Un Poquito de Don Pancho, de Jorge

En España, la palabra pancho se asocia a determinado personaje de la mil veces repetida serie Verano Azul de Antonio Mercero, y también a una actitud tranquila. Quedarse tan pancho significa quedarse tan tranquilo. Si lo diminitivizamos lo convertimos en panchito, que es un cacahuete frito y salado que se toma como aperitivo.
Luego está el tópico. Si nos preguntan por un nombre mexicano de mujer contestamos automáticamente Lupita (y no refiriéndonos a una pequeña lente de aumento), posiblemente porque en nuestro inconsciente colectivo esté la actriz Lupe Vélez. Pues si nos preguntan por el de un hombre diremos automáticamente Pancho, ignorantes de que es el hipocorístico (aquellos nombres usados con intención afectuosa, familiar o eufemística para suplantar a uno real, nunca te acostarás sin saber una cosa más) de Francisco, que aquí llamamos también Paco, Paquito, Curro... y que el inconsciente colectivo ese tan traicionero que nos hace acuñar y dar por buenos todos los tópicos que se nos presentan asocia con alguien queni siquiera se llamaba Francisco, sino José Doroteo (Arango Arámbula), aunque pasó a la historia con el pseudónimo de Pancho Villa.
Igualmente, la imagen que se tendrá del mexicano según el tópico será la que nos presentaron durante toda la vida los westerns de Hollywood, por mucho que directores del país como Jaime Humberto Hermosillo, Alfonso Aráu, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón o Emilio "El Indio" Fernández nos hayan intentado mostrar un México más mexicano. ¡Con el éxito que tuvo Amores Perros de Alejandro González Iñárritu! ¡Qué demonios! ¡Si hasta uno de los españoles más universales se pasó la vida allá haciendo cine! (Si, hablo de Buñuel, claro)
Pero el tópico es el tópico, y en el humor es un recurso más. Y ahí está para quedarse. Siempre y cuando seamos conscientes de que es un tópico... Rancheras, sombreros charros, tequila, frijoles... si a los USA esos les hace felices vernos así (pues sed conscientes de que cuando en una serie o peli Yanqui sale un español de España, habla siempre con un inconfundible acento de Aguascalientes, y otras cosas que dejaremos para otra ocasión).
Así que cada vez que evoquemos a un pistolero mexicano tendremos en la cabeza la imagen de Pancho Villa. Y para muestra, un personaje del que solo tengo ésta, llamado Pancho Colate, por Iranzo, de 1951, el mismo año del nacimiento del Don Pancho de Jorge:
Y como no, el inefable Don Pancho de Jorge, publicado durante casi toda la década de los 50 en el DDT, y que también salió con el título México Lindo.











Y como lo prometido es deuda y siempre cumplo lo que prometo, por tarde que sea, aquí está Palomita, la mujer de Don Pancho, previa a la censura... con aquellas trenzas trenzas que eran inmorales y provocativas, por lo que Jorge hubo de transformarlas en un pudibundo moño.

2 comentarios:

  1. Las trenzas no sé si serían inmorales, pero provocativas desde luego que sí. ¡Ay, las trenzas! Gracias por cumplir tu promesa, muxhaxho. De todos modos no se compadece muy bien este lance de las trenzas con lo que le sucedió a Vázquez con el moño de Hermenegilda; tal vez para algunos paladines del pensamiento retorcido lo único admisible habría sido una noia calba. O mejor aún sin noies ni dones en absoluto.

    Están bien las jorjadas estas, sí.

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  2. Noias calbas... ni decir pueden que no tienen un pelo de tontas. Comentarios particulares aparte, es mi mas ferviente deso seguir instruyrndo a la par que me instruyo y documentando todo lo bruguérico, verdadero corazón de este blojjj

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