Las mujeres y los niños… ¿Primero? En las revistas de Bruguera


Las mujeres y los niños… ¿Primero?

No es nada nuevo el decir que, echando un vistazo por encima a los principales personajes de la editorial Bruguera, en sus tebeos humorísticos, la inmensa mayoría de protagonistas son señores, y además, señores camino ya de la madurez o plenamente instalados en ella. Pocas son las féminas, aunque las que hay son de lo más sonado. Las hermanas Gilda, Doña Urraca, Petra, La abuelita Paz, Deliranta Rococó, Doña Filo y sus Hermanas, Doña Pura y Doña Pera, Blasa, Portera de su casa, Doña Lío Portapartes, Doña Trini y sus animalitos, Doña Tecla Bisturín, Doña Tomasa (la que alquilaba con fruición su mansión), Doña Tula (suegra)… uf, así de memoria ya habría repiqueteado el “Campana y se acabó” del Un, Dos, Tres que presentaba Mayra Gómez Kemp, bramado por Las Hermanas Hurtado (mujeres) o el más rancio “Tieeeeempó”, rancio por antiguo,  de los Tacañones (versión Don Cicuta y los Cicutillas o Don Rácano, Don Estrecho, y el profesor Lápiz ) que se contraponían a Kiko Ledgard (hombres). Haber mas, haylas, pero...



 Y es que por cada personaje principal femenino-que encima son casi todas doñas, porteras, criadas, jubiladas, patronas o viudas - ,apuesto a que cualquier avezado lector brugueriano puede decir con facilidad al menos 6 o 7 masculinos, por poner un número. Y hablo de personajes principales, protagonistas de la cabecera de la historieta. Es decir, Doña Benita, la mujer de Don Pío, no se consideraría protagonista absoluta, ya que comparte la importancia con Don Pío, cabecera de cartel. Panchita, más popular aún que su empleador, el Doctor Cataplasma, es relegada a un segundo plano por no aparecer en la cabecera de la serie, de la que es parte imprescindible. Y ya que estamos con Schmidt, como protagonista estaría Polvorilla, traviesa Modistilla, creada en 1961, con una profesión totalmente femenina en los estándares de la época, y relegada a un papel decorativo  estaría Pili, como secretaria de Camelio Majareto, con al que Schmidt se desquitaba de no haber podido continuar dibujando chicas llamativas en Doña Urraca en el Castillo Nosferatu. Claro, que luego vendría Cleopatra, pero eso ya no es de Bruguera.. o si, puesto que las tres primeras páginas de este personaje se publicaron en el Mortadelo nº 266 de la segunda época, aunque su aventura larga, La Pirámide Perdida, se publicó ya en la revista Guai!, de Grijalbo (y posteriormente de ediciones B) aunque no llegó a verse publicada en album para frustración del cartegenero que ansiaba dibujar bellas mujeres, ya que tanto le habían redondeado el estilo. Tampoco es protagonista Doña Jaimita, madre de los hermanos Zipi y Zape, de la que mejor no incidiremos demasiado sobre su profundo machismo y su denigrante sumisión a Don Pantuflo en aquellas antiguas historietas de los traviesos hermanos, en que estos eran cruelmente castigados... o ¿Es que era así como lo deseaba la censura? Importante icono pero tampoco cabecera de cartel era (y es) la Ofelia de Mortadelo y Filemón. Tampoco cuentan aquellas que deberían compartir protagonismo, sea por madres (o tías) de familias como la de Agamenón, Cebolleta, Trapisonda, Pepe, Pi, Gambérrez o Churumbel, o por compartir protagonismo al tratarse de una pareja como Los Rebóllez, los Alcorcón, Curruquita (Futurible aunque dudosa Sra. De Picaporte) o Maripili (mujer de Leopoldino, un matrimonio muy fino). Estaba de buen ver la novia de Angustio Vidal, de Rojas de la Cámara, o la mujer de Constancio Plurilópez, de Tran, pero, insistimos, su presencia está siempre supeditada al protagonista.


Panchita y la señora Millonetis, las dos mujeres en la vida del doctorcito
Pili, la secretaria del psiquiatra Camelio Majareto.


La Cleopatra de schmidt en el nº 266 de Mortadelo, 2ª época
Polvorilla, Traviesa modistilla en Lily nº 781 (reedición)


Portada del nº 2008 de Pulgarcito, con Jaimita haciendo... de Jaimita
Historieta protagonizada por Doña Benita en el nº 1678 de Pulgarcito
La primera aparición de la señorita Ofelia en Los Gamberros en Mortadelo nº 373 del 16 de enero de 1978, protagonizando gags que supondrán la tónica general de sus apariciones a partir de entonces.
Leonor de Cebolleta en una historieta reeditada en el Tio vivo nº 878
La madre y la abuela en Los Gambérrez, precursoras de sus émulas más amables en Agamenón
La madre Churumbel, con el ídem a cuestas
Publicado en el Tio Vivo nº 884. Escasa participación de la madre de Agamenón, Cayetana, la más recordada es la abuela y su "Igüalico, Igüalico..."
Pepa en La Familia Pepe de Iranzo
La familia Pi, versión de Don Pío para el Tio Vivo, publicada en el nº 5 de la primera época en plena "disidencia"
Los señores de Alcorcón, con la señora de Alcorcón o la Hermana de Pepón, a la que nunca se puso nombre
Curruquita, doña Abelarda y Eufemia, tres presencias poderosas en la vida del solterón más famoso del tebeo español
Rebóllez y señora, precedentes de Los señores de alcorcón, disfrutando de la vida sin Pepón
Matildita y Anacleto, una de las múltiples parejas de novios-prometidos-recién casados que pulularon por las revistas de Bruguera en los años 50 y 60 y posiblemente los primeros

Maripili y Leopoldino, de Íñigo, la más popular y longeva de aquellas parejitas y, posiblemente, lo últimos




 El Hippy Angustio Vidal con su novia en el Din dan Extra de veran o de 1975




Plurilopez se disfraza de Maradona con su mujer, Pepita.
Ignacio Hernández Suñer, que firmaba como Iñigo se incorporó a Bruguera en 1958, el año del retorno de los 5 grandes, y por estilo recordaba a Ángel Nadal, así que se le "recomendó" seguir sus pasos. Así que, con ese estilo que podríamos definir como humorístico-realista (si, no me he roto la cabeza pensando esto, no), a imitación de Nadal y sus Matildita y Anacleto (tambien tenía otra parejita, esta de novios, Maripili y Gustavito, todavía sin pisito, y una tira, Rosita la Vampiresa, que con tal título no precisa descripción) creó a Robertito y Elisenda, una pareja estupenda y Chellito y Marisita, ambas con su parejita en 1958 y a Heliodoro y Robertita, una feliz parejita en 1960. Pero el mayor éxito de Íñigo fué Lola. Íñigo dibujó Lolas, Lolitas, Sofías, Martas y Marías tanto en Bruguera como en periódicos como Pueblo y ABC, todas ellas mujeres despampanantes que protagonizaban argumentos más o menos picantes, pero Lola tuvo un algo más que la llevó a triunfar más allá de nuestras fronteras. Si, Lola era de Bruguera, pero realmente dibujada por Íñigo desde 1962 a través de Creaciones Editoriales... para el mercado internacional, claro. Aunque algunas de las historietas de Lola (que en Pueblo y ABC se llamaría Lolita) fueron publicadas en la segunda época de Can Can como Sofía, con las viñetas debidamente modificadas y censuradas. Además algunas historietas como Lali y su Pandilla, Lulú, estrella precoz, Maica, creada para la revista Esther o Susana, para la revista Pecosa.

Rosita de Vampiresa, de Nadal, en el DDT nº 106


Mari Pili y Gustavito de Nadal en Sissi nº 3
Robertito y Elisenda de Nadal en Sissi nº 181
Aquí teneis a Lolita en Sissi Seleccion de Novelas Gráficas nº 91, año 1961

Chelito y Marisita  en Sissi Seleccion de Novelas Gráficas nº 183, año 1963
Varios chistes basado en estereotipos
Lali y su pamdilla en Can Can nº 103

Heliodoro y Robertita en Can Can nº 113


Tira de Lolita del diario Pueblo (mediante Tebeosfera)

Lolita, en Pueblo, publicada luego como Sofía en la segunda época de Can Can
Sofía en el nº 1 de Can Can, 2ª Época, o como publicar disimuladamente una historieta dos veces en el mismo país, una cobrándola y otra aprovechando la plena potestad de los derechos, cambiando el pelo de la protagonista y añadiendo ropa
Lulú, estrella precoz en Mundo Juvenil

Lolita y Marta y María, en ABC



Jane y Wendy, personajes de una sola historieta, aparecidas en Bruguelandia nº 18

Lola




Susana, en la revista Pecosa nº 22, uno de los múltiples intentos de dar con la fórmula de la revista femenina acorde con los tiempos que corrían en los últimos estertores de Bruguera

Maica, en la revista Esther

No he de olvidar mencionar a señoritas menos agraciadas que andaban metidas en amoríos, esta vez fracasados como buenos personajes bruguerianos de pura cepa, como Floripodia Piripi se pirra por dar el si, de Peñarroya, personaje romántico con una descomunal nariz. Del mismo Peñarroya una desconocida Apartamento para cuatro, número que se refería a las señoritas (estas de mejor ver) que habitaban dicho apartamento en la revista Lily. Tambien estaría Alicia y sus Amiguitas, tambien por Peñarroya para Lily. Del mismo tipo que Floripondia era Margarita Gautiérrez, la dama de los cabellos, de Jorge, con una nariz menos prominente pero idéntica falta de éxito en sus pretensiones amorosas. Y unas curiosidades: Nuestra Tía Enriqueta, de Alfons Figueras, el único personaje femenino, que yo recuerde, del dibujante de Vilanova i la Geltrú; una historieta que tiene toda la pinta de ser única, de un desconocidísimo Gossett, que nada tiene que ver con el posterior dibujante de Facundo o Hug el Troglodita, titulada Les Presentamos a Berta, que siempre sueña despierta. Y de Raf, para Can Can, fifina en Hollywood, sobre una jovencita aspirante a actriz que se cruza con...caricaturas de los artistas más famosos de la época.

Floripondia Piripí recurre, como ya hiciera Hermenegilda en su primera historieta, a ser madrina de guerra para conseguir novio.
Apartamento para cuatro, de Peñarroya





La "romántica" y ochocentista Margarita Gautierrez
El insólito cómic de Gossett en Selecciones de humor del DDT nº 118

Nuestra Tía Enriqueta de Alfons Figueras en Sissi nº 3
Alicia y sus amiguitas de Peñarroya en Lily nº 542
Fifina, en el nº 83 de Can Can, aquí se encuentra "de golpe" con Robert Mitchum.

En los últimos setenta y los 80 hasta el cierre de Bruguera aparecieron más personajes femeninos, si bien no alcanzan importancia. Ejemplos como Purita, agencia matrimonial en la revista Lily, que hubieran hecho rodar cabezas (en este caso la de Tran) y echar humo a la tijera censora unos años atrás.Tambien de Tran, Fanny, con una corta vida relegada a Bruguelandia.Yolanda, de Joan Nebot, iba incluso un paso más allá. Curiosamente, esta señorita de rizados cabellos rubios tuvo una segunda vida en la revista Garibolo, de Compañía General de Editores (y dirigida por Montse Vives), bajo el nombre Nina, y dibujada por el hermano de Joan, Josep Nebot. Renata, la secretaria del detective chino del malagueño Antonio Pérez García, más conocido como Carrillo, en Los casos de Ching-Chong tampoco se quedaba atrás, ni la princesa de Kala-Bacín de Damasco, o la más antigua Martita y su Papuchi, con guiones de Armando Matías Guiu, en formato de tira vertical humorística pero dibujada en un estilo absolutamente realista, que era el natural de este dibujante, pero claro, Carrillo ya tenía su pasado en Can Can, como Íñigo, otro caso aparte... Y es que Can Can fué algo especial, como lo fué la segunda época del DDT.


Fanny y Purita, esta última publicada principalmente el Lily, por Tran

Yolanda, de Joan Nebot
Nina, de Josep Nebot
Martita y su Papuchi, en Can Can nº 61

Kala-Bacin de Damasco de Carrillo e


Los casos de Ching Chong


 Y no estamos contando por supuesto a los personajes femeninos de las revistas también femeninas que no estaban dibujadas de manera humorística, con Esther de Purita Campos a la cabeza,  aunque tampoco sería de ley tildarlas de realistas, pues parecían todas vivir una vida de cuento de hadas. Obviamente, los cuentos de hadas contienen brujas en su mayoría, y las protagonistas lo pasan realmente mal, relativamente, pero siempre aparece el príncipe azul, el hombre que acude a ayudar a la desvalida mujer… Además, como es sabido, Esther, a pesar de llegar a tener revista propia como los grandes personajes Bruguerianos, no era de Bruguera, sino que Purita Campos la creó, con guiones de Philip Douglas en 1971 para la revista Princess Tina, con el título "Patty´s world", y publicándose a continuación en Pink, tras el cierre de Princess Tina en 1974, Mates (que se fusionaría con Pink en 1980) y Girls, todas ellas revistas de IPC. Vamos, que Esther era de la misma casa que Barón el Gatopardo, Fantasmas de Alquiler, Guillermito y su voraz apetito, o ya puestos, de Joe Marmota, el Vago de Minnesota y la Familia Chorlito, de Ángel Nadal, o de Cosmolito el marcianito y Paulino, un fracaso de marino, de Raf, como tantísimos personajes y páginas de cómics de autores españoles que se ganaban las lentejas dibujando en o para Gran Bretaña siguiendo el camino que abriera el pionero Jesús Blasco.
Purita Campos desarrolló su carrera principalmente para el mercado internacional. Para la revista holandesa Tina, con guiones de Andries Brandt, creó al personaje estelar de la cabecera, Tina, una modelo que en España se llamó Jana y tambien tuvo revista propia, y ya en "casa", para Bruguera, con guiones de Frank Elliot, las visicitudes de la estudiante Gina.
De las revistas femeninas no olvido a May Dunning, Candy, Caty la chica gato, Cristina y sus amigas en Landers School... pero nos estamos centrando en el tebeo humorístico de Bruguera (huy, he dicho tebeo de Bruguera, perdón señor González!) y la aparrición de Purita Campos aquí es excepcional debida su enorme importancia. Aparte que las mencionadas anteriormente, como gran parte del material de las llamadas revistas femeninas, eran material de importación. Nos dejamos en el tintero a tantos y tantas artistas, como Trini Tinturé, por ejemplo, pero hemos de seguir adelante.
Adaptación para Joyas Literarias Juveniles de Heidi, por Purita Campos


Esther y su mundo
Original de Patty´s World

Portada del revista Esther
Gina, personaje hecho para Bruguera
Jana o la holandesa Tina



Con todo esto no vemos sino una sucesión de historietas, en su mayoría basadas en estereotipos, que a fin de cuentas es una de las bases del humor, pero que no hacen ningún favor a la mujer, dejándola siempre como un personaje de una sola pieza, que si triunfa sobre sl hombre es debido a sus "Armas de Mujer" y a una visión estrictamente masculina y muy parcial del carácter femenino Cuando la mujer accede a un terreno tradicionalmente exclusivo del hombre, se producen conflictos. Cuando este trasciende los tópicos se encuentra de lleno en otro mundo estereotipado, con amoríos o aventuras banales, o es un personaje intercambiable, que perfectamente podría haber sido un hombre. Quizás pedimos demasiado a la corrección política pero tenemos que pensar que eran otros tiempos, que los que dirigían el cotarro eran hombres en su inmensa mayorá y en por qué demonios estaré utilizando el pretérito pàra escribir esto... A buen entendor...De todas maneras, señores (y señoras, perdón), esto era Bruguera.
En cuanto a los infantes, Zipi y Zape son los protagonistas con más peso y con serie propia dentro del universo brugueriano.  Pitagorín, a pesar de ser de Peñarroya, uno de los clásicos, tiene menos importancia que el resto de los personajes del castellonense, tal vez debido a su relativa brevedad (tuvo 9 años de vida). Me vienen a la cabeza Ringo, de Tran, y uno de los más logrados y surrealistas, Angelito, de Vázquez. Más modernos serían los 5 Amiguetes, de Jaume Rovira, que según confesó en Lady Filstrup estaban basados en la serie Totoche de Jean Tabary. Aníbal, de Rojas de la Cámara, o Pulgarcito, de Jan, que tuvo un relativo éxito comercial en las postrimerías bruguéricas, con un nombre tan emblemático en lo que a la editorial del gato negro se refiere (…y su gato negro, Medianoche). Y también moderno es Tete Cohete, creación de Ibáñez que acabó haciendo por completo Casanyes. De Ibáñez también es el Botones Sacarino, que aunque bastante joven no podemos considerar ya como niño, así como tampoco a Diabolín, el grumete que hacía de las suyas en el barco del capitán Serafín, el Salmonete. Al menos en lo que se refiere a la etapa de Segura, ya que la historieta fue dibujada originalmente por Jordi Buxadé en los primeros números de la segunda época del Din Dan, y Diabolín era entonces un niño. 
Angelito, el surrealismo de Vázquez en uno de sus mejores personajes que para el que esto suscribe será siempre Angelito, por mucho Gu-Gú que le pusieran posteriormente (por culpa de Bruguera, claro está)

Zipi y Zape futboleando, los niños más populares de Bruguelandia
El más listo y aplicado de todos, Pitagorín
Ringo, de Tran

Los Cinco Amiguetes de Rovira, aunque aquí solo salen dos...
Aníbal, del valenciano Arturo Rojas de la Cámara
Pulgarcito de Jan protagonizando el nº 1 de su propia revista, o de una revista que cambiaba de épca y que contenía historietas de un niñi llamado como ella... la cosa es que eso mismo, Pulgarcito cabalgando al gato negro o sea, Medianoche
Una de las escasas historietas dibujadas por Ibáñez de Tete Cohete (bueno, sólo la primera página) publicada en el nº 1 del Pulgarcito pequeño versión Don Miki. Fué presentado en la historieta larga de Mortadelo y Filemón homónima. Homónima del niño, no de M y F. O sea, en Tete Cohete, que se serializó en la revista Mortadelo en 1981

Sacarino remontando páginas de su primera etapa en Tio Vivo, sin el dire, cuando ocupaban 1/3 de página, y reeditadas en el DDT nº 203 (3ª época)
El Capitán Serafín y el grumete Diabolín, de Segura

... y el de Boixcar
Y ya que estamos en Din Dan, en la primera etapa podemos ver nada menos que a La familia Telerín, de Jose Luis Moro, dibujados por Blas Sanchís. Y toda familia cristianamente formada ha de tener al menos un infante entre sus filas, pues este era el fin último de la formación de la unidad familiar como Dios mandaba y Franco sancionaba, con cuantos más vástagos mejor, mediante aquellos premios a la natalidad cuyos agraciados ganadores daban escalofríos saliendo por el No-Do. Pero en Bruguera no existía ese problema, pues los niños surgían por generación espontánea, y a las parejas les nacían sobrinos, como Pepito, sobrino de Don Pio y doña Benita, sin que jamás se supiera nada de sus padres. Y quien dice Don Pío, tambien dice Pepe El Hicha, con idéntico esquema familiar salvo que estos si tenían hijo por aparecer así desde un principio. Pero los vástagos también desaparecían misteriosamente, como le ocurrió a Pocholita Cebolleta, o a su semejante de 13 Rue del Percebe, hija en edad de merecer de la madre de los niños terribles del 4º derecha. Claro que si los niños eran hijos en origen, así se quedaban, como los Zipi y Zape o Diógenes Cebolleta, además del terrible niño de los Gambérrez que hablaba literalmente al revés o el churumbel de los Churumbel. Tenemos que fijarnos también en los Trapisonda, que inicialmente eran una unidad familiar tradicional… pero más tarde los esposos se transformaron en hermanos, y los hijos en sobrinos de un tercer o cuarto hermano o hermana ausente, y entre si ¡encima eran primos!
Nº 1 de Din Dan, 1ª época, con la Familia Telerín de Jose Luis Moro, dibujadas por el eterno chimpa y chico para todo, Blas Sanchís. Debajo original de Jose Luis Moro dibujando a Cleo en Color Erase.

Luisito, el sobrino postizo de los señores Pío, que sirvió para dulcificar las historietas de la pareja y, afortunadamente para Don Pío, el carácter de Benita, que de Ogro malvado pasó a brujilla caprichosa, pero amantísima esposa. Debajo, el casi siempre mudo y anecdótico Quique, el hijo de Pepe El Hincha

La familia Ceboleta al completo
La hija de la señora madre de los niños terribles del 4º derecha de 13 Rue del Percebe, antes de desaparecer para siempre.
Los niños Trpisonda, un caso para el defensor del menor.
El churumbel de la familia Ídem, fuente de gags secubdarios que enriquecían las desventuras de "Manué"
El terrible niño Gambérrez que hablaba, literalmente, al revés, aunque en la historieta mostrada anteriormente tiene más participación y... ¿Diálogo?

Las  familias tenían niños, y estos iban a la escuela, y para esto os remitimos a nuestro post en el que damos cumplida cuenta de los alumnos del Profesor Tragacanto y sus derivados-o ascendentes-schmidtianos. Y tendríamos también que fijarnos entonces en el alumnado de La señorita Ana, de Galileo, pseudónimo utilizado por el malagueño Rafa Ramos, conocido sobre todo por Leo Verdura,  y en La Patrulla atómica del melillense José Morante.




La clase del Profesor Tragacanto
La Señorita Ana de Galileo, publicada sobre todo en DDT y Zipi y Zape
La patrulla Atómica en Zipi y Zape
Dos niños insólitos son los dibujados por Ibáñez de manera muy cuidada utilizando su por entonces recién adquirido estilo franquiniano, y continuados por sucesivos chimpas, cuya función era el publicitar sendos productos: Eran Uhu yEl niño Prudencio y Pepsi Man, que parecen interpretados por el mismo actor infantil contratado en la misma agencia, dibujados inicialmente por Ibáñez, en el caso de Pepsi Man con su flamante estilo franco belga, y continuados principalmente por Bernet Toledano, y en algún caso por Martínez Osete. Y ya que estamos en el ámbito publicitario, no podemos por menos que recordar a Kinito, otro personaje creado por Jose Luis Moro para una campaña de la Quina San Clemente, dibujado en los tebeos por Ibánez, y al espantoso Kitín Nogueroles, o al Niño Duglas que anunciaba el chicle homónimo cuya publicidad se colaba indiscriminadamente en las historietas de los personajes de la casa durante la primera mitad de los 60, dibujado por Escobar, y en cuyos envoltorios se podían encontrar tambien historietas del personaje. Antes mencionábamos a Bernet Toledano, a quien tambien tenemos dibujando a un niño que anunciaba los Caramelos Pulgarcito, con un aspecto similar a la clásica mascota de la revista, con una promoción consistente en regalar una insirnia con cada 10 envoltorios canjeable en el mismo establecimiento expendedor de chucherías, o si se lograba reunir la palaba "PULGARCITO" con las letras que aparecían en el dorso de dichos envoltorios, se lograba un, según palabras de la promoción, un "precioso muñeco" enviándolos a una dirección de Valencia que separaba a la editorial Bruguera de dicha promoción, firmada con una firma de dulces valenciana.También dibujó historietas de Megatón, que no era sino el personaje que aparecía en los envoltorios del pastelito de CROPAN del mismo nombre, un joven motorista, en cuyo interior cromos de motos y que anteriormente había regalado calcomanías y cromos de maquinas como hidroaviones o hovercrafts, al tiempo que anunciaba que próximamente se podrían leer las aventuras de Megatón "en tus revistas preferidas". CROPAN, que como la mayoría de las marcas de dulce y pastelería industrial de entonces sacó multitud de colecciones de cromos y demás accesorios, tambien tuvo su propia colección de cromos de personajes de Bruguera. Joso dibujó una breve serie titulada Blanquita Ese que anunciaba un detergente, Super Ese, a mediados de los 60.
José Castillo, cuya serie más conocida fué El Capitán Barlovento, tambien incursionó en las historietas publicitarias protagonizadas por chavales con Regalín, una especie de joven Súper héroe que obtenía sus poderes del regaliz, y de cuyo producto no he logrado obtener información. Hubo una empresa, Comercial Regalín, que se fundó en la segunda mitad de los 80 por Enric Bernat,  millonario catalán que alcanzó su fama y fortuna por ponerle un palo a un caramelo (ya sabemos que los más celebrados inventos españoles consisten en ponerle un palo a algo), o sea, Chupa Chups, la única marca, que yo sepa, cuyo logo fué diseñado por un artista inmortal, o sea, Salvador Dalí. Por cierto, que en un principio, el caralelo ensartado se llamaba Chups, pero el primer eslogan decía "chpa Chups", así que la gebte lo comenzó a llamar así, y así se quedó.La cosa es que esta serie de historietas se publicaron en Gran Pulgarcito, y esta revista llevaba desaparecida casi veinte años en el momento de la fundación de Comercial Regalín. De hecho, Bruguera ya había desaparecido por entonces. Otra cosa sería si el nombre de la empresa procediera de productos comercializados por Chupa Chups en el pasado, claro, pero esa es una información que no he podido ratificar. Lo que si que es cierto, ahora que tanto se habla de expropiaciones argentinas de empresas "presuntamente" españolas, es que, como ocurre con tantas otras, Chupa Chups es propiedad de una multinacional, en este caso la italo-holandesa Perfetti Van Melle...
Acabamos la sección publicitaria protagonizada por infantes  con Las aventuras de Barriguín, mascota en la mitad de los años 60 de la chocolatera guipuzcoana Chocolates Loyola, dibujada por un artista uqe no he logrado identificar, posiblemente dibujante publicitario de agencia con un estilo muy de dibujos animados de entonces, y con Magnetín, de Encrich, que anunciaba un magnetófono de la marca REMCO, una empresa radicada en Barcelona (en Lliça de Vall, en el Vallés Oriental, cerca de Montmeló) que fabricaba este tipo de aparatos.
Uhu y el niño Prudencio por Ibáez en el Pulgarcito nº 1845 de Septiembre de 1966
Pepsi-Man, por Ibáñez en Pulgarcito nº 1869, febrero de 1967
Kinito, en el mismo número de Pulgarcito
El Kitín menos feo, dibujado por Ibáñez en este caso y publicado en el DDT nº 572
El niño Duglas de Escobar, Pulgarcito nº 1719, 13 de Abril de 1964
Caramelos Pulgarcito, revista ídem nº 1863, 16 de Enero de 1967
Megatón en Pulgarcito nº 2235
Blanquita Ese por Joso
Regalín en Gran Pulgarcito nº 27
Barriguín en el Pulgarcito nº 1965 de diciembre de 1968

Magnetín en el mismo nº de Pulgarcito que la historieta anterior

No podemos dejar de lado a La Terrible Fifí, de Nené Estivill, mire usté, infante y fémina, esto sí que es un rara avis… Creada para la revista Pulgarcito por el gallego Nené Estivill y publicada por priera vez en el histórico nº 1424, el del retorno de los cinco grandes. Fifí era una repelente y retorcida niña perteneciente a la alta burguesía que traía por el camino de la amargura a cuantos estaban a su alrededor, en particular al pretendiente de su tía Ofelia, Melanio Repelillo y al potentado Don Ricachini, jefe del anterior, escudándose en que no era más que una inocente niñita tras la que realmente se ocultaba una taimada y... terrible Fifí. 
Nº 1756 de Pulgarcito publicado... el día de los santos inocentes de 1964

Tambien tendremos en cuenta a personajes más modernos como Tica (y sus amigos) de Jiaser, Roquita, de Gossett, Montse, la amiga de los animales de Enrich o Jorge y Rosita, de Tran. Y las semi desconocida Distrito Gaviota del Castellonense Rafael Miguel Catalá Lucas,  Karpa, uno de los dibujantes más conocidos (realmente el más conocido) del personaje Jaimito de Editorial Valenciana y Tim y Tom de Jordi Nabau, conocido por las ilustraciones del Circo Barrett en los fascículos  Inglés Junior de Salvat y la BBC, o del Capitán Barbaloca (que fué antes Trinquete en Toray), entre muchas cosas desconocidas o desgraciadamente olvidadas, tal es el sino de tantos dibujantes españoles con talento.


Montse, la amiga de los animales, de Enrich en Lily nº 1092

Tica, de Jiaser, con guión, una vez mas, de Isabel Coixet
Roquita, de Gosset



Jorge y Rosita, de Tran, en Zipi y Zape nº 22
Dsitrito Gaviota, de Karpa. en Zipi y Zape.

Tim y Tom, de Nabau



 A pesar de lo farragoso de la anterior relación, y reconociendo que solo hemos arañado la superficie, dejando muchos personajes en el tintero, da la impresión de que había muchos más personajes femeninos o menores de edad de lo que real y comparativamente había, y una vez más vemos como los tebeos de Bruguera eran reflejo de la sociedad de la época, con las mujeres cumpliendo un papel a la sombra de los hombres, y los niños sin contar para nada. Y eso que los chavales eran el principal público de estas publicaciones. Hay que recordar que, durante un tiempo, algunas publicaciones de humor de Bruguera iban, teóricamente, dirigidas a un público más adulto, pero aún así… y es que, siendo como eran los tebeos de Bruguera, reflejo de la sociedad de entonces, lamentablemente llegamos a la conclusión del triste papel jugado por la mujer en la sociedad de entonces, y mucho más en las historietas. Pero esto sería un tema para otro artículo. Lo que llama la atención de las mujeres en Bruguera es su falta de feminidad, con las excepciones señaladas. La mayoría de las señoritas de buen ver tienen un papel muy esporádico o de poca relevancia, casi siempre como desencadenante de la eterna frustración de los personajes masculinos. O eso, o estaban condenadas a terminar desapareciendo, pues la censura acababa definitivamente con ellas. El resto de personajes femeninos son, por decirlo de alguna manera, muy masculinos, al bruguérico modo. Estilísticamente hablando. Y es que el prototipo de mono humorístico bruguérico se caracteriza, principalmente, por tener grandes narices y proporciones absurdas y anti natura, con armazón construido a base de esferas y sus derivados geométricos. Rigoberto Picaporte, Mortadelo, Tribulete, Don Pío o Rosendo Cebolleta están construidos de esta guisa. Como hombres no son gran cosa, pero no nos fijamos en esto, puesto que son así; ni siquiera nos paramos a pensar en lo feos que serían como seres humanos si existieran en la realidad, pues al fin y al cabo son personajes humorísticos. Solo podemos advertir esa falta de prestancia por comparación. Pero tampoco es muy común el hombre guapo y bien parecido en estas historietas, por lo que el verdadero contraste se produce al contraponerles un personaje femenino anatómicamente correcto. 
¿Y qué ocurre con los personajes femeninos con protagonismo de Bruguera? ¿No eran acaso bellas heroínas? En fin…Regresemos a los ejemplos puestos al principio de este tocho, y que las tacañonas del Un,Dos, Tres nos cortaron. 

Las hermanas Gilda, que tomaban su nombre del mayor mito erótico de la época eran puros personajes bruguéricos en femenino, al menos a sus inicios se dedicaban (sobre todo Hermenegilda) a buscar un marido que las complementase, pues como mujeres y solteras, y por tanto incapacitadas para tener descendencia, incumplían el papel fundamental que la mujer tenía en aquel entonces, pues no olvidemos que, según la Biblia, Dios creó al hombre a su imagen y semejancia, pero luego vio que estaba solo, por lo que creó a la mujer. Las Hermanas Gilda eran, pues, personajes doblemente frustrados, y hasta triplemente, pues Leovigilda se encargaba de cargar las tintas en frustrar a su hermana. Como personajes contrapuestos, una es físicamente rolliza, dibujada con compás y la otra de una delgadez extrema, dibujada con tiralíneas, y ninguna de las dos se puede considerar como beldad, la “veldad”. 
Primitiva historieta de Las Hermanas Gilda en el nº 116 de Pulgarcito
Pulgarcito 1091, retomada ya la numeración original de la revista
Unas Hermanas Gilda de Schmidt en el Pulgarcito 1609, patrocinada por Balones Ceplástica, de Bilbao.

Las Gilda en 1966, Pulgarcito nº 1838


Doña Urraca es un personaje esencialmente maligno; aparte de ser mujer, que representaba el mal y el pecado, por lo que debía estar el señor censor muy pendiente de vigilar cualquier descarrío al respecto, es casi una bruja (totalmente cuando pasó por las manos de Schmidt) y tiene un aspecto esperpéntico, Petra es la dueña de una gran nariz, aparte de ser físicamente la versión femenina de Carpanta, además es tartamuda (aunque solo al principio y al final de las frases); su señora, Doña Patro, tampoco es ninguna belleza.
Doña Urraca en Pulgarcito nº 138
1191 de Pulgarcito

Doña Urraca por Jordi Bernet, Pulgarcito nº 1611, 19 de Marzo de 1962

La doña Urraca de Gustavo Martz Schmidt
Una antigua Petra con la nariz esférica en la contraportada del Pulgarcito nº 1214

Petra, con la nariz ya más parecida a la de Carpanta, en la portada del nº 1800 de Pulgarcito

Petra en las páginas interiores del Pulgarcito nº 1973 del 24 de Febrero de 1969


La abuelita Paz y Deliranta Rococó son personajes relativamente modernos; la viejecita de Vázquez parece una versión anciana y ya curada de los calores del deseo de emparejarse con varón de Hermenegilda, aunque hereda su afición a pasear por el campo y sus encuentros con elementos sobrenaturales del cuento tradicional como príncipes convertidos en ranas o lobos feroces, que a la abuelita ya le dan igual. A pesar de nacer oficialmente en 1969 en el nº 1 de Gran Pulgarcito, la abuelita, que siempre me ha recordado a las terribles y dañinas abuelas de los Merrie Melodies de la Warner Bros, como la dueña del odioso-entrañable Tweety (o Piolín), tuvo su primera aparición al menos un lustro antes, en una perdida y olvidada historieta que parecía hecha a modo de ensayo por Vázquez en el DDT nº 678 (1ª época) el 11 de Mayo de 1964, lo que infiere que la creación pdel personaje para Gran Pulgarcito no fué tal, sino una repesca.  En cuanto a la rica señora creada por Schmidt lleva su sobrepeso como reflejo de su opulencia. En varias páginas, incluída la Wikipedia (por favor, que alguien edite eso, que yo no sé!) se fecha su creación en 1979 para Mortadelo y Súper Mortadelo y como creación literaria de Montse Vives, cuando, a falta de revisar más revistas, he encontrado la que podeis ver más abajo en el DDT nº 534 del 3 de Abril de 1978, con guión de Jaume Ribera. Fuera como fuese, su año de creación le convierte en un caso aparte, por “moderno”,  de esta pléyade de féminas. 

DDT nº 678, la primera Abuelita Paz


Gran Pulgarcito nº 1, la primera Abuelita Paz "oficial"
La Abuelita Paz de Blas Sanchís, quien posiblemente dibujara más historietas de este personaje que el propio Vázquez.


DDT nº 534 del 3 de Abril de 1978, ¿La primera historieta de Deliranta Rococó?
mortadelo nº 438 del 16 de Abril de 1979, la que hasta ahora debía de considerarse como presunta primera historieta de Deliranta Rococó


Curiosa historieta del personaje de una duración inusitada (3 páginas) publicada en el Super Mortadelo nº 104, en 1980, en la que podemos ver a una infeliz Deliranta delgada.

Doña Filo y sus Hermanas, Doña Pura y Doña Pera, Blasa, Portera de su casa, Doña Lío Portapartes, Doña Trini y sus animalitos, Doña Tomasa (la que alquilaba con fruición su mansión), son señoras de lo más normal físicamente, y que carecen de profesión per se, pues el hecho de ser patrona o portera se equipara prácticamente al hecho de ser solterón, viuda o ama de casa; no es una profesión, sino un estado de ánimo. 
Doña Filo, la mediana en cuanto a estatura, ejerce un papel moderador entre sus hermanas, Cleo, la más alta y temperamental, amén de líder del trío basándose en sus decisiones (ya que posiblemente sea la mayor), y Pitusa, la más bajita y rebelde ante las decisiones de Cleo, como si Las Hermanas Gilda hubieran encontrado alguien que las atemperara en sus discusiones. Fueron creadas por Jorge para el DDT en 1959, posiblemente en el 404, aunque carezco de ese número y os muestro la más antigua, del nº 406 del 23 de Febrero del mismo año. Parece ser que esta serie era una especie de vendetta personal de Jorge hacia sus propias tías carnales. 

Doña Filo y sus hermanas, de Jorge, en el DDT nº 406 de la 1ª época


Doña Pura y Doña Pera constituyen un rara avis, pues se han encontrado únicamente 4 historietas de estos personajes que reflejaban la rivalidad (por una de las partes al menos) entre dos vecinas, Doña Pura, una ancianita entrañable y bondadosa cuto aspecto recuerda sospechosísimamente al de Madame Adolphine o Doña Josefina, en español de Benoit Briseffer o Benito Sansón, de Peyo, como ya hemos señalado alguna vez en este mismo blojjj, y Doña Pera, una vecina cotilla e irascible. Reflejo se esa rivalidad eran las mascotas de ambas, un loro y un gato que protagonizaban gags en segundo plano. Aparte de la cortísima duración de la serie, su importancia reside en ser la única dibujada por Ibáñez en que las prtagonistas eran mujeres. Como casi todos los personajes de Don Francisco, fueron devoradas por Mortadelo y Filemón. 
La primera de la tetralogía de historietas de Doña Pura y doña Pera en el nº 161 de Tio Vivo



Blasa, por su parte, representaba al prototipo de portera en la peor de sus acepciones; chismosa, cotilla, mandona y guardiana del edificio para el que trabajaba, casada además con un hombrecillo apocado y pusilánime. No obstante no es una creación Bruguérica, pues Escobar la creó para el Tio Vivo de DER, en el nº 1. Mi carencia de ese ejemplar me lleva a ofreceros las historietas aparecidas en el 2 y el 3. 
Blasa en el 2 del Tio Vivo de DER...
... y en el nº 3


Sí era bruguérica, además de ser tambien de Escobar,  Doña Tomasa, que alquilaba habitaciones de su casa a numerosos personajes tipo que iban pasando por ella, tal como era uso en aquella época y que parece que vuelve a serlo, más que nada por como estaban y están los tiempos económicamente hablado, o sea, paupérrimos. La variedad de realquilados era lo que daba paso a la historia, al análisis desde el absurdo de distintas tipologías, lo que daba una gran riqueza a esta serie. Doña Tomasa fué creada en el DDT en 1959 y tuvo una existencia de cinco años, ya que su última historieta (sin contar reediciones) fué publicada en 1963 en la misma revista, que se encaminaba a su segunda y "aCodornizada" época. 
Nº 406 del DDT, una de las primeras
Nº 651 del DDT, una de las últimas


Doña Trini, por su parte, una amante de los animales que tenía prohibido tenerlos en su ahbitación por parte de su patrona, doña Úsula, y que aún así lograba salirse con la suya, fué publicada por vez primera en el almanaque de Pulgarcito para 1960, o sea, en diciembre de 1959. De ahí saltó a las páginas del To vivo. el de la primera época, que por entonces ya había sido adquirido por Bruguera, y continuó su existencia en la segunda época, en la que Bruguera reinició la numeración de la revista.


Doña Trini en el Almanaque para 1960 de Pulgarcito

Doña Trini en el Tio vivo nº 167, primera época, pero ya brugueriano

Doña Trini en el Tio Vivo nº 12 de la 2ª época
Doña Lío Portapartes disfrutó de dos vidas. Fué creada por Raf para la revista Pulgarcito siendo el barcelonés uno de los talentos llamados a Bruguera para cubrir la marcha de los cinco grandes. Su primera aparición tuvo lugar en el nº 1393 de la revista Pulgarcito, el 13 de Enero de 1958. Esto quiere decir que es una semana mayor que Mortadelo y Filemón, aparecidos una semana más tarde. En un principio, Doña Lío era un personaje marrullero, cotilla e intrigante que se metía donde no le llamaban, dueña de una pensión, con un carácter y una manera de actuar que se veía reflejado en la coletilla del título rimado, "Doña Lío Portapartes, señora con malas artes". La marcha de Raf al Reino Unido para trabajar con Bardon Art interrumpió la publicación de este personaje en 1959, y su última histirieta publicada de esta etapa está en la portada del Pulgarcito nº 1491del 30 de Noviembre de 1959. El regreso a España de Raf está fechado en 1965, cuando comienza a colaborar con TBO firmando como Roldán, su apellido materno, aunque ya venía colaborando desde el 62 con revistas como Matarratos y algunas sudamericanas como El Pingüino. ¿Por qué este cambio de firma? Ya sabemos que muchos dibujantes que trabajabanpara Bruguera lo hacían en la competencia, pero se veían obligados a cambiar sus firmas para "disimular" o quizás como claúsula con Bruguera, que además de ser dueña de los derechos de los personajes. ¿Pensaba Raf volver a Bruguera ya por entonces, sin abandonar sus otras labores? Ya sabemos que no fué Raf a Bruguera, sino Bruguera a Raf, según este en 1967, aunque pensamos que en aquel año firmaría algún tipo de contrato, pues ya desde mayo de 1966 que venía publicando historietas de Olegario en Pulgarcito. Lo podeis consultar en la entrada dedicada al pequeño gran personaje aquí, y despues de haberlo hecho, en primicia, os ofrezco una página aún más antigua, 7 días "nada menos" publicada en el nº 1826 del 2 de Mayo del 66. Aparte de ese comentario quede Raf que podeis leer en esa misma entrada, en varios sitios se fecha incorrectamente el regreso de Raf a Bruguera, y queda demostrado que no fué así. de hecho, y aparte de esta aportación olegárica, el renacimiento de Doña Lío, ya sin coletilla rimatoria, con el carácter mas suavizado y sin antiparras en el Tio Vivo nº 271 del 16 de Mayo de 1966, primera historieta de esta segunda vida bruguérica de la patrona de pensión, a falta de futuras rectificaciones si llegara el caso, como ha ocurrido con Olegario. En esta segunda vida de Doña Lío conoceremos a Don Bollete, que parece un renacer del pasado más "maduro" en aspecto del rejuvenecido Olegario, y las gemelas, sus sobrinas. Y sobre todo aprenderemos que en la pensión de Doña Lío se comen muchos, muchos garbanzos.


Hasta ahora, esta sería la primera historieta publicada de Olegario, en el Pulgarcito nº 1826 del 2 de mayo de 1966
La primera historieta de Doña Lío en el Pulgarcito nº 1393 del 13 de enero de 1958

Doña Lío, con una semana de edad el día que nacieron Mortadelo y Filemón.
La última historieta publicada de la primera época de Doña Lío en la portada del Pulgarcito nº 1491, el 30 de Noviembre de 1959

La ¿Primera? historieta de la segunda etapa de Doña Lío Portapartes, ya sin malas artes, en el nº 271 de Tio Vivo, 16 de Mayo de 1966
Don Bollete (con sus complejos de bajito y calvo), la moderna Doña Lío, la portera y las mellizas



Doña Tula (suegra)… al igual que Doña Urraca fue víctima de la censura, pues si la no en vano llamada como el pájaro de mal agüero tuvo que reducir su malignidad y le pusieron delante un Caramillo que atemperara su maldad natural transformándola en una señora con tendencia a gastar bromas pesadas a su compadre, la terrible suegra creada por  Escobar atentaba contra los principios de la unidad familiar sagrada pregonada por el movimiento inmovilista que fue el franquismo. Mientras que el matrimonio gobernado por el matriarcado a cuya cabeza estaba Doña Tula apenas peleaba para no tener que dar cuentas al censor, viniendo todo el conflicto por parte de la suegra, tradicionalmente vilipendiada y caricaturizada en la sociedad española fruto de una visión machista que veía amenazada su independencia  y categoría de páter familias por parte de una figura que habría de apoyar al eslabón teóricamente más débil del matrimonio, la infravalorada esposa, que necesitaba permiso del marido para cualquier trámite, e incuso para poder trabajar después de casada, cuando ya lo estaba haciendo de soltera sin necesidad de pedir permiso a nadie. Total, que la censura intervino y Escobar, sencillamente, dejó de dibujarla, aunque tuvo una breve reaparición en El Suplemento de Historietas del DDT con el título "Doña Tula pasa unos día con sus sobrinos", que nada tenía que ver con la terrible madre política de antaño.

2ª Historieta de Doña tula en el DDT nº2
Contraportada del DDT 38
DDT 110
DDT nº 159, la última historieta de Doña tula como suegra.
Selecciones de Humor del DDT nº 27, breve resurrección de Doña Tula que pasa de ser suegra a tía

Doña Tecla Bisturín nació en 1968 en el nº 43 del Din Dan (2ª Época) y también es un caso aparte; tenía una profesión de verdad. No obstante era enfermera, no doctora en medicina. Y ninguno de estos personajes se caracteriza tampoco por tener un físico deslumbrante.

1ª historieta de Doña Tecla en el nº 43 de Din Dan, 2ª época

Más historietas de la enfermera de postín en el Din Dan, años más tarde
En cuanto a las otras señoras y señoritas mencionadas al principio de este artículo, o sea, Es decir, Doña Benita, la mujer de Don PíoDoña Jaimita, madre de los hermanos Zipi y Zape y esposa de don Pantuflo Zapatilla, no tienen razón de ser si no es por los personajes principales, por lo que carecen de protagonismo intrínseco, por importante que sea su papel en el resultado final. Doña Benita es un contrapunto a Don Pío, con suma importancia en el desarrollo de las historietas, pero el verdadero protagonista de las desventuras, ocasionadas muchas veces por su esposa, es el entrañable hombrecillo con el bombín y el bigote chapliniano. Doña Jaimita es una madre de familia y ama de casa ejemplarísima dentro de aquellos cánones, y su sumisión a los deseos de Don Pantuflo era tan correcta entonces como escandalizadora y políticamente incorrectísima en estos tiempos actuales. También eran comparsas Leonor Cebolleta, y su contrapartida Ibañezca de los Trapisonda, fuera como esposa o como hermana de Pancracio, y lo mismo se puede decir del resto de madres o tías de los Pi, los Gambérrez o los Churumbel. De igual manera todas ellas eran venerables matronas entradas en carnes, con la excepción de la estilizada Doña Jaimita, con una falta de curvas evocadora de su recta moral.
 
La Ofelia de Mortadelo y Filemón tiene un nacimiento tardío, en Los Gamberros, de 1978, y su figura, rotundamente curvilínea debido a un exceso de peso que será una y otra vez yesca que habrá de prender los continuos gags que hacen referencia, de nuevo con gran incorrección política a la obesidad ofeliana. Su contrapartida, la atractiva y exuberante Irma, que habrá de causar el efecto contrario al causado por Ofelia en la pareja protagonista, vería la luz en Terroristas, en el año 1987 y ya fuera de las publicaciones de la editorial Bruguera, pero no duraría demasiado dada la univocidad de humor que este personaje provocaría y la poca variedad de gags que de este podrían crearse, menos dado a la mordacidad y el despiporre total que tanto ha gustado siempre a Ibáñez. Sus personajes son fuente de humor, e Irma no lo era; era un elemento externo al humor. Si, aparte de las alusiones al peso, una de las fuentes principales de gags que ocasiona la presencia de Ofelia es la que hace referencia a sus pretensiones de emparejarse con Mortadelo o con Filemón, sufriendo como respuesta no solo desaires sino tremebundas afrentas, Irma tenía el efecto contrario, siendo los dos agentes de la TIA pretendientes ansiosos de la lujuriante secretaria. Y su papel no iba más allá, lo que ocasionó su pronta desaparición. Pero es la única de las mencionadas hasta el momento en este apartado que tiene un físico adecuado a los cánones de belleza vigentes ayer y hoy. Y como el resto, no deja de ser un personaje secundario. 





La primeras páginas de ¡Terroristas! en el nº 1 de Yo y Yo de Ediciones B, el regreso de Ibáñez a Mortadelo y Filemón tras el paréntesis de Chicha Tato y clodoveo y la aparcición de la efímera Irma contrapuesta a la eterna Ofelia.

No son secundarios, pero comparten protagonismo, las parejas que también se mencionaron al principio de este despropósito miajillístico. Maripili, la mujer de Leopoldino, de Iñigo, es una linda mujer, pero su dibujo no es humorístico, si bien los guiones y tramas de las historias sí que siguen un esquema de la escuela humorística bruguérica. El dibujo de la anatomía de Maripili (castamente cubierta por ropas propias de un ama de casa ejemplar y modelos très chic) se halla al amparo de un estilo semi-realista figurativo. Esta serie es deudora de las primeras parejitas surgidas en revistas como DDT y, sobre todo, Can Can, como las mencionadas Matildita y Anacleto, matrimonio completo, de Nadal, o Maripili y Leopoldino de Iñigo, también trazadas con estilo menos humorístico y más propenso hacia el realismo. Un realismo sui generis, obviamente, dentro de los parámetros de la fabulación de una España sin problemas reales, tan solo alguno doméstico, pues por algo estábamos bajo la atenta mirada del centinela de occidente. Lo de realismo iba más bien por el estilo gráfico…
No puedo resitirme a resañar este párrafo tan ilustrativo sobre el papel de la mujer en las historietas de Bruguera, sacado de Tebeosfera:
En 1963, la Sección Femenina lanzaba un mensaje como el que sigue para el primer curso de Bachillerato:
«La misión de la mujer es servir. Cuando Dios hizo el primer hombre, pensó: ‘No es bueno que el hombre esté solo’. Y formó la mujer, para su ayuda y compañía, y para que sirviera de madre. La primera idea de Dios fue el ‘hombre’. Pensó en la mujer después, como un complemento necesario, esto es, como algo útil».
Este panorama, con estos personajes y muchos otros que nos dejamos en el tintero fué el dominante en aquellos años, con las excepciones hechas en aquellos intentos mas o menos logrados en Can Can, y las revistas dedicadas al público femenino, que era tratado con tanto desprecio como se trataba a sus homólogas de tinta y papel Claro, que eso no se notaba por entonces. Ahora lo notamos mas porque estamos más concienciados... ¿O no?

Pero lo que en realidad quería hacer con todo esto, y ahora lo confieso, es hacer aún más notoria la figura del dibujante del que hablaremos (otra vez) próximamente y de nuevo.

(Continuará...)