disco en España (de Belter, en 1980) con canciones añadidas cantadas por Teresa Rabal, Los Chiquitines o los Pequeñines (y la horrenda moda que nos azotó con grupos infantiles tipo Parchís o los Botones y el orgullo mal disimulado que me produce el conocer a alguien que cruzó la cara a uno de los Botones “por chulo”- siendo agresor y cantor niños de edades parejas). Además se han editado infinidad de discos tomando como excusa a los Pitufos, que hacían versiones  de éxitos del momento con la voz pitufada, como los infames “Pitufos Makineros” desde 1985, o discos de villancicos o canciones de cumpleaños. Parecería que esto es cosa de un pasado algo casposo, si no fuera porque en el 2006 se editó un disco llamado Pitufando Éxitos en el que se adaptaban al Pitufo canciones de éxito popular como Caminado por la Vida, Muñeca de Trapo o Nada fue un error (Melendi, La oreja de Van Gogh  y Coti con Paulina Rubio y Julieta Benegas, respectivamente) con rellenos como el Himno Pitufo (el “A por ellos” de la selección española de fútbol) o ¿Qué pasa chicos? (…¿Qué pasa neng?...). Y dos años antes, en 2004, Mola Pitufar y una joyita como Pitu-Pitufo Ven que adaptaba el Del Pita Del del anuncio de Pepsi… Y desgraciadamente, podría seguir.
Uno de los discos Makineros y u par de ejemplos, tampoco vamos a sufrir tanto.
Los Pitufos, en España, y al contrario de lo que ocurre con la mayoría de la BD, se han editado hasta la saciedad y en multitud de publicaciones periódicas. En 1967 aparecieron por primera vez parlant en català con el nombre de Els Barrufets (El nombre catalán viene de una antigua palabra que significa "diablillo". Parece que también ayudó al bautizo que el nombre Barrufet tuviera una sonoridad similar a barretina, que es precisamente la prenda que cubre la cabeza de los Barrufets como antes insinué) en la revista Cavall Fort y posteriormente hablando castellano en la revista Strong, ya con el nombre de Pitufos (tomando como origen el cuento de El Patufet y la publicación catalana del mismo nombre).
Johan y Pirluit ya habían sido publicados en Cavall Fort (El follet del bosc dels maduixers en los nº 17 al 27 por vez primera). Aquí se anunciaba la publicación de La Flauta de los seis agujeros (La flauta dels 6 forats), una aventura de Jan y Trencapins.
La primera página jamás publicada de La Flauta de los Pitufos en España

Portada del número 85 de 1967 en que comenzó a publicarse, duraría hasta el 99.
Número 94 de Cavall Fort, la primera vez que se vió un Pitufo en España...
... en el interior de la revista, llamándose Barrufets.
Unos Pitufos muy chímpicos en la portada del nº 1 de Strong



Las primeras 4 páginas publicadas de los Pitufos en Castellano en Strong nº 1
También salieron en Spirou Ardilla
En ese mismo nº, al lado de una tira de Poussy, se anunciaba el estreno de La Flauta de Los Pitufos en España

A mediados de los 70 aparecieron en el TBO con el nombre de Tebeítos, pero terminaron definitivamente como Pitufos en varias revistas de Bruguera y en sus recopilaciones en tomo de la colección OLE! así como en dos SúperHumor que recopilaron parte de esos tomos, diversos cuentos, libros para colorear, video juegos, cromos y suplementos dominicales, así como en reediciones de sus álbumes en editoriales tan variadas como Ediciones B, Junior, Lacer, Fixonia, Norma, Planeta-DeAgostini, Tremoleda, Planeta Junior, Buigas, Medialive y, ya en 2011, Base (editados, en catalán, La Gran Barrufeta y La Vila del Llac dels Barrufets).






Los Pitufos en el TBO eran Los Tebeítos

Edición en catalán por Editorial Base

Bruguera, en la colección Ole!
Ediciones Junior (Grijalbo)
Norma Editorial

Ediciones B (Grupo Z)

Planeta Junior

Ahora, en el momento en que este post ve la luz,  se está proyectando con gran éxito de público la película protagonizada por versiones en animación 3D de los Pitufos,  combinados con actores de carne y hueso, que han tonado el relevo en la taquilla en cuanto a ganancias a la última película de Harry Potter, lo que nos hace sospechar que no será la última película de estas características y con estos personajes que veremos. La película cuenta como los Pitufos caen por un portal espacio temporal que les transporta de la idealizada Edad Media en que viven a nuestros días, justo en mitad de, qué casualidad, Central Park, en medio de Nueva York. Desde luego no iban a aparecer en un suburbio de Estonia o en un mercado de Rabat, pues no hubieran podido encontrarse con Neil Patrick Harris (el aw-some Barney Stitson de Cómo conocí a vuestra madre y hace muchos años un médico adolescente en Un médico precoz o Doogie Howser) interpretando a un neoyorkino llamado Patrick Winslow, y su mujer Grace Winslow (Jayma Mays). 






Varios carteles de la película
Pitufo empollón (filósofo, gafitas...)
Pitufo patoso (este no se yo si existía)

El gruñón es todo un clásico

Este es el Valeroso ¿Por qué hay un Pitufo escocés?

Esto no tiene nombre

No necesita presentación...

Hasta allí les persigue un Gárgamel encarnado por Hank Azaria. A los que de vez en cuando leen los créditos les sonará de haberlo leído desde siempre en los de Los Simpson, pues pone voz (en la versión original, claro) a Moe, Apu y al jefe Wiggum, así como a multitud de secundarios. Como actor “dando la cara” particularmente le recuerdo haciendo del novio de Phoebe que se marcha a la Antártida en Friends, de Agador en La jaula de las locas (la versión moderna) y el Rajá Azul (que viste de verde) en Mistery Men, o Claude, el profesor de buceo cachas-nudista y seductor de novias-en-luna-de-miel de Along Came Polly. Y hablando de voces en la versión original, a la Pitufina le pone la voz Kate Perry, para quien le interese.
Mucho me temo que esto tampoco tendrá que ver demasiado con los personajes que creó Peyo hace tanto tiempo…
El escocés y La Pitufita emulando a Marilyn. Luego nos quejamos de que la Pitufita represente a la lujuria

El Pitufo cocinero con pizzas. Si Peyo levantara la cabeza... se tragaría lo que dijo (con pizza).

Gárgamel y Azrael


Más escenas

Neil Patrick Harris

Los Pitufos en Central Park




Algunos concept art de la película
No podemos terminar esta semblanza sin mencionar a otro personaje de Peyo, que en español se llama Benito Sansón o Valentín Acero, dependiendo de la edición, Benoît Brisefer en el original. En Bruguera se publicó con el nombre de Pachín, seguramente haciendo referencia a la boina y la fuerza del personaje, y queriendo hacer de el un personaje de origen vasco. Y en Cataluña se le conoce como Benet Tallaferro. Se trata de un muchacho rubio cubierto con una característica boina francesa, que posee una extraordinaria fuerza, corre muy rápido y da grandes saltos… excepto cuando se resfría, creado dos años después de los Pitufos. En Dupuis querían publicar en Spirou las tiras de Poussy, que por entonces se publicaban en Le Soir, y Peyo, no queriendo dejar “huérfano” de su historieta al periódico, creó a Benoît para sustituir a Poussy. Pero oyendo Charles Dupuis algún comentario entusiasmado de  Franquin sobre el personaje que estaba creando Peyo, acabó decidiéndose por el forzudo niño, dejando a Poussy quieto en Le Soir. "Laissez tomber Poussy, c'est Benoît que je veux ! " 






Las 6 primeras páginas de Benoit Brisefer, un niño terriblemente fuerte. De hecho, los colores del personaje son los mismos que los de Superman...

Los resfriados, la kriptonita de Benoit. ¿Será por eso que siempre lleva bufanda?

(¡Deja a Poussy, es a ese Benoît al que quiero!),  se apresuró en decir a Peyo por teléfono. Como curiosidad, sin querer ahondar más (de momento) en la serie, el personaje de Madame Adolphine ha sido visto paseándose por alguna página de Ibáñez… Como la Doña Pura de Doña Pura y Doña Pera, vecinas de la escalera, la viejecita que suele visitar a la señora de la Protectora de Animales en 13 Rue del Percebe y en alguna historieta de Mortadelo y Filemón, pues podríamos decir que se convirtió en una especie de estereotipo de viejecita entrañable para el dibujante catalán. No hablemos de momento aquí demasiado de lo que se inspiró Don Francisco para sus historietas en los dibujantes franco belgas, pues no es el momento ni el lugar (o sí, pero como yo escribo esto, pues alguna ventaja tendría que tener ¿no?).


Madame Adolphine (en español La señora Adolfina o Josefina, dependiendo de la edición).

La viejecita que suele visitar a la señora de la Protectora de animales es muy parecida a Madame Adolphine

Y Doña Pura es clavadita
Esta viejecita en "Los cacharros Majaretas" viste igual, igual
Lo chocante de una anciana señora robando un banco...



...aprovechado al estilo Ibáñez en "La máquina de copiar gente"



En los argumentos recurrentes de las historietas de M y F está el de la ancianita cegata o despistada que pone en jaque a los protagonistas, como en este ejemplo de "El caso del Calcetín"

Y para Le Soir, más concretamente para su publicación semanal Le Soir Illustré, creó en 1961 la serie “Jacky et Célestin”, de la que sólo realizó los guiones, siendo dibujada posteriormente y por orden por Jo-El-Azara, François Walthéry, François Bertrand y Roger Leloup.
 


Como ya hemos dicho, el éxito y las exigencias de Los Pitufos no dejaban tiempo a Peyo para otras cosas, así que, y aquí se ve una vez más la gran diferencia con el fenómeno chimpa, se rodeó de un grupo de colaboradores. La cosa es que el grupo de colaboradores de Peyo eran aprendices. “La mayoría de mis colaboradores eran jóvenes dibujantes que acudían a mí para recibir consejos. En mis principios en este oficio, tuve la oportunidad de beneficiarme de los consejos y de la ayuda de Franquin, y comprendí que nada podía sustituir a este tipo de aprendizaje. Esta es la razón por la que me fijé como norma el no cerrar mi puerta a los autores primerizos. Si les encuentro un talento suficientemente prometedor y si su estilo parece compatible con el mío, les propongo una colaboración. La colaboración se ve facilitada por el hecho de que mi casa es lo bastante grande como para que puedan trabajar varias personas. No se trata de un verdadero estudio; sería más justo hablar de períodos de prácticas de aprendizaje… que se prolongan a veces durante mucho tiempo: ¡una decena de años en el caso de François Walthéry, que comenzó en casa con diecisiete años! Jamás hice firmar contrato alguno a mis colaboradores. Les pido simplemente que no me abandonen en medio de una historia sobre la cual aceptaron trabajar”.
Así se formaron varias de las estrellas posteriores de la revista Spirou: Gos, De Gieter, Ben, Blesteau, WasterlainDerib también pasó dos años en la casa, y Roger Leloup dibujó algunos Pitufos. En sus últimos años, Peyo se convirtió más en un hombre de negocios que en el dibujante que fue en sus inicios, pero siempre manifestó el querer supervisarlo todo y se negó a que otros dibujantes se ocuparan de dibujar sus personajes (con la excepción de Benoît). “Quiero supervisarlo todo para que mis personajes sigan siendo siempre atractivos y ellos mismos. Schulz lo hizo también con sus Peanuts y tuvo razón. Saben, se me propuso en varias ocasiones comprometer a todo un equipo de dibujantes que produciría álbumes de los Pitufos continuamente. Siempre me he negado.” ¿Qué pensaría un tal Francisco Ibáñez de esto?

En Los Pitufos y el Ketekasko participó Gos
Los Pitufos, al cumplirse 50 años de su creación, consiguieron que se acuñara en Bélgica una moneda de 5€ para celebrarlo. Como siempre digo al hablar de los tebeos en otros países, especialmente ESTOS países… qué envidia.


3 comentarios:

  1. ¡Impitufante pitufo!

    Aunque la página de primeros diseños de los Pitufos me la creo menos que la de Mortadelo y Filemón (la Sábana Santa de Ibáñez; que le hagan la prueba del carbono 14 y ya verás, ya, cómo es coetánea del 25 aniversario).
    ¿Puede la misma mano de la misma persona dibujar esos abortos de duendecillos horrendos y luego acabar dibujando al primer pitufo de la serie?
    ¿No haría los primeros diseños el mismo que luego hizo las figuritas de plástico falsas?

    ¿Por qué tanta caspa alrededor de los Pitufos?: El Padre Abraham, los Tebeítos, la serie de Hanna Barbera, Pitufos makineros, la peli en 3D que promete ser de vómito?

    Aquí huele a Azrael encerrado.

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  2. ¿Alguien pitufa quién es este Pitufoyos que se ha pitufado aquí? Me pitufa de algo, pero no pitufo.

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  3. Pituóyico pitufo, todo pitufo pitufa que cuando un pitufo alcaza el pitufo, se pierde quien fué el verdadero pitufo de todo el pitufo, y mi intención era pitufarlo todo lo más completo posible dentro de las pitufadas posibilidades de este pitufo pitufo, incluídas las mamarrapitufadas (¿No quedamos en que en Schtroumpf vert et vert Schtroumpf se había normalizado el pitufar? Pero luego están las libertades que se pueda tomar el pitufo guionista o miajillísticopitufo).
    Al pitufoxhaxho, no se ha iniciado la 3ª pitufa, y acabo de dar cuenta de tu pitufísima con una mezcal de deleite e inquietud pitufantes. A ambos, acabo de regresar de un agortador periplo más allá de el país maldito, en un lugar donde se pitufa un habla extrañamente pitufante (y no son los paissos barrufets) lo que me impide dar cumplida pitufa a vuestros pitufos, pero no tanto como para no rendiros pitufos.

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