Páginas

Cosas de Familia: La Familia Cebolleta

El Olé nº 4
En 1951, hace ya 60 años, y sólo dos años después de crear Las hermanas Gilda, las páginas del DDT alumbraban una de las series más reconocidas de la historia del tebeo humorístico español: La familia Cebolleta, constituyendo la gran aportación de Vázquez (Madrid, 1930-1995) a la historieta española de la década.

Personajes de la familia Cebolleta en tbo

Los Cebolleta eran una familia casi única, y sería única en el tebeo brugueriano si no fuera porque Ibáñez la clonó en La Familia Trapisonda, Un grupito que es la monda (1958). Eso sí, fue por encargo. También estaba la Familia Pi (1957), del gran Peñarroya (una ampliación, a pesar de acortarle el nombre, de la de Don Pío), La Familia Gambérrez  (1959) y La Familia Churumbel (1960), también de Manuel Vázquez, y La familia Pepe (1947), de Juan García Iranzo, esta en Pulgarcito. Y otras…

La familia Cebolleta es de todas la más popular e importante, con permiso de la no brugueriana, y publicada en el TBO, La familia Ulises, de Joaquín Buigas y Marino Benejam, que apareció en 1944.
Pochola y un noviete. El Abuelo con una gorra de la Guerra Civil Norteamericana no da la lata, y Rosendo con barriga y achatado. Diógenes calvo y con gafas de empollón.

Amiguitos de Diógenes (uno negro, rarísimo, y otro con una corona, muy americanos). Rosendo ha encogido y el abuelo lleva una especie de fez y la barba pelín más corta, le cambia el vendaje de pié al abalanzarse sobre Azabache.Pochola es distinta y Leonor, rubia.

En este caso que nos ocupa, los personajes son un nutrido grupo integrado por:
  • El cabeza de familia, Rosendo Cebolleta, calvo, con bigote y pajarita, siempre metido en líos; trabaja no muy contento en una oficina y teme que le despidan, algo vigente en estos tiempos. Las historias en su mayoría giran en torno a él y a los líos en que se mete por culpa de malentendidos con el resto de miembros o en la misma oficina, sobre todo en sus últimos años. El solo ansia leer el periódico, especialmente la sección de deportes, tranquilamente en su casita y pagar las facturas domésticas. Gran aficionado a la papiroflexia, especialmente a las pajaritas y los aviones de papel. En alguna ocasión, al principio de los principios del comic, Rosendo se llamó Leoncio.
  • Su esposa, el ama de casa Leonor. Teóricamente, conduce el hogar, pero su verdadera vocación es gastarse los duros que ingresa en casa Rosendo. En otras ocasiones es la cabeza sensata de la familia. A veces rubia, a veces morena, y cambiando mucho su aspecto. Al igual que con Rosendo, en los inicios del comic, y durante bastantes semanas, Leonor se llamó Laura, lo que no fue obstáculo para que en el número 39 del DDT el loro Jeremías la llamara Julia.
Jeremías fuma en pipa, el abuelo con una especie de uniforme yanqui.Aparición del caco que firma sus robos, El Manitas

Protagonismo de Jeremías como conciencia y un Diógenes empollón.(Reproducción de un original).
  • También tenemos una mascota, Jeremías, un loro parlanchín, algo cínico (aunque sin llegar a los extremos del perro de Pancracio Trapisonda), y fumador de puros, seguramente inspirado en José Carioca (1942, Los Tres Caballeros). Además de hablar, piensa, razona y apostilla. 
  • La presencia de un abuelo (habitualmente, el que enviudaba) en las viviendas de las familias españolas era mucho más común en décadas pasadas que en la actualidad. Aquí, destaca por su personalidad el recordado Abuelo Cebolleta, padre de Leonor, con barba, bufanda, bastón y un pie vendado, siempre desazonado por sus achaques cotidianos, la gota y el lumbago, cuyo único afán es relatar algún episodio bélico en el que participara, ya sea en una campaña de las guerras coloniales británicas al mando de un regimiento de cipayos del 7º de Borneo, en la Guerra de Cuba, o en guerras y batallas de difícil identificación. La tragedia del abuelo Cebolleta es el deseo frustrado de ser escuchado. Las experiencias atesoradas en mil batallas sólo las valora él. Vive rodeado de personas que no sólo menosprecian su precioso bagaje, sino que huyen de su exposición, despavoridos. Tiene su principal heredero en el ínclito Don Pelmazo de Raf.
Personajes más reconocibles, Jeremías fuma un puro.Leonor se parece cada vez mas a una Hermana Gilda. diógenes ya no lleva gafas y es rubio con el pelo muy corto.

El abuelo aprovecha cualquier ocasión... Se adivina en la barca una Leonor que no tiene nada que ver con leonor y un diógenes con el pelo más largo.

Pochola se llama aquí Lolita, otra vez con un pretendiente. Rosendo con cara de plancha. El abuelo lleva gafas en algunas historietas, y en otras no

El abuelo Cebolleta

El lugar que ocupa el abuelo en la familia Cebolleta se encuentra dentro de un arco cuyos límites van desde el protagonismo absoluto hasta una absoluta desaparición. En muchos números, su presencia se limita a ser meramente testimonial, con frecuencia en la penúltima viñeta y casi, casi, en forma de esbozo. En otros números, como en los 15, 16,17 y 18 simplemente, no aparece (una serie de ausencias tal que podía hacer pensar en que Vázquez se planteaba eliminarlo).
El abuelo Cebolleta, identificado como don Argimiro de la Fosa en la historieta publicada en 1953 en el número 111 del DDT, ha quedado en la fraseología cotidiana como el ejemplo de quien tiende a ponerse pesado con relatos de sus hazañas, “las batallitas del abuelo Cebolleta”. Seguramente ha sido éste el gran aporte de La familia Cebolleta a la cultura popular.
El jefe de Rosendo se parece al de Anacleto.

Rosendo, huyendo del abuelo hasta en sueños

Rosendo, protagonista único

Otro jefe de Rosendo. En esta ocasión es el argumento el que recuerda a Anacleto. (Reproducción de un original sin la cabecera).

Los Cebolleta: una familia desestructurada

Una característica continuada es la casi nula interdependencia entre los miembros de la familia, que van cada uno por su lado, un comportamiento bastante individual, escasamente comunal, y cuando se relacionan es para que surja un conflicto.
Los Cebolleta no eran una familia cualquiera, ya que se saltaban los ideales y las normas de la época, pese a que el autor dijo que todas sus creaciones para Bruguera eran tontas, la censura no le dejaba hacer nada de lo que él realmente quería hacer y sus personajes siempre terminaban en el campo.
La puesta en solfa de una de las sacrosantas instituciones del franquismo (familia, municipio, sindicato) es ciertamente leve; aunque el carácter iconoclasta del autor puede hacer ver la cuestión desde el otro lado: llegaba hasta donde la dictadura le permitía.

Rosendo en la "Ofi", peloteando.



Leo de nuevo morena. Diógenes rubio y le ha crecido el pelo.
Siempre fracasando. Rosendo encogido.
 A lo largo de su dilatada historia, el aspecto de los personajes se modificó sensiblemente, acompañando al cambio de estilo de su autor, que fue modernizándose hasta alcanzar una sencilla madurez expresiva a finales de los años 70, tras los que Vázquez no volvió a dibujarlos.



Dos Cebolleta de Schmidt. Siempre los firmaba marcando una "X" en la última viñeta.
Como en casi la totalidad de las colaboraciones de su autor para la editorial Bruguera, a lo largo de la vida de la serie se produjeron entregas dibujadas por otros artistas, hecho debido en gran parte por la errática carrera de Vázquez, que abandonaba sus personajes sin previo aviso. Algunos de estos dibujantes fueron Blas Sanchis o Gustavo Martz-Schmidt.

Parece el fín, pero continuará.


 Pulsa Aquí para comprar tomos de la familia Cebolleta en Amazon

7 comentarios:

  1. ¿Y qué hay sobre el hijo? Es verdad que no es especialmente destacable, a diferencia de los dos de Trapisonda que haciendo honor a su apellido montaban unas de órdago; pero podrías comentar algo sobre la facción infantil también.

    Por otro lado, yo diría que otra acepción actual de «batallitas del abuelo Cebolleta» es la que se refiere a la persona con cierta edad o experiencia (pero no anciano) que en el ámbito que sea (a menudo laboral) intenta convencer a los novatos o jóvenes sobre las ventajas de su manera «tradicional» de hacer las cosas o el enfoque que se les daba anteriormente, frente a los usos recientes o las innovaciones. O también se puede referir a la narración de hechos cotidianos de pocos años atrás pero que, debido a los rápidos cambios experimentados por nuestra sociedad en los últimos tiempos, hoy día pueden parecer inverosímiles.

    En cualquier caso, la inmensa mayoría de la gente que utiliza esta expresión jamás ha leído a la familia Cebolleta y aun ni sabe que existe, similarmente a lo que ocurre con quienes dicen «kafkiano» o «dantesco».

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que estoy enccontrando tanto material que me estoy empezando a asustar de lo que podría llegar a hacer si no me contengo un poco. Paso a paso, muxhaxho. Por eso esta entrada tiene tantas etiquetas, hablaré de Vázquez, de familias de tebeo, de Bruguera... y ya vés que también de Cebolleta.

    ResponderEliminar
  3. Caramba, acabo de leer las dos historietas de Schmidt y tengo que admitir que nunca me habría percatado de que era de este dibujante, aunque ya sabiéndolo se descubren a posteriori no pocos detalles schmidtianos.

    Otro asunto: podrías comentar algo sobre la variación del título de "la familia Cebolleta" a "Cebolleta".

    ResponderEliminar
  4. La variación del título es anecdótica. Si te fijas la tipografía de Cebolleta es siempre la misma, y tiene más que ver con el momento en que fué publicada o republicada la historieta, siendo totalmente ajeno a v´zaquez. de hecho, si se busca se podría enconatra publicada una historieta con ambas variedades titulares, pero esa es una tarea que de momento no me encuentro con mucha disposición para emprender.

    ResponderEliminar
  5. Han visto que en la décima viñeta de la historieta s cabecera Vazquez ha dibujado a Rosendo dos manos izquierdas? Muy bueno! todo se le perdona al genio!

    ResponderEliminar
  6. Muy observador, la verdad es que este hombre dibujaba tan aprisa que ni se fijaba en esas cosas. Como dijo en alguna ocasión, empezaba a dibujar hasta rellenar las páginas que tenía contratadas para entregar (cuando se ponía), pero es que las rellenaba de genialidad.

    ResponderEliminar
  7. ¡Con lo bien que dibujaba Vázquez en 1951 y cómo se fue simplificando y, en mi opinión, degradando, aunque quizá fuera más efectivo cara a la comicidad, su estilo de dibujo...
    Por cierto, fantástico el blog y muchas gracias por tu generosidad al publicar aquí tantas historietas.
    carlos

    ResponderEliminar